La noche venía increíble a pesar de que no estaba de acuerdo con todo esto, Luck solo sabía una parte de la historia, lo esencial para que pudiéramos hacer nuestro trabajo, solo eso.
No quería que supiera como la ultrajaron, no quería que la vieran como a veces yo estaba seguro que lo hacía en varias oportunidades, no podía creer lo entera que permanecía frente a mis ojos, en mi mente no había lugar para comprender su fortaleza antes tales atrocidades, pero ella seguí ahí, entera, viviendo.
Bajamos las escaleras charlando animadamente, Luck decidió hacer unos de sus chistes malos y todos nos encontrábamos riendo, no sé si fue producto de las copas, que, aunque no fueron muchas estuvieron presentes, o el simple hecho de que estamos felices.
Pisé el último escalón de la gran escalera y a
