Todo en mi cabeza daba vueltas, como hubiera sufrido un colapso. Parpadeé varias veces, intentando aferrarme a la realidad. Lo primero que noté fue la suave textura de las sábanas bajo mis manos. Estaba en una cama de hospital. Me llevé una mano a la frente; el dolor palpitante me hacía difícil pensar con claridad. —¿Qué pasó? —murmuré, mientras trataba de enfocar mi vista. Una silueta se acercó, y poco a poco la reconocí. Era Poli. —Aurora, ¿cómo te sientes? —Su voz estaba cargada de preocupación. —¿Por qué estoy aquí? ¿En esta cama? Mi cabeza me da vueltas, Poli. —Era como si me estuviera despertando de un mal sueño. —Te desmayaste, después de… —Poli hizo una pausa, como si las palabras se le atascaran en la garganta. La miré con fijeza, tratando de conectar los puntos en mi mente.
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books