Capítulo 9, Parte 1

2703 Words

En un claro que estaba ubicado en lo más profundo de los bosques de Avalon, en donde cualquiera se perdería si no conociera bien el lugar como la palma de su mano, estaba Merlín, que bajo una colina hueca en la que apenas se filtraban unos tenues rayos del sol, observaba la tumba de Arturo, cuya lápida en piedra decía “Aquí yace sepultado el renombrado rey Arturo con Ginebra, su segunda esposa, en la isla de Avalon”. No llevó flores, él no seguía las costumbres de su mundo de llevar flores a las tumbas de sus muertos, porque como el buen cristiano que era, sabía que Arturo no estaba ahí, solo sus huesos, pero la que sí quiso seguir las costumbres mundanas solo como una muestra de respeto fue Sariel, que durante el camino reunió un buen ramo con diferentes flores y las puso sobre la tumba.

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD