Los banquetes organizados por la reina ya eran comunes en Avalon, así que los miembros de la nobleza acudieron al salón de celebraciones como si fuera un banquete más, sin imaginarse que era la antesala a la declaración de una guerra contra los Waldermon. Marco se había vestido con su mejor traje ceremonial, puesto que tendría que hablar con seres importantes de la nobleza que financiaran su campaña, porque era imposible no pensar en el factor dinero. Para toda guerra se necesita de dinero, puesto que el transporte, las armas, armaduras y el alimento de los soldados no son gratis, y aunque él era acaudalado y tenía el apoyo del reino de Mentholia y de Avalon, aun no era suficiente. No más para transportar a su ejército por el mar hacia Emrystiel necesitaba una gran flota, y ni con todos