Bajé mi mano por el escote de su blusa color n***o y sus ojos vieron los míos asustados, acaricié la unión de sus pechos, sus grandes pechos que se veían muy provocativos y acerqué un poco más la cara a ella, gracias a los tacones teníamos casi la misma altura y eso me convenía. -¿Como te llamas?- le pregunté hablando sobre su oído y pasando mis manos a su cintura, levantando un poco la blusa manga larga que usaba -Artemisa- respondió nerviosa, pase mi lengua por su oreja sintiendo como se crispaba la piel bajo mi toque- señorita, por favor, nos pueden ver, me hará meterme en problemas-rogó mientras ponía mis labios sobre los suyos, su boca decía una cosa pero su cuerpo reaccionaba totalmente distinto. Me aparté un poco y, recordando algo que había visto en las películas, pulsé el botón