La Venganza de Chernóbil

ED-IX

Kreves despertó súbitamente, su cabeza le dolía, era como si cientos de agujas le atravesaran el cerebro, le costaba abrir los ojos y su respiración se comenzó a agitar al no poder orientarse. Escuchaba una voz a lo lejos, pero no podía responderle, lo llamaban con urgencia, con desesperación, pero Kreves no podía dirigirse hacia aquella voz. La oscuridad lo consumía todo, sus sentidos lentamente se apagaban y el dolor de cabeza aumentaba gradualmente. Sintió algo detrás suyo, algo que le producía un profundo temor, que hacía que su piel comenzara a sudar frío, los vellos de su cuerpo se erguían, su respiración y sus latidos aumentaban rápidamente, sentía que su corazón se iba a salir de su pecho.

- Krrreeeeeveeees

Una voz espectral lo llamaba a lo lejos, un viento frío comienza a soplar y escucha unos pasos que se acercaban lentamente. Sin embargo, no podía discernir el sitio exacto por el cual se estaban aproximando. En su desesperación comenzó a correr, buscaba escapar del ser que lo estuviera buscando. Esa voz, lo perseguía como si fuera el viento, a medida que el escapaba sentía como esta se aceraba cada vez más y como el viento rugía con más fuerza. Decidió parar, sentir cuál era el origen del viento y correr al lado contrario, era una idea brillante según él, pero estaba completamente equivocado…

Tras correr contra el viento por unos minutos pudo ver dos luces rojas a lo lejos, no… no luces, dos ojos, rojos como la sangre, que lo observaban ferozmente como si estuvieran analizando a su presa. Kreves se detuvo en seco, sus piernas ya no le respondían, el temor poco a poco se apoderaba de él al reconocer a la figura que estaba a pocos metros de distancia… El Mothman.

- Krreeeeveeees – su voz era ronca, como si no la hubiera usado en muchos años, su aliento era mohoso y pútrido. Kreves tuvo que aguantar la respiración para evitar arquear ante tan fétido olor.

- ¿Q-q-q-qué qu-quieres?

- Tienes que recordar, tienes que recordarmeee

- Te v-v-vi en e-e-el par-q-que

- ¡Nooooo! – desprendió un rugido, sus ojos rojos comenzaron a brillar cada vez más, Kreves sentía que esta criatura lo mataría en cualquier momento – Recuerdaaa, solo así salvarás a todos.

Kreves permaneció en silencio mientras intentaba recordar, la última vez que lo había visto era en el parque, si hubiera otro recuerdo seguramente vendría a su memoria, esta criatura era muy difícil de olvidar, cómo era posible que hubiera otro encuentro del cual él no tuviera conocimiento. Aquella criatura observaba a Kreves, cada vez que el tiempo pasaba y él no le respondía sus ojos brillaban más por la furia que se acumulaba en su ser.

- ¡Recuerda! – Esta vez la bestia rugió fuertemente, extendió sus alas y dejó que una fuerte corriente de aire impactara a Kreves

La fuerza del aire era impetuosa, poco a poco comenzaba a empujar a Kreves a pesar de que él luchaba para no dejarse llevar. Sin advertencia alguna, sus piernas dejaron de soportarlo y voló hacía el vacío, poco a poco los ojos rojos de la bestia se hacían diminutos y pudo recordar…

Era del día que él salió de Prípiat con su familia, justo cuando estaban saliendo de la ciudad pudo ver a lo lejos al Mothman, volando hacia la central nuclear de Chernóbil. Llamó a su madre para que lo viera, pero mientras ella llegaba a la ventana por la que Kreves miraba, había desaparecido.

- Ahora lo recuerdassss – Esta voz provino justo detrás suyo, sentía el aliento en su nuca… no podía, o, mejor dicho, no quería voltear ya que se tendría que enfrentar a ese demonio, no obstante, este tenía otros planes, alzó uno de sus brazos y lo colocó en la boca de Kreves para así jalarlo hacia la oscuridad sin que este pudiera hacer ruido alguno.