Los detectives volvieron a la estación, estaban sumamente desconcertados, tres cuerpos en las últimas veinticuatro horas y sin una sola pista contundente. Tenían que esperar algunas horas más hasta que los nuevos c*******s sean analizados. Esta vez tenían dos pistas, una moneda y la nota. No obstante, Kreves ya sabía que posiblemente estas serían para despistarlos, el asesino era demasiado perspicaz, y no había transcurrido suficiente tiempo para que se volviera descuidado. Los estaba usando como a marionetas, así que debían tener cuidado.
Tres cuerpos, dos ubicaciones, sin identidad alguna, sin pistas que seguir, buscaban en las listas de desaparecidos, pero gracias al reporte de la señorita Abbat, sabían que la primera víctima había fallecido hacia aproximadamente 24 horas, por lo tanto, las otras dos seguramente fueron asesinadas hace menos tiempo. Esto quería decir que los familiares podían todavía no haber reportado la desaparición, tendrían que esperar al menos unas 72 horas, y hasta eso habría más asesinatos. Era un caso sin salida, totalmente muerto, estas eran las condiciones para archivar un caso en el olvido, pero lo más preocupante era que todo indicaba el comienzo de un asesino serial.
La oficina se llenó de toda la evidencia que podían hallar, mandaron la moneda y la nota a análisis y colocaron un mapa en la pizarra para trazar los dos lugares en los que habían ocurrido los asesinatos, calle Abingdon, Avenida 3212 y The College Gardens. Tenían fotos de las víctimas señalando el modus operandi del asesino en cada caso; perforaciones de tórax y abdomen que formaban el símbolo de “nuclear”, desfiguramiento por injertos de piel y corrosivos, extirpación de todas las extremidades, ojos, cuero cabelludo y aparentemente, en los dos últimos c*******s, la lengua. Las imágenes eran sumamente perturbadoras, pero ambos detectives se forzaban a observarlas hasta encontrar el más mínimo detalle, algún indicio de su identidad, o la razón de que tanta b********d fuera empleada
Nada… absolutamente nada nuevo. El reporte de la doctora Abbat llegó, Kreves y John ya sabían a qué atenerse. Kreves ojeó rápidamente el informe hasta llegar a la sección de su interés. De lo anterior ya tenía conocimiento, el lugar, la fecha, y otros detalles que ya se habían guardado en su memoria. El aspecto que llamaba su atención era saber qué nueva evidencia pudo ser hallada.
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16 de abril de 1999, 2:36 a.m.
Análisis de las víctimas halladas en The College Gardens:
Se referirá a ambas víctimas como Jane y John Doe a causa de la no identificación debido al estado lamentable de los rostros, la falta de huellas dactilares y el escaso material genético encontrado.
John Doe: Hombre caucásico de aproximadamente 30 a 40 años. Desmembramiento total de las extremidades tanto inferiores como superiores, perforación de tórax y abdomen con un arma blanca desconocida. Herida de una profundidad de 5cm y grosor de 2cm, formando un patrón reconocido como el símbolo de “material radioactivo”, extirpación de ambos ojos y lengua, desfiguración del rostro por empleo de injertos de piel y material corrosivo identificado como ácido sulfúrico. La sangre fue drenada en su totalidad y el cuero cabelludo ha sido parcialmente extirpado y el resto corroído por el ácido empleado. Aparte de los hallazgos en el cuerpo, tenía una máscara empleada para evitar la radiación y su muñón unido al de la víctima identificada como Jane Doe por medio de suturas.
Jane Doe: Mujer caucásica de aproximadamente 25 a 30 años. Desmembramiento total de las extremidades tanto inferiores como superiores, perforación de tórax y abdomen con un arma blanca desconocida. Profundidad de la herida de 10cm y 3cm de grosor, formando un patrón reconocido como el símbolo de “material radioactivo”. Ruptura de 3 costillas y perforación de los pulmones, extirpación de ambos ojos y lengua. Rostro desfigurado debido a injertos de piel y material corrosivo identificado como ácido clorhídrico. La sangre fue drenada completamente del cuerpo y el cuero cabelludo completamente extirpado. También había sido colocado en el rostro de la víctima una máscara empleada para evitar la radiación y su muñón unido al de la víctima identificado como John Doe por medio de suturas.
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Al acabar de leer el informe Kreves terminó con más dudas que respuestas. Parecía que con la mujer había mayor agresividad, el empleo de ácidos fue distinto, la profundidad del corte fue distinta, acaso este asesino tendría cierto odio por las mujeres, o estaba buscando venganza contra una persona específica. Mientras el detective estaba absorto en sus pensamientos, su teléfono sonó.
- Detective Lockwood, soy la doctora Abbat, necesito que venga con urgencia a la morgue, sé que es muy temprano, pero es de suma importancia
- No se preocupe doctora, voy en camino
Kreves le indico a John que tenían dirigirse inmediatamente donde la doctora Abbat, tomaron sus cosas y salieron rápidamente de la estación de policía.