Voy a colocar unos *** cuando inicie la descripción del asesinato por si alguien desea omitir esta parte. Disfruten el capítulo!
Kreves y John llegaron a la nueva escena del crimen, esta vez los cuerpos fueron encontrados en The College Gardens por un guardia que estaba haciendo su turno de la noche. Estaban frente a una casa de tres pisos de ladrillos cafés y teja negra, había varias ventanas blancas, y un gran castaño estaba al costado de esta, este se había tornado naranja y amarillo, pero todavía conservaba un poco de su verde. El césped y pavimento estaban cubiertos de sangre seca, y su rastro se extendía por aproximadamente cinco metros desde la base del castaño. El aire frío soplaba por todo el lugar, algo muy poco común para estar en primavera.
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Ambos oficiales se acercaron, la cinta amarilla de la policía todavía no había sido colocada, pero ya se habían ubicado varios policías alrededor de la escena para impedir el paso a la gente. El modus operandi era casi el mismo, los cambios eran muy sutiles. Ahora, en lugar de un solo cuerpo había dos, y sus muñones de los brazos estaban juntos, al haber sido amarrados por una soga. No había signos de putrefacción, el siniestro debía haber ocurrido recientemente.
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El Capitán Brown ya se encontraba en la escena, se mostraba muy molesto, después de todo no solo no tenían pista alguna, pero ahora tenían tres cuerpos brutalmente cercenados y un asesino que se encontraba libre. Brown miraba al c*****r y fruncía el ceño por su frustración. Kreves lo llamó, el Capitán Brown alzó su rostro y cruzó los brazos.
- Capitán Brown, intentamos llegar lo más rápido posible luego de que nos reportaran el suceso
- Detectives, este asunto se ha convertido en su prioridad, tiene que ser resuelto con mayor brevedad. El pánico ya se ha sembrado en la población.
- Si capitán, ahora vamos a analizar la escena para lograr encontrar cualquier rastro
- Eso espero, Kreves… espero que no suceda lo mismo que con el caso…
Kreves sintió un golpe frío en su pecho, recordar aquel acontecimiento siempre lo desestabilizaba. Y el Capitán lo sabía, es más, hasta hace poco no había aceptado ningún caso por ese mismo motivo, y ahora habían abierto una antigua herida que seguía sangrando. Decidió no decir nada ante tal comentario, ante lo cual el Capitán se dio media vuelta y se fue sin despedirse.
Este caso frustraba no solo a los detectives, pero a toda la central de policía. Era uno de los asesinos más violentos que alguna vez hubiera visto Londres. Lo peor, hasta el momento no sabían que personas eran el objetivo, ni el motivo por el cual cometía estos crímenes.
John se colocó los guantes y se dispuso a analizar la escena en busca de pistas. A simple vista el lugar estaba intacto, no había huellas de pisadas o algún indicador de que los cuerpos hubieran sido arrastrados, es más, la sangre encontrada sugería que los mismos fueron cargados, pero lo extraño era que este rastro solo se extendía por unos cinco metros, desde la base del castaño hasta el lugar donde estaban los c*******s.
Kreves siguió el rastro de sangre, este serpenteaba un par de veces, parecía como si el asesino hubiese perdido el equilibrio tras cargar cuerpos tan pesados. Al llegar al final del rastro, examinó meticulosamente el área, especialmente alguna huella que indicara el ingreso de algún vehículo, después de todo, tenía que transportar los c*******s de alguna u otra forma. No era posible que hubiera recorrido Londres con dos cuerpos en su espalda sin que nadie lo notara y llamara a la policía inmediatamente. Después de haber rodeado un poco esta área, se fijó que, en una sección del césped, este se había ennegrecido. Se acercó y se percató que este color estaba dado por una sustancia, la tocó con su mano derecha y se dio cuenta que era un tanto pegajosa, parecida al aceite después de haber sido utilizado. Decidió oler la sustancia y confirmo sus sospechas, definitivamente un automóvil se había estacionado en ese lugar.
Después de este hallazgo tan importante, Kreves decidió ir en busca de su compañero. Si un vehículo había ingresado ahí, y lograban encontrar cámaras de vigilancia, podrían revisar los últimos ingresos realizados y así tener una vaga idea de quien podría ser el asesino. Además, podría haber más pistas por este sector, así que también tendría que llamar a los demás forenses para que analizaran mejor el área.
Al momento en el que regresaba desde el castaño hacia la acera, vio que algo, más atrás del castaño, brillaba levemente en el césped. Se encamino hacia el objeto extraño, y ya al encontrarse a una corta distancia pudo divisar de que se trataba, una moneda. Nunca había visto una así en su vida, estaba escrita en un idioma extraño, parecía ruso, el año 1986 se veía claramente, pero lo más inusual, había una planta nuclear en el fondo, un hombre con una máscara para evitar la radiación, las mismas que habían sido encontradas en las víctimas, y el símbolo de nuclear. Tomó una bolsa de evidencia para guardar la moneda, definitivamente la había dejado el asesino, pero… no fue lo único que dejó. Debajo de la moneda había una nota, estaba escrita en un papel sucio y un tanto roto, fácilmente se podría confundir con una basura, pero en este trozo se podría leer claramente, “Así como Dios se olvidó de mí, también se olvidará de usted detective Lockwood”.