I
El reloj marcaba las doce de la noche, las calles estaban desiertas, el terror era palpable en el ambiente, y mientras toda la ciudad se sumía en pánico, John trabaja en la estación de policía, intentaba darle sentido a este enigmático caso. Su compañero, Kreves, había salido hace varias horas, y ahora él, esperaba con ansias su retorno, necesitaba saber si al hurgar en su memoria había encontrado alguna pista, aunque fuera ínfima, solo necesitaban una breve chispa de esperanza que les permitiera continuar.
Durante todas las horas en las que Kreves estuvo ausente, la estación entró en caos, y no era para menos. Tenían cuatro casos y seis víctimas, ninguna había sido identificada, todas brutalmente asesinadas y ellos sin una sola indicación de que iban por el camino correcto. En definitiva, esta era la peor pesadilla que cualquier detective podría enfrentar. Tenían un asesino serial desquiciado suelto por las calles de Londres, y no solo eso, esta persona era metódica, inteligente… definitivamente sería todo un desafío capturarla.
John estaba recapitulando todas las muertes, anotaba los más importante en una libreta negra, después de todo, Kreves encontró una pista en una de las fotos. Observaba los puntos en los que habían sido depositados los c*******s, y al igual que su compañero, notó que se formaba una figura, no sabía exactamente cual, pero no iban a permitir que el asesino la termine. Además, en base a su experiencia, después de salir impunes un par de veces los asesinos se confiaban o tenían la necesidad de hacerse conocidos, así que comienzan a dejar rastros. Sin embargo, cuanto le tomaría a este asesino, cuantos cuerpos sin reconocer tendrían hasta que comience a ser menos cuidadoso, era un lujo que ellos no tenían.
Lo único que le quedaba era terminar sus anotaciones, esperaba que después de esto pudiera hallar alguna especie de patrón, lo cual también solían hacer algunos asesinos.
Recopilación de las víctimas:
- Jueves 15 de abril de 1999: 15:15, primera víctima, hombre caucásico, depositado en la calle Abingdon y Avenida 3212. Testigos afirman encontrarse caminando por la acera hasta que escucharon un sonido fuerte de origen desconocido, al girar vieron el cuerpo de una persona y pensaron que esta había perdido la consciencia, hasta que vieron el estado del cuerpo, llaman al 911. Estado del cuerpo: desfiguración, desmembramiento, cortes en el tórax, desecación, extracción del cuero cabelludo. Hasta el momento no hay identificación. Evidencia: posible escritura rusa en la acera, detective Lockwood presupone que dice “átomo pacífico” todavía no se ha confirmado.
- Jueves 15 de abril de 1999: a las 23:00 se reporta el hallazgo de dos víctimas en The Collage Gardens, el guardia de seguridad es el único testigo. Se trata de un hombre y mujer caucásicos. Estado de los cuerpos: mismo que en el primer caso a excepción de la unión de los muñones superiores por medio de una soga y suturas, más la extirpación de la lengua de la mujer, se concluye que hubo mayor salvajismo hacia la víctima femenina. Hasta el momento no se los ha identificado. Evidencia: Moneda de 1986, relación con el accidente nuclear de Chernóbil.
- Viernes 16 de abril de 1999: aproximadamente las 14:00, hombre caucásico, al igual que en primer caso fue hallado por transeúntes quienes escucharon un fuerte golpe de origen desconocido, al voltear vieron el c*****r, se reporta al 911. Estado de la víctima: igual que en el primer caso. No se encontró evidencia adicional.
- Sábado 17 de abril: aproximadamente 3:00, la víctima es un hombre caucásico, hallado por un transeúnte en el puente Lambeth, en un comienzo asegura que pensaba que se trataba de un borracho en el puente, pero que al acercarse pudo ver el estado del cuerpo y llamó al 911. No había otras personas en escena, el testigo es llevado a un interrogatorio, no se reporta nada importante. Estado del cuerpo: al igual que el primero contaba con el desmembramiento, desfiguración, extracción del cuero cabelludo, la diferencia era la colocación de la máscara de gas. Horas después, a las 12:00 se encuentra a una segunda víctima en el puente Lambeth, pero esta había sido depositada debajo del agua, todavía se espera el reporte forense por la doctora Abbat. Evidencia: nota hacia Kreves más una adivinanza. ¿Posible trampa?
Repasando lo anterior se dio cuenta de varias cosas, primero que este asesino había cometido cada uno de los crímenes con tanta meticulosidad que no había dejado ningún cabo suelto, por lo tanto, esto lo tenía planeado con bastante antelación. Segundo, actuaba con tanta rapidez que no permitía la identificación de los c*******s en base a las personas desaparecidas, además esto indicaba que las tenía escondidas en algún sitio previo a su muerte, era humanamente imposible capturar a alguien, torturarla, asesinarla y depositar su c*****r en menos de veinticuatro horas.
Por el momento sus esperanzas yacían en Kreves, si él había tenido algún tipo de interacción con este asesino en su infancia, entonces él podría tener alguna idea de cómo encontrarlo. No había nada más que él pudiera hallar, lo que sí sabía es que tendrían que estudiar el accidente de Chernóbil con mayor detenimiento, el asesino les había dejado en claro que estaba estrechamente relacionado con este.
John comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza, todo este caso lo tenía agobiado, mirara por donde mirara todo era un camino sin salida. Las pequeñas evidencias que habían hallado eran todas plantadas por el asesino para conseguir algo de ellos, y en ese momento recordó la adivinanza…
Si un rey besa a una reina y una reina besa a un rey ¿qué edificio público de Londres va a representar?
Hasta el momento no había encontrado la solución del acertijo, no había ningún edificio en Londres que tuviera un aspecto similar al de dos personas besándose, y los edificios relacionados con la realeza tampoco parecían encajar lo suficiente como para ser la respuesta. A pesar de que John era excelente con estos problemas, en este momento estaba estancado, su mente no funcionaba con la misma agilidad. La falta de sueño, el estrés y la incertidumbre constante eran claramente visibles en su persona, su rostro usualmente alegre se encontraba con unas ojeras enormes, su cabello completamente alborotado y su ropa, usualmente pulcra, estaba hecha un completo desastre. Si continuaba con este ritmo de trabajo no iba a conseguir absolutamente nada, aparte de cansarse cada vez más, así que decidió irse a su casa, ya era muy tarde por lo que dudaba que Kreves viniera a la estación de policía y de igual forma podrían hablar todo mañana.
Por otro lado, Kreves, a pesar de lo que supuso John, se estaba dirigiendo a la estación de policía. Tras ver la hora se percató de que John seguramente no estaría en la oficina, pero eso no era de importancia para él, quería llegar para repasar la evidencia de cada uno de los casos. Ahora tenía más información a su disposición y podría ver todo desde otra perspectiva.
Al llegar a la estación fue recibido por un silencio sepulcral, había solo un par de policías que pertenecían al turno de la noche, el resto ya se había marchado a su casa hace bastantes horas, por lo que la mayoría de la estación estaba a oscuras. Subió rápidamente a su oficina y encontró todas las carpetas que John había dejado, estaban todos los informes de la doctora Abbat, imágenes de todas las escenas y había unas cuantas anotaciones en cada uno de los documentos. Revisó toda la evidencia a su disposición, la repaso con minuciosidad, los sitios en los que habían sido depositados los c*******s, la forma en las que los habían hallado, cualquier cosa que le pudiera dar evidencia extra sobre el caso, y tras unas horas sus plegarias fueron escuchadas…
En el pie de la primera víctima hallada en el puente Lambeth se podía ver un escrito “Рудий ліс”, al igual que en el anterior caso, si no se observaba con detenimiento podrías pasarlo como una simple mancha, pero ahora Kreves recordaba su lengua materna y pudo entenderlo claramente. “Bosque rojo”, no sabía exactamente su significado, pero estaba seguro de que sus padres adoptivos tendrían la respuesta para varias dudas que se acumulaban en su cabeza. Su memoria no estaba completa todavía, sin embargo, ahora era más consciente de los motivos del asesino.
Observó el mapa en el que anotaban los sitios de deposición de las víctimas, ahora sabía que el patrón que estaban formando no era al azar, este estaba relacionado a la catástrofe del 86, tenía que descubrir que se estaba formando exactamente así que tendría que visitar a sus “padres” una vez más en busca de respuestas.
Las horas transcurrieron, Kreves permanecía en su oficina, pensaba en los acontecimientos vividos en las últimas veinticuatro horas, en todo lo que había descubierto, he intentaba encajarlo con el caso que tenían presente. Sin embargo, no podría continuar con su tarea, ya que a las cuatro de la mañana sonó el teléfono de la estación… otro cuerpo, y esta vez, el asesino le había dado un toque teatral a la escena.