Capítulo XII
XIIVerena lo reconoció; lo había visto la noche anterior en casa de la señorita Birdseye, y le dijo a la dueña de casa:
—Ahora me retiro. Tiene usted otras visitas.
Verena pensaba que en el gran mundo (como la señora Farrinder, también ella pensaba que la señorita Chancellor pertenecía a él… y que por permanecer en esa casa ella misma estaba dentro de él), en las más altas esferas sociales, era costumbre que un visitante partiera cuando llegaba otro. En la puerta de algunas casas le habían dicho que no podía ser recibida porque la señora de la casa tenía visitas, y en esas ocasiones se retiraba con un sentimiento de aprensión más que de ofensa. No se trataba de las puertas del gran mundo, pero en ese sentido ella pensaba que trataban de emular esos bastiones. Olive Chancell
