cinque

1076 Words
La mesa regreso al poco tiempo, dirigiéndose hacia el primero nuevamente. Yo solo pude reclinar me en mi asiento cruzada de brazos muy indignada, lo único que me consuela es imaginarme cuánto tiempo estaría allí como tonta esperando que le diga algo, porque yo no pienso volver a ayudar. —Due di questi per favore.-Dijo señalando varias cosas del menú. Entendi que había pedido por ambos porque pidió dos de cada cosa, aunque también está la posibilidad de que coma a proporcion de su enorme tamaño La encreida mesera se fue sin darme la oportunidad de decirle algo. Nos mantuvimos en silencio largo rato mientas llegaba la comida, pero nunca fue incómodo, su mirada me inspira confianza aunque yo se que cualquiera más inteligente que yo se andaría con cuidado. Sus ojos son de un azul hermosos que jamás había visto, pero tiene ojeras entre rosadas y moradas que le dan aspecto de haber llorado con mucha rabia, si lo que digo tiene algún sentido. Su pelo rubio y rizado me encanta, nunca me gustó en mi pero a él le queda perfecto, y más con su tono de piel, parece un lindo y pálido durazno. —Aqui está su orden, espero la disfrute. Enserio está chica es una imbécil, aunque sea por el bien de su trabajo debería pretender ser amable. —Spero che ti piaccia quello che ho ordinato, se non ti piace ordiniamo qualcos'altro. Me tendió una malteada y una orden de hamburguesa con papás fritas. Recuerdo que la última ves que comí esto fue cuando tenía 7 años y mi Nana me lo hacía para que no me sintiera triste cuando mis padres salían de viaje, que era bastante frecuente. Pero cuando mi madre se enteró que me daba comida chatarra la corrio.—¡Por tu culpa mi hija se pondrá gorda?-Decia mientras la echaba de la casa. —Come, come. Dijo el tipo haciendo me señas Di mi primer bocado, que rico no recordaba que una hamburguesa supiera tan deliciosa y las papas eran perfectamente crujientes y saladas. Lo vi sumergir una en su malteada y yo no dude en hacer lo mismo. No pare hasta darle fin a mi comida y igual hizo el. Termine demasiado satisfecha como para moverme, tendré que prolongar un poco más mi plan de huida. Por último pidió una cerveza y yo lo observé tomarla mientras intentaba que no me rindiera el sueño. —Como te llamas.-Le pregunte sin más. Dio una leve pausa a su sorbo y dijo. —Lorenzo. Valla Lorenzo, un nombre Italiano muy común, no está mal pero me imaginaba algo más heroico, aunque no soy quien para hablar si nunca cuestione el nombre de Jack, el nombre menos Italiano posible. —Yo, mi chiamo Beatriz.-Por si te lo preguntabas dije entre mi. Mientras el tomaba su bebida yo seguia en la lucha de que mis ojos no se cerrarán. Siento como párpado cada vez más lento, prolongando el tiempo que tardo en abrir los ojos. Pero una vez más un huracán de cosas pasaron ante mis ojos antes de que pudiera digerir lo que pasa. —Ucciderò tutti se si muovono! -Gritó Lorenzo mientras sostenía un arma apuntando hacia la mesera. Pero que mierda está pasando, de un momento el tipo tomaba una cerveza tranquilo y ahora está asaltando el lugar. —No es necesario que hagas esto, yo tengo dinero para pagar.-Le dije con la voz quebrada tendiendo le los pocos billetes que tenía guardados con mi mano temblorosa. —Non muoverti e non ti succederà nulla. No sé si sentirme bien por haber entendido eso o preocuparme. —Dame Todo el dinero ahora.-Le decía a la mesara para luego empujarla en dirección a la máquina registradora. Los cocineros y comensales mantenían la mirada hacia el suelo con las mano levantadas, mientras la chica sacaba los billetes de la caja, los metió en una bolsa de las que usan para entregar comida para luego regresar hacia nosotros para entregársela a Lorenzo. Cuando le faltaban unos cuantos pasos para llegar Lorenzo le señalo con la mano que parará. —Acuesta te en el piso y lanza la bolsa con cuidado hacia mi. Ella obedeció se tiró al suelo y lanzo la bolsa a los pies de Lorenzo, el la levanto rápidamente y se estiró para jalar me de mi asiento para luego empujarme hacia la salida. Mierda que más puedo hacer, si me niego y me quedo está gente me linchar por haber llegado en compañía suya. La otra opción es escapar como planeaba, pero después de ver qué el tipo tiene un arma sería estúpido de mi parte solo echarme a correr, con la esperanza de ser más rápida que el, que su moto pero más importante más rápida que una bala. Salió detrás de mio y mientras apunta a la gente con una mano con la otra me sobre puso el casco en la cabeza. —¡Sube!- Ordeno. Me subí y el dejo de señalar a la gente con el arma para luego apuntarme. Instintivamente dije— No por favor, no lo hagas. Yo haré lo que tú me pidas pero no lo hagas. —Nessuno fa niente di stupido o muore! Me subí y el me empujó hacia delante con su cuerpo. Desocupo una de sus manos tendió me la bolsa con los billetes para encender la moto. Arranco y manejo conmigo enfrente alejándonos de aquel lugar. Ahora que voy a hacer, que le voy a decir a la gente pero sobre todo a mi padre, mientras el maneja hacia no se dónde solo puedo imaginar el momento en el que me toque hacer alguna declaración. “Señorita ¿Es verdad que la secuestraron?" “Al principio no pero luego si.” “ Y es verdad que es cómplice de robo a mano armada " “Al principio si pero luego no" Volvió a tomar pista manejando con más velocidad. Yo volví a cerrar los ojos, pero esta ves no por el dolor si no por miedo a ver a la muerta a los ojos ya que esta más obscuro que antes, solo podíamos ver lo que iluminan las luces de la moto, tengo miedo a que pase con caro tan cerca y choquemos o hallan curvas cerradas. —¿¡Cuánto más falta!? Pregunte desesperada. Pero el no respondió nada, que ironía yo no hablo bien Italiano y el solo sabe intimidar en Español.
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