Josephina

2. Giuseppe

Salimos del auto y al entrar al ascensor nos volvemos a besar, esta vez mas eróticamente manoseándonos todo el cuerpo, roso con mis manos su pantalón y puedo sentir su erección a mil, realmente se siente inmenso, cuando el ascensor se detiene las puertas se abren directamente en su departamento, me parece que puso una clave al entrar que nos llevo directamente ahí, una vez dentro él  me levanto y yo enrolle mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello, avanzamos por lo que parecía un gran salón hacia lo que me imagino será su dormitorio.

Giuseppe

Mi nombre es Giuseppe Richett tengo 28 años, soy abogado y pertenezco a una familia de abogados legendarios en el país H, estoy recién llegado al país C por vacaciones y para tener una reunión importante con un bufete local, que me está ofreciendo una sociedad para que abramos una sucursal del bufete Richett Asociados en este País, el país C ha logrado convertirse en unos de los paises mas prósperos en estos días, acá viven  muchas familias poderosas cuyos negocios están en auge y van a necesitar mucha asesoría legal.

Las condiciones ofrecidas son las mejores, mi bufete en otro momento no hubiese considerado esta propuesta, pero la verdad es que yo necesito alejarme del Pais H por un tiempo, así que no tengo mucho que pensar, solo tomar la decisión más importante que sería hacerme cargo yo mismo del bufete acá y mudarme a este País. Aun no conozco nada ya que recién tengo dos días acá y el hijo de nuestro socio me llevo a una fiesta para que vaya conociendo a los hijos de la elite del País.  

Pero a quien conocí fue a una pequeña princesa que me quito la respiración, solo al verla mientras caminaba rumbo a la pista de baile no podía quitarle la mirada de encima, su rostro perfecto, sus ojos, sus labios carnosos y su cuerpo espectacular, esas piernas tan delgadas y largas que la hacían ver como una modelo de pasarela, ella se tropezó conmigo pero ni levanto la vista para verme solo siguió su camino, la vi adentrarse en la pista y tuve el impulso de seguirla, la observe mientras bailaba sola levantando sus manos y bailando de una forma tan provocativa con ese vestido que se subió más al levantar los brazos casi a punto de dejar ver su ropa interior, bailaba y bebía de su copa y más de uno la estaba observando, al parecer no iba a pasar mucho hasta que algún tipo se le acerque a ligar, así que me apresure y me puse detrás de ella, moviendo mi cuerpo al mismo vaivén que ella, levante la mano para quitarle la copa que ya estaba vacía y se la entregue al mozo que pasaba cerca, y la tome por la cintura volteándola para tenerla frente a frente, quería que me vea y sepa con quien estaba bailando, ella levanto su rostro y luego de unos segundos puso sus manos detrás de mi cuello y acerco su rostro a mi pecho sin dejar de menear sus caderas de forma provocativa.

Bailamos por mucho tiempo hasta que la veo mirar su reloj y me pongo alerta, eso significa que esta por irse y no creo que pueda dejarla ir así no más. Me acerco más a ella y empiezo a besar el lóbulo de su oreja, y luego de forma muy suave sus labios, pidiéndole permiso para introducir mi lengua y recorrer toda su boca con ella, nos besamos jugando con nuestras lenguas en una batalla sensual mientras la hago retroceder hasta la pared, la beso hasta quitarle todo el aliento que ella pueda tener, cuando veo que ya no aguanta más la suelto, me separo y la miro y ella me mira y me sonríe provocadoramente así que la tomo de la mano y salgo con ella rumbo al estacionamiento donde está el auto que el bufete a rentado para usar mientras viva en este país.

Vamos hacia mi departamento, este si es propio ya que mi familia tiene algunos departamentos en varios países del mundo, siempre estamos viajando por alguno que otro cliente que mantenemos a nivel mundial.

 En el auto ella empieza a besarme el cuello y yo estoy a volviéndome loco, piso el acelerador para llegar lo antes posible ya quiero tenerla debajo mío haciéndola llegar al placer máximo, puedo decir que nunca he perdido el control de esta manera con ninguna chica, tanto en mi pais como en alguno de mis viajes, ya sean de placer o negocios, pero hoy lo estoy perdiendo con esta pequeña hechicera.

Felizmente el departamento está cerca de la casa donde se realizo la fiesta, así que llegamos rápido, estoy tan excitado que la tomaría ahí mismo en el estacionamiento.

Apago el motor del auto y seguimos besándonos como dos locos, ella toma mi camisa y la saca de dentro de mis pantalones y cuando llevo mi mano al botón para quitármelos ella me para en seco, la miro extrañado pero por su reacción  me doy cuenta que no va a continuar en el auto y eso está bien, a mi también me gustaría probar a esta princesa en mi cama, tenerla totalmente desnuda para volverla loca hasta que me pida a gritos que la haga mía, satisfacerla y demostrarle mi experiencia con las mujeres.

 Al llegar a mi departamento la tomo en mis brazos, la cargo y la llevo hacia mi dormitorio colocándola sobre la cama, me recuesto sobre ella y continuo con mis besos, juego con su lengua, beso el lóbulo de sus orejas, juego con sus pezones succionándolos hasta hacerla gemir de placer y voy bajando hacia su ombligo, quiero que explote de placer, el vestido que trae puesto lo tiene casi enroscado en el cuello, así que la ayudo a quitárselo y así poder verla totalmente desnuda, solo con su pequeña pero muy provocativa ropa interior, con mis dedos la tomo y doy un tirón logrando romperla y ahora si la veo como vino al mundo y es realmente hermosa, totalmente perfecta, tiene un tipo de picardía y sensualidad marcado en sus ojos, sus labios semi abiertos invitándome a seguir adelante.

Hago que ella encoja sus piernas y me pierdo en su interior, mi lengua recorre toda su intimidad y siento como ella empieza a perder el control, su corazón late tan fuerte y rápido como el mío, sin dejar de mirarla me separo un poco para quitarme la camisa y cuando voy a quitarme el pantalón me pide algo de tomar, así que la dejo un segundo mientras voy por unas copas y un poco de jugo para los dos.