Alejandro está apoyándose del marco de la puerta jadeando en desespero, con la cabeza agacha. Intento lanzarle la puerta para cerrarla con rapidez, pero él la detiene y, hace todo lo posible para entrar. Me alejo de la puerta y corro hacia la cocina. Él entra, mirándome con la respiración acelerada. Busco algo para protegerme, tomando en mis manos un sartén, lo más cerca que tenía. Le apunto con el sartén empuñándolo con las manos temblorosas. ─¡No te me acerques!─Le grito con la voz quebrada, casi ronca. ─Por favor, Katherina, escúchame...─ Ruega acercándose más a mí. Sus piernas largas al dar un paso acortan la distancia de manera peligrosa. Aprieto mis labios, frustrada, sin saber qué pensar. Solo estando segura de algo, si él me toca, caeré para bailar con sus demonios. ─¡No!─ Le d