─Tócate para mí─ repite, pensando que no he entendido o me hago la loca. Bajo mi mirada, observando el agua y es transparente ¡Se ve todo! Tomo una bocanada de aire, ante la locura que haré. Este hombre realmente rompe todos mis esquemas de manera excitante y eso me fascina. Procedo a hacer lo que me ha dicho, no tengo nada que perder, pienso. Deslizo mis dedos por mi vientre, posando mi mano en mi sexo mirándonos, compenetrándonos. Ante la sensación y toda la excitación palpable en mi rostro ardiendo ante su mirada, mi cabeza se inclina hacia atrás sintiendo la exquisitez de esta locura. Acariciando mi centro, suavizando y haciendo círculos en él. Me siento muy excitada. Acelero la acción y mi otra mano se posa en uno de mis pechos, acunándolo y apretándolo. Mis pezones se posan duros