Cenamos todos juntos, la niña no tardó en dormirse después de haber cenado. - La voy a subir a la habitación de Geum, allí estará más cómoda. Le dejaré la puerta abierta, por si se despierta durante la noche. - Está bien, papá. —afirme, bostezando. - Yo debería irme a casa. - Es mejor que te quedes, Ian, ya es tarde y estás cansado para conducir. Hablo mi padre mientras levantaba a la niña del sofá y se la llevaba en brazos escaleras arriba. Adam también se levantó del sofá. Él hizo lo mismo, se fue escaleras arriba. - Dormiré en el sofá. —dijo el chico. - No seas tonto, siempre duermes en mi habitación, incluso compartimos cama toda la semana y ahora te da vergüenza. —Solté con cierta gracia. Los dos nos dirigimos a mi habitación, mientras él seguía dudoso de subir. - No m