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2266 Words
Entre en el despacho de Geum y me senté en su mesa. El mayor dejó lo que estaba haciendo y se centró en mí, cruzándose de brazos. - Dos días muy enferma, y hoy te levantas como una rosa ¿no? - No lo vas a creer, fue magia. Yo creía que iba a morir… Adam tiene poderes curativos, seguro me cure cuando compartí aire con él.—Solté apretando los labios. - No me jodas Lea, ¿Me estas diciendo que haberte comido los gases de Adam por la noche te curo mágicamente? - Adam sufre de muchos gases… no fue agradable dormir con él.—confesé. El se cruzó de brazos, ladeando su cabeza. - Ya, no me lo creo. Me mentiste, Lea. Te crei muy enferma… - Osea me creíste muy enferma, pero no te preocupaste por ir a verme ¿no? —fingí indignación. El se llevó la mano al puente de la nariz. - Adam no me dejaba entrar, sabes lo sobreprotector e idiota que es contigo. Es demasiado celoso cuando tú y yo estamos juntos. Le jode muchísimo. Y si, Adam era de esos hermanos celosos. También lo era con papá cuando pasaba más tiempo con Geum. - Dejemos a un lado los celos de Adam, necesito consejo, Geum. El mayor se acomodó mejor en su silla, me levanté y empecé a caminar en círculos por su despacho. - Cuéntame, ¿qué te pasa? - Nos asignaron nuestro primer caso. Es Yina Choi, una chica de veinticuatro años y que estudiaba en nuestra universidad. La cuestión es que compartía algunas clases con ella, pero nunca le di importancia. - Comprendo, a ti solo te importa Toby en la universidad. - Es mi mejor amigo, y no, no solo Toby. Tengo más amigos, Geum. Pero Yina no estaba en ellos. El chico bostezo, dándome a entender que lo estaba aburriendo. Suspire con frustración. - No puedo con James… Estoy emocionada con el caso, es el primero que tenemos. Pero James es tan arrogante. - ¿Y tú no lo eres? Hable con Aria, y me comentó lo que había pasado esta mañana. Tu también eres arrogante y muy orgullosa. Tenéis que aprender a no intentar sobrepasar al otro y terminar trabajando juntos, como equipo. Dicho eso, se levantó y señaló la puerta, para que saliera de su despacho. Asentí, salí de su despacho. Me dirige a la máquina expendedora que había en el pasillo, moría de hambre. Saqué una chocolatina y un refresco, para después volver a mi puesto. Decidí buscar fotos de Yina por la web de la universidad. Al parecer era una chica bastante popular. Estaba en varios grupos deportivos y además era una buena estudiante. ¿Quién tendría intención de matarla? Osea es evidente que no fue un suicidio, ni una muerte accidental. Fue asfixiada, asesinada. Me llevé un susto de muerte cuando levanté la cabeza y vi a Jimin mirándome fijamente, desde enfrente. - ¿Qué miras…? - Nada… Bueno sí, según mi madre, tu familia es la que más tiempo lleva en comisaría. —confesó curioso por dicho dato. - Si bueno, los Walker, los Malson y los James llevamos llevando la comisaría muchísimos años. Nuestros abuelos trabajaron juntos, igual que nuestros padres. - Es sorprendente que a pesar de que pasen los años, siga habiendo rivalidad entre vuestras familias. - Bueno somos familias muy orgullosas, nos gusta liderar. ¿Por qué tanto interés? No entendía porque le importaba tanto la historia de nuestras familias. - He visto que tienes experiencia, ¿eso lo aprendiste de tus antepasados? - Eso lo aprendí viendo CSI y documentales criminalísticos. Mi padre no quiere que trabaje en la policía, mucho menos en homicidios. Pero mi abuelo si quería que al menos uno de sus nietos, fuera policía. - Ian tiene una historia parecida, sólo que es al contrario. Su padre lo obliga a ser inspector, y de los mejores. No respondí, me quedé en silencio. Jimin se levantó y se acercó, hasta quedar a mi lado. Los dos nos quedamos mirando las imágenes de Yina. - Es triste, parecía ser una buena chica… —susurró Jimin - Por eso pillaremos a la persona que le hizo eso. Deberíamos hablar con amigos suyos, los que salen con ella en las fotos. - Levanten el trasero, debemos ir a casa de Yina. Hablaremos con sus padres y revisaremos su habitación, en busca de pruebas. —Soltó James. Me levanté, cruzándome de brazos. Jimin imitó mi acción. - ¿Crees que sus padres nos dejarán entrar en su casa como si nada? —pregunté enfrentandolo. James se acercó más, quedando frente a frente. Se agachó, para hacer más ridícula la escena y sonrió de lado. - Conseguí una orden de registro y tenemos placas de identificación, ¿recuerdas? Dicho eso, se alejó por el pasillo. Bufe muy molesta, a Jimin le hizo gracia. Los dos terminamos siguiendo al del pelo n***o. Montamos en su todoterreno y otra vez Jimin me dejó ir delante. - Intenta ser sensible con los señores Choi, acaban de perder a su hija. - Serás tú, quien se lo diga. Yo conseguí la orden. —soltó James divertido. - ¿Y eso que tiene que ver? es trabajo en equipo. - Pues eso, no voy a hacer yo todo. Tu hablaras con ellos. —sentenció. Quería pegarle un buen puñetazo, pero entonces tendríamos un accidente de coche y seguramente me sancionarán, por agredir la integridad moral y física de un compañero. Pero bueno, ganas no me faltaban. Estábamos por llegar a la casa de los Choi, pero mi teléfono no dejaba de sonar. El idiota de Adam, no dejaba de llamarme. - ¿No vas a contestar? —preguntó Jimin Terminé teniendo que contestar, Adam no pararía de llamar. 《- ¿si..? - ¿¿Como que si?? ¿Dónde estás? ¿¿Por qué no has llegado al restaurante para comer?? —subía la voz molesto. - Adam no alces la voz… te oigo bien. Estoy en un caso, cuando termine iré a casa. - ¿Dónde estás? Dímelo y voy por ti. Me estaba dejando en vergüenza. - Adam no… ya volveré sola a casa, por favor. - Insisto en ir a por ti. No puedes venir sola. - Adam dije que iré y… El de cabello n***o me quito el teléfono, con la mano libre, mientras la otra seguía en el volante. - La llevo yo a casa, ahora estamos trabajando. 》 Dicho eso, colgó y me devolvió el teléfono. Iba a rechistar, pero me había librado de Adam. - Tú hermano es adorable, ojalá mi hermano se preocupara por mi. —susurró Jimin en la parte trasera del coche. - Mientras trabajamos, pon el teléfono en silencio. —ordenó James - Está bien. Es lo único que dije. Terminamos llegando a casa de los Choi. Era un barrio residencial y estaba apartado del centro de la ciudad. Eran adosados, todos iguales. Dejo el coche, frente a la casa de los Choi y bajamos los tres. Debía admitir que estaba muy nerviosa. Pero debíamos hacer esto. Estaba por pulsar el timbre, pero se adelantó Ian James. Cuando vi a una señora mayor abrir la puerta, una parte de mi se sintió horrible. La señora nos dejó pasar a los tres, Jimin se encargó de hacer un par de llamadas a la forense Park. Estábamos sentados, junto a la señora y un hombre de unos 40 años. - Venimos a hablar de Yina Choi... - ¿Pasa algo con hija? ¿son policías de la universidad? —preguntó él hombre. - Somos agentes en prácticas, inspectores más concretamente. —Aclaro James. Me sentí horriblemente mal, decidí sujetar las manos de la señora, y que se veía muy preocupada. Me dio lástima tener que darle una noticia tan mala, como es la muerte de una nieta. - Lo que quiere decir es que trabajamos para la policía, estamos aquí por Yina Choi. Su hija ha sido encontrada sin vida, señor Choi. La sensación que sentí cuando ese hombre se vino abajo, al saber que su hija estaba muerta, fue horrible. Con sólo un par de palabras, podía hacer más daño que cualquier arma… - Pero no entiendo… ella estaba bien, ayer por la mañana hablé con ella. Se quedó a dormir en casa de su amiga. —confesó el hombre desconcertado. - ¿amiga? ¿Qué amiga? —preguntó James. - Necesitamos saber con qué personas estuvo Yina, estos últimos días. —aclare de forma amable. - Y si vio algo raro en ella. —Añadió de nuevo James. - Estaba un poco angustiada, recuerdo que el miércoles no quería ir a clase. Pero aún así fue… no debí dejarla ir. - usted no tiene la culpa, encontraremos al responsable. —susurré, sin saber qué más decirle. - ¿Fue asesinada? —seguís preguntando el hombre. - No podemos contarle aún más, señor. Pero es la hipótesis más correcta. Ian se estaba agobiando con la situación. - Les daremos una lista con los nombres de los amigos con los que solía ir. Ambos asentimos a lo que dijo la abuela. - ¿Podemos ver la habitación de Yina? Es para buscar pruebas. —pregunté con cautela. - Claro, ven os guiaré a ella. Subimos a la segunda planta junto a la abuela y allí nos guió hasta la habitación. Después salió dejándome sola con Ian. Jimin hablaría más con ellos. Me paseaba por toda la habitación, mientras James estaba sentado en la cama. - Busca alguna pista, no te quedes sentado. Hablé, mientras revisaba las fotos que había por su escritorio. - No eres muy sociable, pero si eres sensible ¿no? - ¿a qué viene eso, ahora? —pregunté, mientras observaba la habitación. - Por nada en particular… me gusta observar, solo eso. - Pues observa la habitación de Yina, que es lo importante. El chico se levantó, y se acercó a mí y a las fotos. - No creo que encontremos nada aquí. Pero podemos saber que era una chica muy sociable, se ve en las fotos. También era muy ordenada, solo hay que observar su habitación. Debemos hablar con ese chico y esa chica. Señaló una foto en la que salía Yina con un chico y una chica, deduzco que sus amigos más cercanos, ya que tiene varias fotos con ellos dos. Agarré la foto y los miré con detenimiento. El chico suspiró pesado, para después dirigirse a la puerta de la habitación. Imite su acción los dos salimos y bajamos de nuevo. Hablamos unos minutos más con la familia Choi y salimos de la casa. Ya fuera, eran pasadas las ocho de la noche, ya estaba oscuro. Subimos los tres al coche. Primero dejo a Jimin en su casa, quien resulta que vive en la otra punta de donde vivo. - Buenas noches chicos, ¡nos vemos mañana en clase! El rubio bajó del coche y llamó a la puerta de su casa. ¿No tienes llaves? Pues parece que no, su madre, la forense Park abrió la puerta. Nos saludó, para dejar pasar a Jimin. Después seguimos nuestro camino, tuve que darle la dirección. - Vives a una manzana de mi casa, es estúpidamente cómico. Me odias y vivo al lado. - No te odio James, solo somos totalmente iguales y la vez tan distintos. - En eso estoy de acuerdo. No hablamos más, en todo el resto del trayecto. Paro delante de mí casa, justamente Adam y mi padre estaba en la puerta. Habían sacado a Holly. Bajé del coche, pero Ian James también lo hizo. No entendí porque. Mi padre al vernos, se acercó, igual que Adam. No entendía porque Ian seguía fuera del coche y porque no se iba. - Buenas noches, llegas muy tarde Lea. - Es culpa mía señor, nos liamos un poco con ese nuevo caso y dejamos a Jimin en su casa. - ¿Park Jimin? - Si papá, bueno es tarde, deberíamos entrar. Intenté que se metieran en casa, pero fue imposible. Adam no tenía ganas de entrar en casa. - ¿Y que se supone que haces con mi hermana a estas horas? - Adam… deberíamos entrar.—sugerí. - Estamos en mitad de un caso, es importante que lo resolvamos, porque es el primero. —añadió James sonriente. - Es entendible, ¿Por qué no vienes el lunes, junto a Jimin y se quedan a comer? me gustaría conocerlos mejor. —Sonrió mi padre tras la invitación. - Si, a mi también. Yo mismo cocinare. —añadió Adam, con cierto fastidio. - No hace falta papa… osea el es Ian James y el otro es Jimin Park, ya está. Ya los conocen. - Será un placer, señor Walker. El lunes después de clase vendremos a comer. Si me disculpan, debo regresar a casa. Mi madre estará preocupada. me ignoraron por completo. - Oh claro, ve con cuidado. El chico asintió, para después subir en su coche. Mi padre entró, pero Adam aún no. Le di un buen golpe en el hombro, este se quejó. - ¡Ay! - ¿¡Pero que te pasa idiota!? —Solté molesta. - Solo estoy haciendo de hermano mayor, quiero conocerlo. Si va a estar trabajando contigo, necesito conocerlo plenamente. Necesito conocer cada defecto o debilidad que tenga. Dicho eso se metió en casa, bufé incrédula. - Será idiota… Me fui directa a la habitación, moría de sueño. No tardé literalmente nada en quedarme dormida. Mañana será un día complicado y lleno de emociones.
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