Estaba tan metida en mis pensamientos, que no me enteré de que los tres hombres de la casa me estaban hablando. - ¿Leania en qué tanto piensas? ¿Te encuentras bien? —preguntó mi padre. - esta metida en su mundo de arcoiris y unicornios, papá. Hablo Geum intentando molestarme, en parte lo hizo, pero estaba desorientada y no tenía ganas de debatir nada. - Ya dejala, fue un día demasiado largo. Me defendió Adam. - Pero si no le dije nada malo, Adam, siempre tienes que meterte por medio. - Me meteré donde me dé la real gana, Geum. - Si claro, enano. - Habló, la jirafa. —se defendió Adam. - Ya dejen de discutir, tienen a su hermana en el medio y van a empezar con sus golpes de canguro. Comportaros en la mesa, por favor. Geum terminó dándose por vencido, Adam me abrazó victor