Me levanté temprano, debía ir clase. Me asee y me puse el uniforme de la universidad. Guarde todos mis libros en la mochila y salí de la habitación.
Baje adormilada, tanto que me caí por las escaleras. Pero cai justo encima de Adam. Buen colchón.
- ¡¡aah!! ¡Lea!
Inmediatamente me quito de encima suyo, de un empujón.
- ¿Ya están discutiendo los dos? se acaban de levantar...
Nuestro padre nos miraba con su café en mano.
- ¡el/ella me empujo! ¡No, no es cierto papá! ¡Calla! ¡No callate tu! —dijimos al unisono.
- Ya paren los dos, solo cierren la boca par de niños.
Se quejaba el mayor, desde la comodidad de la mesa de la cocina. Este estaba desayunando tranquilamente. Me levanté del suelo y fui hasta este, para abrazarlo tal cual niña pequeña.
- Geum... ¿me llevas a clase?
- Uf no puedo hermanita... tengo mucho trabajo. Que te lleve Adam, que se pasa el día tocándose los cojones.
- Geum...
- Yo no pienso llevarla. Ya lo hice el otro día.
Se quejó mientras se levantaba del suelo, molesto. Se sentó en la silla, dispuesto a empezar a desayunar. Pero se lo impedi, ahora abrazándolo a él por el cuello. Más bien lo estaba asfixiando...
- Aparta por dios que asco, quita bicho.
- Pero miren qué hermanitos más adorables, dense más amor. ¡Mira papá! Los pequeños Walkers se quieren mucho...
Geumjae es el hermano que se la pasa picando a Adam, le encanta molestarlo y yo siempre estoy para ayudarlo. Pero es evidente que a veces también se unen ellos dos para molestarme a mi.
Pero en este caso, debía molestar a Adam Walker, apegue mi mejilla a la suya, mientras esté se quejaba.
- Ya dejame, está bien te llevaré. Pero apártate ahora mismo.
- ¡Yei! También me recogerás ¿no? —pregunté esperando que aceptara.
- Tampoco te pases, eso ya no.
- Debes ir a comisaría ¿no lea?
- Si, tengo que ir después de clase. Jonh nos dará nuestro primer caso.
- ¿Ya conociste a tus compañeros?
- Si, tenemos a Toby de forense en prácticas. También está Jimin Park que es un ayudante de inspector, un agente en prácticas. Y James, él también es inspector en prácticas como yo.
- ¿Familia de los James? ten cuidado con esos, son todos unos cretinos.
- Creía que todos los James eran mujeres.
- No, había un chico de la edad de Lea que estaba en Busan estudiando, ¿no lo recuerdas papá?
- Me suena algo. Seguro que lo mencionó el señor James en algún momento mientras elogiaba a su propia familia.
- De los únicos que puedes fiarte es de los Malson, menos de Toby, ese chico es demasiado raro.
- Debo irme, tengo reunión con el bufete de abogados. Compórtense y recojan antes de irse.
Se despidió de mí con un beso en la mejilla y de Adam revolviendo su cabello. Para después salir por la puerta. Me senté a desayunar, justo en frente de Adam. Notaba la mirada de este puesta en mi.
- ¿Qué tanto miras?
Negó con la cabeza.
- No es nada, solo te miraba...
- Debo irme ya, no se peleen más ¿Entendieron?
Los dos asentimos, el mayor terminó yéndose de casa. Termine de desayunar, mientras Adam limpiaba todos los trastos del desayuno. Diez minutos después salimos los dos de casa y subimos en su coche.
Durante el trayecto no hablamos, nos limitamos a escuchar la radio. Llegamos a la universidad, Adam aparco delante de la puerta.
- Portate bien por favor.
- No tengo cinco años, Adam.
- Fisicamente no, pero mentalmente tienes diez años. Venga sal, llegarás tarde.
Puse los ojos en blanco, para después dejar un beso en su mejilla y salir del coche. Toby me esperaba en la entrada, llevaba sus gafas y su libro libro mano. Al verme me saludó agitando su mano con frenesí. Fui hasta él a paso rápido. Este saludo a Adam sonriendo, el otro lo amenazó con un gesto de decapitarlo.
- Tan agradable como siempre.
- Él es así, Toby. Vamos a clase, no quiero llegar tarde.
Los dos entramos en el edificio y cruzamos los pasillos hasta mi taquilla. Cambie un par de libros, Toby hizo lo mismo, su taquilla está a unas pocas de la mía. Vamos a casi todas las mismas clases.
La mañana fue normal, al menos para mi. Me castigaron en química, por crear una bomba de humo y casi asfixiar a toda la clase. Terminaron llamando a Adam.
Y ahí estaba yo, esperando sentada en el banco de al lado del despacho del director Bang. Cuando vi a un enano enfurecido llegar a toda prisa por el pasillo, supe que de aquí no salía viva. Adam Walker me mataría.
Di gracias a dios, cuando el director salió e hizo que Adam entrará a su despacho. Tardó exactamente 20 minutos en salir y hacerme entrar. Sentía la mirada enfurecida de mi hermano, sobre mí.
- Fabricó una bomba de humo en clase.
- ¿¿Una bomba?? ¡Lea!
- Era de humo... no es para tanto.
- Era tóxico, señorita Walker.
- Lo siento muchísimo director Bang. —se disculpaba mi hermano.
- No es la primera vez que la señorita Lea, causa problemas. Ha golpeado a dos de sus compañeros, se ha escapado de clase, por no hablar de la cantidad de veces que ha interrumpido las clases con cosas totalmente ilógicas, como soltar a las ranas del laboratorio o traer un hígado humano a clase.
El chico se llevó la mano al puente de la nariz, para después acomodarse en la silla.
- Los golpee porque uno se sobrepasó... lo demás es cierto que no tengo excusa, lo admito.
- La expulsaremos dos días. Además de ponerle un castigo reglamentario. —sentenció el director.
- ¿¿Dos días?? ¿Tendré que aguantarla en casa dos días? —bufo incrédulo mi hermano.
- Me temo que sí, debería ser una semana, pero su expediente académico es impoluto. Pueden irse, por favor.
Los dos asentimos, salimos de su despacho y del edificio. Entre en el coche de Adam.
- ¿¡Una puta bomba Lea!? ¿¿¡Estás bien de la puta cabeza!??
- Fue un accidente... no volverá a pasar.
- Eso dices, pero la semana que viene será otra cosa. ¿¿En serio quieres ser inspectora de homicidios?? Pues no seas tú, la que mate a la gente.
- Lo siento Adam.
- ¿¡Qué le diré a papá ahora!?
- No se lo digas, por favor...
- No le diré nada, pero trabajarás toda la mañana en el restaurante.
No dije nada, no podía quejarme. Llegamos a su restaurante. Me pasé lo que quedaba de mañana limpiando mesas. No era agradable, pero me lo merecía.
Termine agotada, estaba sentada en las escaleras de la entrada del restaurante. Estaba metida en mis pensamientos, hasta que sentí como se sentaban a mi lado.
- Buenos días, inspectora Lea.
El rubio traía consigo un café, me sonreía ampliamente.
- No son buenos... ¿Qué haces aquí?
- Somos compañeros de trabajo, deberíamos reunirnos y conocernos mejor. El agente James vendrá ahora, le dije que viniera aquí.
- ¿¿Al agente James?? Espera ¿¿el viene??
- Si, lo llame yo. Estuve hablando con él, y le he dicho que venga aquí, debemos conocernos si vamos a trabajar juntos.
- Eso es cierto... pero innecesario. Trabajar juntos no significa que debamos ser amigos.
- Pero es mejor si nos llevamos bien...
El chico de cabello n***o nos interrumpió. Venía con su mochila colgando de un brazo. Nos miró a los dos, para después suspirar y sonreír negando con la cabeza.
- ¿Que te hace tanta gracia?
- Lea el es Ian James, James ella es Lea Walker. Dense un apretón de manos.
- No se porque he aceptado venir.
- Porque eres mi amigo...
Me levanté y apunte con el dedo al chico de cabello n***o. Es sonreía tal cual estúpido, se burlaba de mi y deduzco que por mi altura. Ya que estaba subida un escalón más que el y aun así él era mucho más alto.
- A mi tampoco me agrada tener que trabajar con vosotros. Yo trabajo sola.
- Genial, porque yo también trabajo solo.
- Pues bien.
- Pues vale.
Íbamos a seguir discutiendo, ya que a él le hacía gracia y a mí me molestaba muchísimo. Pero Adam interrumpió.
- ¿Limpiaste ya las mesas? ¿Quién son ellos? ¿¡Por qué están tan cerca ustedes dos!?
- Si, las limpie. No son nadie.
- hola Adam, soy Jimin ¿recuerdas?
- Por desgracia si, eres el idiota que persiguió a mi hermana por dos manzanas.
- Ese mismo... Él es James, Ian James. Somos compañeros de Lea.
- ¿Van a la misma escuela? llevan el mismo uniforme.
- Si, de hecho vamos a algunas clases con Lea, pero nunca nos ha ni mirado.
- Normal en Lea. Pasen, pero por dios alejense los dos...
Adam me agarró del brazo, alejándome de James. Entramos todos en el restaurante, nos dejó en una de las mesas más cercanas a la barra.
Desde esta nos miraba él, no nos quitaba la vista de encima. Estábamos los tres en la misma mesa y en silencio. Solo se escuchaba el ruido que hacía jimin al sorber de la pajita.
- Bueno deberíamos conocernos ¿no? empezaré yo.
El de cabello n***o se recostó en el asiento, para después suspirar. Imite su acción, no iba a dejarlo ganar. Si él se cree mejor, yo no seré menos. Estábamos justo uno enfrente del otro.
- Soy Jimin Park y tengo veintitrés años. Estudio en la misma universidad de vosotros dos. Me emociona trabajar con una Walker y un James, son dos apellidos muy conocidos en cuanto a la policía.
El rubio me señaló, dando a entender que me tocaba. Puse los ojos en blanco, para después colocarme bien en el asiento.
- Lea Walker, veintiún años. Hija del jefe de inspector Walker.
- Eres arrogante ¿no? Vas alardeando de que tu padre fue inspector jefe...
- Al menos el mío llegó a serlo, agente James.
- Pero terminó dejándolo, y cediendo su puesto a un Malson, en vez de a otro Walker. Eso no debió gustarle a tu hermano ¿no?
- Mi hermano está de acuerdo con eso. Así que no veo el problema. ¿Te jode que no se lo haya dado a alguien de tu familia?
- Creí que deberíamos cambiar de tema, ¿vieron el día soleado que hace hoy?
- Soy Ian James, veintitrés años. No creo que les importe saber nada más.
Dicho eso, se levantó y se fue como si nada. Tengo un rival. Un rival muy difícil.
- No pues un buen comienzo ¿no?
El rubio se había terminado la bebida. Suspire pesado.
- No me agrada, es un imbécil.
- Lo es, pero terminas cogiéndole cariño, ya lo verás. Solo dale tiempo. Debo irme tras él, quedamos en que me llevaría a casa...
Nos despedimos y terminó saliendo del restaurante. Me concentré en mi teléfono, hasta que Adam se sienta a mi lado.
- Tenía que ser James... ten cuidado con el, tienen fama de ser muy rastreros. Hará lo que sea para eliminarte y quedar él por delante.
- Entonces habrá que jugar sucio, Adam. Lea Walker no se rinde y menos por un cretino. Si quiere jugar, jugaremos.
- No lea... esto no va a terminar bien.
- Tranquilo, me haré la niña estúpida que no tiene ni la menor idea de lo que hace. Él se lo creerá y cuando menos se lo espere "pum" Lea Walker ganó.
- Se nota que eres una Walker, eres demasiado orgullosa. Vamos a casa, Jorge hará el turno de noche.
Asentí, los dos salimos del restaurante y nos dirigimos a casa. Allí Adam se encargó de preparar la cena. Estuvimos hablando sobre cómo ocultar a mi padre que me habían expulsado. Lo más lógico era hacerme la enferma. Algo raro, puesto que no soy mucho de enfermar. Así que mi padre se lo tomaría muy en serio.
Aún enferma suelo asistir a clase y Adam o Geum terminan teniendo que ir a recogerme. Esta vez me quedaría en la cama, fingiendo estar enferma. Todo sea por la salud de mi padre, no puedo darle más disgustos..