El enfrentamiento entre el Rey Licántropo y el Rey Kitsune estalló repentinamente, convirtiéndose en una lucha titánica. Los poderosos rugidos del majestuoso lobo blanco se entrelazaban con los guturales gruñidos del astuto zorro de múltiples colas, mientras se abalanzaban el uno sobre el otro, arañando y mordiendo con saña desatada. La ferocidad de ambos seres era aterradora, parecían estar dispuestos a aniquilarse mutuamente. Emily, aunque había recobrado el conocimiento, seguía aturdida por todo lo que presenciaba. La visión de esas bestias blancas claramente atacando para matarse era espeluznante; era una danza frenética de mordiscos y embestidas que sacudía la tienda con cada impacto de ellos cuando chocaban con las paredes o el suelo. Thomas aún sostenía a Emily por la parte trasera