—Gracias. —Vuelve a besar su mano y la ve muy sonriente, por fin había encontrado a una chica que no le iba a exigir más de la cuenta, simplemente lo valoraba y eso le gustaba a Ascher. —Muy bien, comamos, en unos minutos tendré que trabajar nuevamente. —Toma sus palillos y Ascher asiente. —Tienes razón señorita Ryan. —Está de acuerdo con ella. —Entonces me parece que tú bebida no lo tomaremos hoy. —Lleva una rodaja a su boca. —Tal vez. —Alza sus hombros un poco inocente—. Podría guárdala para otra ocasión —sugiere. —Pues sí, además, se ve deliciosa, ¿qué es? —pregunta muy intrigada. —Es un vino llamado La Española, es espumante y muy deliciosa, tiene sabor a fresa. —Ella asiente lentamente. —Seguramente debe ser carísimo, no debes gastar tanto para poder disfrutar cosas conmigo Asc