—Gracias por tráeme a casa. —Le sonríe cuando estaciona su auto al frente de su oscuro hogar. —De nada, estoy a tus órdenes. —Le guiña el ojo siendo coqueto y ella se ruboriza. —¿Qué harás mañana? —Saca conversación, pues porque aún no quería entrar a su hogar. —Pues... Es sábado. —Se lo piensa y hace un gesto recordando—. Trevor estará de cumpleaños mañana, organizó una reunión y lo más probable es que vaya, ¿y tú? —Da media sonrisa. —En la mañana nada, pero tengo que trabajar en la tarde. —Aprieta sus labios con lamentación. Ella quería disfrutar su juventud saliendo con sus amigos, pero para Holly ser adulto le tocó desde que sus hermanos nacieron. —De acuerdo, entonces estaré pendiente para llevarte y buscarte. —Se acerca a ella y le deja un beso cerca de los labios. —No tienes