Stranger: es raro
Stranger: no estuvo mal jajajaja
You: Luego repetimos
Stranger: vale
Stranger: papi :)
Continuó con lo siguiente de la lista. Tras deshacerse de la molesta sudadera procedió a azotar sus puntiagudos pechos, tan pequeños y firmes que vibraban en vez de botar.
You: Más fuerte
You: Puedes aguantar más que eso
Le dolía, lo supe por las muecas de la parte inferior de su cara. Guardé silencio, y ella siguió azotándolos incluso después de que estos tomaran un tono incandescente, incluso cuando le escocían tanto que hasta las caricias la hacían dar un respingo. No paró hasta ver la puntuación.
You: 550 puntos.
You: ¿Qué tal?
Stranger: bien
Stranger: me pican jajajajaja
You: Pero eso te pone
Stranger: sí, la verdad
You: Me gusta que seas sincera, putita
Stranger: a mí que me llames putita
You: No te lo digo para que te guste.
You: Es lo que eres
You: mi PUTITA
Stranger: sí, papi
Stranger: soy tu putita
You: Cálmate el picor de tus pechos
You: Chúpatelos
Stranger: no puedo jajaja son muy pequeños
You: Inténtalo
Stranger: tú lo que quieres es verme la cara jajajaja
You: Me gustaría
You: Eres guapísima, lo presiento
You: Me encantaría ver tu cara de putita
You: Ojalá pudiera ver tus ojos mientras te masturbas
You: ¿Te gustaría masturbarte para papi?
Stranger: mucho
Stranger: quiero correrme
You: ¿Estás mojada?
Stranger: sí
You: Compruébalo
Bajó una de sus manos hasta su entrepierna y tras meterse los dedos los acercó a la cámara para que viera las hebras de jugos que había entre ellos. Estaba empapada, la muy zorra.
You: Me encanta…
You: Lo que daría por comerte…
You: Apuesto que sabes muy bien
You: Prueba tus jugos
Ni corta ni perezosa, se chupó los dedos hasta dejarlos relucientes.
You: Así no, putita
You: Extiéndelos por tus pechos
You: Una vez lo hagas, chúpatelos
Stranger: no puedo, papi
Stranger: no alcanzo
Esta vez sí lo intentó, insistió en conseguirlo. Para ella debía ser humillante no poder chuparse los pechos ni aun subiéndoselos con las manos mientras sacaba la lengua lo máximo posible. Pero le puso tanto empeño que seguro que esa humillación la ponía cachonda.
Ninguno de los dos mencionó que se le había visto la cara.
You: Está bien, 600 puntos.
Stranger: te dije que no podía jajajaja
Stranger: seguro que hice el ridículo
You: Para nada. Gracias por intentarlo.
Stranger: de nada jajaja
You: ¿Preparada para el último nivel?
Stranger: preparadísima jajajaj
Diapositiva 5:
· Frota tu clítoris durante 1 minuto – 100 puntos
· Mastúrbate con un objeto – 100 puntos.
· Llega al orgasmo – 100 puntos.
You: ¿Qué opinas, putita?
Stranger: me gusta
You: ¿Podrás cumplirlo todo?
Stranger: sí, papi
Stranger: ¿es el último nivel?
You: Tras eso puedo pedirte más cosas, si quieres
You: Te daré puntos extra
Stranger: está bien
You: Cuando quieras
You: Imagina que te toco yo
You: Chupa tus dedos
You: Bien, eso es
You: Pon tus dedos sobre tu clítoris
En ese punto me resultaba imposible ver a esa zorra obediente como alguien que no fuera mi hijastra. Eso era lo que más me ponía. Estaba mal que un padrastro se aprovechara así de su niña, sí. Pero también estaba mal que una chiquilla de su edad se mostrara desnuda en Internet.
Ella se lo había buscado.
You: ¿Te gusta, puta?
You: ¿Te encantaría que papi te follara verdad?
You: Sentir la polla de papi en tu coñito virgen
You: Te agarraría por las caderas haciéndote gemir
You: Eres mi putita
You: Necesitas una buena polla
Mi hijastra se limitaba a asentir totalmente abierta de piernas mientras se masturbaba con una mano y se estrujaba el pecho con la otra.
You: Me gustan las putitas vírgenes
You: Podría enseñarte muchas cosas
You: ¿Te gustaría que papi te diera placer?
You: Metería mi polla adulta en tu boquita de niña
You: ¿Quieres chupármela, pequeña zorra?
Metía y sacaba dos dedos de su estrecho coño. Parecía tan apretada que dudé que fuera capaz de meterse ni uno más.
You: Joder… te llenaría la boca de semen…
You: ¿Te gustaría beber la leche de papi?
You: Responde, putita
You: Deja de tocarte y responde
Stranger: sí, papi
Stranger: quiero tu leche
You: ¿Te duplico la edad, lo sabías?
You: Podría ser tu padrastro
You: ¿Quieres mi corrida de hombre maduro?
Stranger: sí por favor
You: Ojalá mi hijastra fuera tan puta como tú
Stranger: dios sí
Stranger: me encantas, papi
You: Te haría beber mi corrida a todas horas
You: Mientras haces deberes
You: Mientras ves la televisión
You: Pondría mi polla dura en tu cara y te ordenaría que chuparas
Stranger: uffff… sí…
Estaba sobre el portátil con una pierna a cada lado y mientras escribía con una mano se hurgaba en el coño con la otra. En esa posición sus puntiagudos pechos y su boquita entreabierta quedaban cerca de la cámara. Imaginé cómo sería que me la chupara de verdad.
You: ¿Tu papi no te hace eso?
Stranger: ojalá lo hiciera
Movía los dedos agresivamente en su coño virgen. La muy zorra estaba disfrutando tanto que se mordía el labio inferior mientras agitaba las caderas adelante y atrás, al borde de un orgasmo.
You: Seguro que lo hace si se lo pides.
You: ¿Fantaseas con tu papi?
Stranger: sí
Stranger: mmmmm
You: Él no sabe que eres tan puta, ¿verdad?
You: Estoy seguro de que le gustaría saberlo
You: ¿Imaginas cómo sería tener a tu papi dentro de ti?
Ni siquiera se molestaba en responder, se limitaba a leerme mientras se masturbaba más y más rápido, más y más hondo. Estaba al límite, tan solo necesitaba un último empujón para tenerla en mis manos.
You: ¿La tiene grande?
You: ¿Le has visto la polla?
You: Usa el cepillo que me mostraste antes
You: Chúpalo como si fuera una polla
You: Mételo en tu coño de putita
Lo hizo como si funcionara a control remoto, podía pedirle lo que fuera y ella obedecía instantáneamente. Pensé que, si seguía metiéndole ideas incestuosas, mi hijastra acabaría por querer cumplir sus fantasías. Era cuestión de tiempo que no se conformara con imaginarlo.
You: Fóllate duro
You: Más
You: Hasta que duela
You: Te aseguro que yo te follaría más duro
You: Mi mano en tu cuello, mi polla dentro de ti
You: ¿Te gusta que duela?
El cabezal del cepillo chocaba contra su ingle a toda velocidad. El mango entraba y salía casi por completo de dentro de ella y por la expresión de su boca sabía que le dolía tanto como le gustaba.
You: Pareces muy estrecha
You: Ojalá ese cepillo fuera mi polla
You: Córrete para mí
You: Muéstrale a papi cómo te corres
You: Quiero ver cómo te contraes
You: Me estoy masturbando
You: Me pones mucho, putita
You: Eres la putita más obediente de Omegle
You: Tus fantasías incestuosas me encantan
You: Tengo la polla durísima
You: Es pensar que estoy ahí contigo y…uff
You: Que te estoy follando duro y tu padrastro entra
You: ¿Qué crees que haría?
You: ¿Crees que se le pondría dura?
No sé qué me excitó más, que la putita de mi hijastra acelerara el ritmo del cepillo o que asintiera mientras se relamía. La muy zorra sabía que me provocaba, que su propio padrastro la deseaba. Hubiera dado lo que fuera por saber qué pasaba por su cabeza tras pillarla masturbándose.
You: Córrete para los 900 puntos
Stranger: Paula tiene 950
Stranger: ¿cómo le gano?
You: Te pediré más cosas después
Stranger: no mostraré cara jajajaja
You: No te preocupes
You: Tenía otra cosa en mente
You: Una putita como tú sabrá qué hacer
Stranger: sí, papi
You: ¿Estás a punto de correrte?
Stranger: me corrí antes jajaja
You: Tendrías que habérmelo dicho
You: Putita viciosa
Stranger: quería correrme otra vez jajaja
Stranger: sí, tu putita, papi
Stranger: ¿qué hago?
Stranger: quiero el récord
Para no querer mostrar cara, me sorprendía que estuviera tan inclinada sobre el teclado. La webcam captaba su boca, la parte inferior de la montura de sus gafas y hasta la punta de su naricita. Por poco no veía sus ojos. Me estaba poniendo a prueba, quería ver si le insistía en traspasar el límite que me había impuesto desde el principio.
No iba a hacerlo, tenía mucho que perder. Me contentaba con ver sus preciosos pechos incipientes y el color rosado de su entrepierna.
You: ¿Podemos seguir hablando en Telegram?
You: ¿O en Snapchat?
You: Eres la mejor, putita
You: Quiero seguir hablando contigo
Stranger: jajajajaja
You: ¿Has disfrutado?
Stranger: sí jajaja
You: Pues más que disfrutarás
Stranger: no sé, no sé, deja que lo piense…
Me enamoraba su sonrisita juguetona.
You: Te daré 100 puntos más
You: Con eso sumarías 1000
You: Nuevo récord
Stranger: lo tenías pensado desde el principio eh jajajaj
You: Quizá
You: No te hagas de rogar
You: ¿Eres una buena putita o no?
Stranger: a veces soy mala
You: Entonces tendré que castigarte
Stranger: sí, papi
You: Necesito que sigamos en contacto para eso
Stranger: bien visto jajajaja
Stranger: ¿tú te corriste, papi?
You: Estoy a punto
You: Puedo mandarte un vídeo haciéndolo
You: Si me das una forma de contactarte ;)
Stranger: eres malo jajajaja
Mordiéndose el labio, seguro que imaginando cómo sería tener mi corrida de hombre maduro en su tierna boquita inexperta, se inclinó hacia adelante y me escribió su usuario de Snapchat.
You: Buena putita
You: 1000 puntos
You: Te contactaré
You: Lo pasaremos bien
Stranger: estoy segura, papi
Al día siguiente conecté con mi hijastra en Omegle. Fue fácil, había usado las mismas etiquetas que ella, así que el algoritmo nos hizo coincidir en seguida. En vez de mi cámara, conecté un programa que le mostraba unas diapositivas con acciones asociadas a una puntuación.
Mi hijastra debía haber jugado antes, porque entendió al instante que por cada acción que cumpliera recibiría la puntuación correspondiente, que era acumulable. El objetivo del juego era sumar la máxima puntuación posible. En la parte superior derecha estaba el récord actual, uno que me había inventado para una tal Paula, con 950 puntos.
Esta vez, “You” era yo y “Stranger” mi hijastra. Le hablé en inglés. Para más comodidad, transcribiré la conversación al español como hice en capítulos anteriores.
You: Hola, guapa.
You: ¿Quieres jugar?