¿Quieres jugar?

1756 Words
Stranger: es raro Stranger: no estuvo mal jajajaja You: Luego repetimos Stranger: vale Stranger: papi :) Continuó con lo siguiente de la lista. Tras deshacerse de la molesta sudadera procedió a azotar sus puntiagudos pechos, tan pequeños y firmes que vibraban en vez de botar. You: Más fuerte You: Puedes aguantar más que eso Le dolía, lo supe por las muecas de la parte inferior de su cara. Guardé silencio, y ella siguió azotándolos incluso después de que estos tomaran un tono incandescente, incluso cuando le escocían tanto que hasta las caricias la hacían dar un respingo. No paró hasta ver la puntuación. You: 550 puntos. You: ¿Qué tal? Stranger: bien Stranger: me pican jajajajaja You: Pero eso te pone Stranger: sí, la verdad You: Me gusta que seas sincera, putita Stranger: a mí que me llames putita You: No te lo digo para que te guste. You: Es lo que eres You: mi PUTITA Stranger: sí, papi Stranger: soy tu putita You: Cálmate el picor de tus pechos You: Chúpatelos Stranger: no puedo jajaja son muy pequeños You: Inténtalo Stranger: tú lo que quieres es verme la cara jajajaja You: Me gustaría You: Eres guapísima, lo presiento You: Me encantaría ver tu cara de putita You: Ojalá pudiera ver tus ojos mientras te masturbas You: ¿Te gustaría masturbarte para papi? Stranger: mucho Stranger: quiero correrme You: ¿Estás mojada? Stranger: sí You: Compruébalo Bajó una de sus manos hasta su entrepierna y tras meterse los dedos los acercó a la cámara para que viera las hebras de jugos que había entre ellos. Estaba empapada, la muy zorra. You: Me encanta… You: Lo que daría por comerte… You: Apuesto que sabes muy bien You: Prueba tus jugos Ni corta ni perezosa, se chupó los dedos hasta dejarlos relucientes. You: Así no, putita You: Extiéndelos por tus pechos You: Una vez lo hagas, chúpatelos Stranger: no puedo, papi Stranger: no alcanzo Esta vez sí lo intentó, insistió en conseguirlo. Para ella debía ser humillante no poder chuparse los pechos ni aun subiéndoselos con las manos mientras sacaba la lengua lo máximo posible. Pero le puso tanto empeño que seguro que esa humillación la ponía cachonda. Ninguno de los dos mencionó que se le había visto la cara. You: Está bien, 600 puntos. Stranger: te dije que no podía jajajaja Stranger: seguro que hice el ridículo You: Para nada. Gracias por intentarlo. Stranger: de nada jajaja You: ¿Preparada para el último nivel? Stranger: preparadísima jajajaj Diapositiva 5: · Frota tu clítoris durante 1 minuto – 100 puntos · Mastúrbate con un objeto – 100 puntos. · Llega al orgasmo – 100 puntos. You: ¿Qué opinas, putita? Stranger: me gusta You: ¿Podrás cumplirlo todo? Stranger: sí, papi Stranger: ¿es el último nivel? You: Tras eso puedo pedirte más cosas, si quieres You: Te daré puntos extra Stranger: está bien You: Cuando quieras You: Imagina que te toco yo You: Chupa tus dedos You: Bien, eso es You: Pon tus dedos sobre tu clítoris En ese punto me resultaba imposible ver a esa zorra obediente como alguien que no fuera mi hijastra. Eso era lo que más me ponía. Estaba mal que un padrastro se aprovechara así de su niña, sí. Pero también estaba mal que una chiquilla de su edad se mostrara desnuda en Internet. Ella se lo había buscado. You: ¿Te gusta, puta? You: ¿Te encantaría que papi te follara verdad? You: Sentir la polla de papi en tu coñito virgen You: Te agarraría por las caderas haciéndote gemir You: Eres mi putita You: Necesitas una buena polla Mi hijastra se limitaba a asentir totalmente abierta de piernas mientras se masturbaba con una mano y se estrujaba el pecho con la otra. You: Me gustan las putitas vírgenes You: Podría enseñarte muchas cosas You: ¿Te gustaría que papi te diera placer? You: Metería mi polla adulta en tu boquita de niña You: ¿Quieres chupármela, pequeña zorra? Metía y sacaba dos dedos de su estrecho coño. Parecía tan apretada que dudé que fuera capaz de meterse ni uno más. You: Joder… te llenaría la boca de semen… You: ¿Te gustaría beber la leche de papi? You: Responde, putita You: Deja de tocarte y responde Stranger: sí, papi Stranger: quiero tu leche You: ¿Te duplico la edad, lo sabías? You: Podría ser tu padrastro You: ¿Quieres mi corrida de hombre maduro? Stranger: sí por favor You: Ojalá mi hijastra fuera tan puta como tú Stranger: dios sí Stranger: me encantas, papi You: Te haría beber mi corrida a todas horas You: Mientras haces deberes You: Mientras ves la televisión You: Pondría mi polla dura en tu cara y te ordenaría que chuparas Stranger: uffff… sí… Estaba sobre el portátil con una pierna a cada lado y mientras escribía con una mano se hurgaba en el coño con la otra. En esa posición sus puntiagudos pechos y su boquita entreabierta quedaban cerca de la cámara. Imaginé cómo sería que me la chupara de verdad. You: ¿Tu papi no te hace eso? Stranger: ojalá lo hiciera Movía los dedos agresivamente en su coño virgen. La muy zorra estaba disfrutando tanto que se mordía el labio inferior mientras agitaba las caderas adelante y atrás, al borde de un orgasmo. You: Seguro que lo hace si se lo pides. You: ¿Fantaseas con tu papi? Stranger: sí Stranger: mmmmm You: Él no sabe que eres tan puta, ¿verdad? You: Estoy seguro de que le gustaría saberlo You: ¿Imaginas cómo sería tener a tu papi dentro de ti? Ni siquiera se molestaba en responder, se limitaba a leerme mientras se masturbaba más y más rápido, más y más hondo. Estaba al límite, tan solo necesitaba un último empujón para tenerla en mis manos. You: ¿La tiene grande? You: ¿Le has visto la polla? You: Usa el cepillo que me mostraste antes You: Chúpalo como si fuera una polla You: Mételo en tu coño de putita Lo hizo como si funcionara a control remoto, podía pedirle lo que fuera y ella obedecía instantáneamente. Pensé que, si seguía metiéndole ideas incestuosas, mi hijastra acabaría por querer cumplir sus fantasías. Era cuestión de tiempo que no se conformara con imaginarlo. You: Fóllate duro You: Más You: Hasta que duela You: Te aseguro que yo te follaría más duro You: Mi mano en tu cuello, mi polla dentro de ti You: ¿Te gusta que duela? El cabezal del cepillo chocaba contra su ingle a toda velocidad. El mango entraba y salía casi por completo de dentro de ella y por la expresión de su boca sabía que le dolía tanto como le gustaba. You: Pareces muy estrecha You: Ojalá ese cepillo fuera mi polla You: Córrete para mí You: Muéstrale a papi cómo te corres You: Quiero ver cómo te contraes You: Me estoy masturbando You: Me pones mucho, putita You: Eres la putita más obediente de Omegle You: Tus fantasías incestuosas me encantan You: Tengo la polla durísima You: Es pensar que estoy ahí contigo y…uff You: Que te estoy follando duro y tu padrastro entra You: ¿Qué crees que haría? You: ¿Crees que se le pondría dura? No sé qué me excitó más, que la putita de mi hijastra acelerara el ritmo del cepillo o que asintiera mientras se relamía. La muy zorra sabía que me provocaba, que su propio padrastro la deseaba. Hubiera dado lo que fuera por saber qué pasaba por su cabeza tras pillarla masturbándose. You: Córrete para los 900 puntos Stranger: Paula tiene 950 Stranger: ¿cómo le gano? You: Te pediré más cosas después Stranger: no mostraré cara jajajaja You: No te preocupes You: Tenía otra cosa en mente You: Una putita como tú sabrá qué hacer Stranger: sí, papi You: ¿Estás a punto de correrte? Stranger: me corrí antes jajaja You: Tendrías que habérmelo dicho You: Putita viciosa Stranger: quería correrme otra vez jajaja Stranger: sí, tu putita, papi Stranger: ¿qué hago? Stranger: quiero el récord Para no querer mostrar cara, me sorprendía que estuviera tan inclinada sobre el teclado. La webcam captaba su boca, la parte inferior de la montura de sus gafas y hasta la punta de su naricita. Por poco no veía sus ojos. Me estaba poniendo a prueba, quería ver si le insistía en traspasar el límite que me había impuesto desde el principio. No iba a hacerlo, tenía mucho que perder. Me contentaba con ver sus preciosos pechos incipientes y el color rosado de su entrepierna. You: ¿Podemos seguir hablando en Telegram? You: ¿O en Snapchat? You: Eres la mejor, putita You: Quiero seguir hablando contigo Stranger: jajajajaja You: ¿Has disfrutado? Stranger: sí jajaja You: Pues más que disfrutarás Stranger: no sé, no sé, deja que lo piense… Me enamoraba su sonrisita juguetona. You: Te daré 100 puntos más You: Con eso sumarías 1000 You: Nuevo récord Stranger: lo tenías pensado desde el principio eh jajajaj You: Quizá You: No te hagas de rogar You: ¿Eres una buena putita o no? Stranger: a veces soy mala You: Entonces tendré que castigarte Stranger: sí, papi You: Necesito que sigamos en contacto para eso Stranger: bien visto jajajaja Stranger: ¿tú te corriste, papi? You: Estoy a punto You: Puedo mandarte un vídeo haciéndolo You: Si me das una forma de contactarte ;) Stranger: eres malo jajajaja Mordiéndose el labio, seguro que imaginando cómo sería tener mi corrida de hombre maduro en su tierna boquita inexperta, se inclinó hacia adelante y me escribió su usuario de Snapchat. You: Buena putita You: 1000 puntos You: Te contactaré You: Lo pasaremos bien Stranger: estoy segura, papi Al día siguiente conecté con mi hijastra en Omegle. Fue fácil, había usado las mismas etiquetas que ella, así que el algoritmo nos hizo coincidir en seguida. En vez de mi cámara, conecté un programa que le mostraba unas diapositivas con acciones asociadas a una puntuación. Mi hijastra debía haber jugado antes, porque entendió al instante que por cada acción que cumpliera recibiría la puntuación correspondiente, que era acumulable. El objetivo del juego era sumar la máxima puntuación posible. En la parte superior derecha estaba el récord actual, uno que me había inventado para una tal Paula, con 950 puntos. Esta vez, “You” era yo y “Stranger” mi hijastra. Le hablé en inglés. Para más comodidad, transcribiré la conversación al español como hice en capítulos anteriores. You: Hola, guapa. You: ¿Quieres jugar?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD