Esa noche fue imposible presionarla para hacer más cosas, mi hijastra me escribió para contarme lo que había ocurrido, decía sentirse culpable por lo que había hecho y que no estaba segura de querer seguir.
La mañana siguiente me estuvo evitando, no quiso que la llevara al instituto ni que fuera a recogerla, ni siquiera comió en casa, me dijo que había quedado con Camila al salir de clases para comer en una cafetería cerca de la biblioteca y que después se quedaría con ella a estudiar.
No le di más importancia, entendía que se sintiera incómoda y no quería empeorar la situación presionándola de más. Lo mejor era que como padrastro le diera todo el tiempo que necesitara para procesarlo mientras como amo intentaba convencerla de llegar hasta el final.
Puesto que ella misma me avisó de que
