Era una de esas mañanas de finales de verano en las que no había planes especiales. Después de desayunar y tomar una ducha, me senté frente al ordenador. Podría decir que lo hice para revisar la edición digital de algún periódico, pero en realidad, abrí una página de vídeos para adultos que suelo consultar con frecuencia. Después de unos cuantos vídeos mi estado de excitación había aumentado considerablemente, así que entré en un chat de sexo que visito de cuando en cuando, buscando con quien compartir el calentón...
Había bastante gente para ser una mañana, aunque casi todos chicos, así que me presenté a la sala y comencé la ronda de pregunta "de rigor"... "hola, ¿qué tal? ¿eres una chica maliciosa?". Al rato, recibí una respuesta, de Victoria, que no podía ser más tajante: "NO".
Mal co
