Ayer y después de no saber nada durante varios días de mi amigo virtual, fan de mis relatos e incluso protagonista de unos de ellos (lee si lo deseas "Cómo quieres que te ayude?") tuve una excitante conversación vía Messenger con Alberto, mi cachondito español.
¡Hola preciosa!. ¿Qué tal estás?.
¡Hola guapo!. Bien, ¿y tú?.
Bien también...¿qué haces?.
Nada...bajo correo, aún me quedan 4 mensajes por ver. Estaba saturada...35 mensajes son muchos.
¡Ah!, gracias por el correo que me enviaste el otro día, me puso como a tí te gusta...
Te mandaré más, si lo deseas.
Sí claro, me gustan por dos razones: una porque te acuerdas de mí y la segunda es evidente. ¡jeje!.
¡Que imajo eres!. Además no me cuesta nada enviarte correos picantes, también le mando a cinco hombres más. Son lectores de tod
