Terminé tomando de sus cosas un vestido blanco ceñido al cuerpo y con un desnivel al final que dejaba ver más de una de mis piernas que la otra, el frente era en V profunda y mis pechos quedaban bastante llamativos, tragué grueso imaginandolo puesto con la ropa interior correcta y mirando a Giu con una sonrisa nerviosa le di las gracias para ir a mi habitación. Lancé la prenda con etiqueta a la cama y me quité los zapatos deportivos dispuesta a darme un baño profundo, con cuidado envolví mi cabello sobre mi cabeza ayudándome de un gorro especial para eso, me gustaba mucho como para arruinarlo. Empecé a desvestirme, empezando por la camiseta ajustada pero al alzar los brazos solté un quejido, dolían demasiado, en serio no me veía haciendo eso todos los días de mi vida. Cuando logré sacarl