Violet tomaba un poco de café caliente mientras buscaba en su laptop páginas web para subir su hoja de vida, estaba enviando currículum incluso a los auxiliares de contabilidad, si no era por un lado, tenía que ser por el otro.
Mal contados envío unos 50 correos a diferentes empresas, y dejó su hoja de vida visible para todos los equipos de recursos humanos y psicólogos.
Escucho que abrieron la puerta de su departamento y una profunda tristeza apretó su pecho de nuevo, no había ni tenido tiempo para pensar en la infidelidad de su novio, su mente estaba mucho más ocupada en conseguir trabajo.
— Let, preciosa — Violet levantó la palma de su mano y cortó su diálogo.
— Ve por tus cosas.
Jack la miraba con una tristeza profunda, era un idiota y lo aceptaba, ¿Cómo pudo engañar a su mujer?
Si bien últimamente no eran muy activos sexualmente, él la seguía amando como el primer día, llevaban 3 años juntos, jamás, hasta el día de hoy, había tocado el cuerpo de una mujer que no fuera el de Violet.
Esa maldita modelo lo había seducido con mucho esmero y se golpeó mentalmente por ser tan débil y engañar a su dulce novia.
Lo que más le dolía era ver la indiferencia de ella, él la conocía muy pero muy bien, Violet era la mujer más sensible del mundo, casi todo la hacía llorar, incluso los buenos momentos, pero solo la había visto en dos ocasiones tan mal que no lloraba, sentía tanto dolor que no lo expresaba, la primera vez fue en el funeral de su suegro, Violet había estado en shock, no reaccionaba, no lloraba, no nada.
Hasta que un mes después, explotó con todas sus fuerzas y el llanto no paró en una semana; Jack ahora tenía miedo, pues está estaba siendo la segunda vez que veía a Violet de esta manera, sus ojos no se despegaban de su laptop pero sus labios estaban entreabiertos como si le costara respirar.
Dió un paso hacia ella.
— Vete — fue apenas un susurro pero él la escuchó.
No la molestó más, él sabía que no era el momento para que hablaran, tenía que darle un tiempo y cuando ella estuviera lista lo buscaría.
Caminó hasta su habitación y comenzó a empacar su ropa en un bolso para el gimnasio, tenía la esperanza de que Violet entrara por la puerta pidiéndole que se quedara, pasaban los minutos y ella no iba a buscarlo.
Hizo más ruido del necesario buscando en los cajones, en el baño y en la cocina sus pertenencias, Violet no se inmutaba, Jack soltó un bufido muy molesto y salió de el departamento lleno de irá.
Violet rascó su cuero cabelludo con las uñas de la mano derecha y soltó el suspiro que tenía retenido, apenas eran las tres de la tarde y ni ganas de almorzar tenía cuando recibió un nuevo correo electrónico.
Brincó de la emoción y abrió este. Sus ojos estaban muy abiertos y una sonrisa iluminó su rostro cuando leyó el mensaje ¡Mañana tiene una entrevista!
Se levantó del lugar contenta y comenzó a organizar su casa, tenía que sacar el olor de Jack de ese lugar y de una vez, darle un pequeño cambio al lugar y de esta manera, darle un pequeño cambio a su vida.
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A la mañana siguiente se levantó con muy buen humor, tenía que admitir que extraño mucho dormir con Jack sobre ella, pero ahora así era su realidad, sin él.
Se metió a la ducha y estuvo bajo el agua fría al menos 5 minutos, luego se vistió con la ropa más formal que tenía y se maquillo como siempre lo hacía, muy natural, el protector solar tenía un poco de color y ella lo usaba como si fuera una base, blush en sus mejillas, rimel en sus pestañas y un poco de brillo labial.
Nada muy elaborado pero que la hacía ver muy bonita.
Desayunó un poco de cereal con leche de almendras y un banano, cepilló sus dientes y salió de su departamento sosteniendo en una mano su bolso y en la otra las llaves del auto.
Cuando llegó al auto este no encendió, ¿Qué más cosas horribles le podían pasar a Violet?
Gritó frustrada y salió del auto, no tenía tiempo de sobra para esperar a un mecánico así que salió prácticamente corriendo a la vía principal para tomar un taxi.
Los nervios la estaban comiendo, justo cuando necesitaba un taxi todos pasaban ocupados, pero si no estuviera esperando ninguno ahí si pasarían libres, quiso engañar a la vida haciendo de cuenta que no tenía prisa y no le importaba que pasaran taxis vacíos o llenos, la psicología inversa tenía que funcionar.
Dos minutos después paro un taxi libre, celebro en su interior y se subió a este.
— ¡Buen día! — saludó con emoción al conductor — por favor lleveme a esta dirección.
Le tendió el papel con la dirección, el taxista asintió y comenzó a conducir. Violet sabía que el lugar quedaba un poco lejos y en el camino rogó al cielo que llegara a tiempo.
El conductor debió sentir sus nervios pues tomó todos los atajos que conocía para que la chica nerviosa llegara rápido al lugar.
15 minutos después ya estaban en la entrada de la empresa,
Violet pagó al conductor y agradeció, se paró frente a la gran bodega y suspiró, era una productora de juguetes, lo bueno de su trabajo era que para cualquier empresa siempre se iba a necesitar un contador y eso era una gran ventaja para ella
Se encaminó hacia la puerta y tocó el timbre, un guardia de seguridad no demoró ni 5 segundos en abrir una pequeña puertecita.
— Buen día, ¿Qué necesita?
— ¡Hola, buen día! — saludó muy emocionada, carraspeó un poco y suspiró — Tengo una entrevista de trabajo con la señora Alicia.
El hombre emitió un pequeño sonido de afirmación y abrió el gran portón, Violet entró con una pequeña sonrisa.
— Siga derecho por ese pasillo — señaló un pasillo oscuro y largo — en el fondo de este está la oficina de la señora.
— Vale, muchas gracias.
El lugar no era nada lindo, parecía tétrico y para ser una empresa de juguetes, para niños, parecía más bien un ancianato o un lugar abandonado.
Pasó con mucho miedo el pasillo hasta que llegó a un lugar en el cual se encontró a al menos unas 12 personas en total silencio.
— Buen día — saludó en voz baja.
Las personas del lugar le contestaron en el mismo tono de voz, Violet miró a cada persona del lugar, 7 mujeres y 4 hombres, cada uno con carpeta en mano.
También venían para entrevista.
Suspiró un poco amargada, ya no veía tan fácil todo, tenía que sobresalir mucho para poder quedar en el puesto, solo había un cupo para 12 personas.
El tiempo pasaba y a Violet ya le estaban doliendo los pies, los tacones que había decidido usar eran los que más la cansaban, y ahí debían de estar de pie pues no había ningún lugar para tomar asiento.
Pasaron unas 2 horas hasta que por fin fue el turno de Violet, se le hacía raro que las mujeres no demoraran mucho en la entrevista, mientras los hombres sí, algunos mucho más que otros.
Cuando entró a la oficina y vio a la mujer que le iba a hacer la entrevista, le quedó todo más claro. La mujer estaba despeinada y la ropa mal puesta, ¿Era en serio?
Ya entendió porque una de las chicas salió murmurando insultos hacia la mujer, se notaba que si alguien obtenía el puesto, definitivamente no iba a ser ninguna mujer.
— Buenas — el tono de voz de la mujer era altanero y brusco.
Violet se sintió incómoda de inmediato, ni siquiera sé quiso sentar en la silla pues no sabía si estaba limpia, la entrevista fue un asco, no duró ni 10 minutos cuando salió del lugar con el vómito atrancado en su garganta.
La mujer no tenía respeto ni por ella misma, trabajar en un lugar así no sería nada bueno.
Camino hasta el centro de la ciudad, entraba a cualquier negocio que veía para ofrecerse como contadora, en todas la rechazaron, unos de forma más amables que los otros.
Varios prometieron que la llamarían pronto pero ella sabía que eso no sucedería.
Volvió a su hogar con más tristeza que la de ayer, aunque tenía que agradecer que aún tenía un techo donde vivir y algo que meter a su boca, podía incluso vivir bien unos 2 o quizás tres meses si administraba bien el dinero, aunque claro, en este contaría sus ahorros para su cirugía de ojos.
Preparó un caldo de pollo que tanto le gustaba y lo tomó mientras veía un capítulo más de Friends.
Abrió su laptop y entro a páginas de Freelancer, su mejor amigo, Santiago, una vez le había comentado acerca de esta plataforma, él había hecho trabajos de traducir textos y le habían pagado muy bien, quizás alguien en ese lugar necesitaba alguna tarea que ella podía hacer.
Se creó un perfil explicando detalladamente sus habilidades.
Contadora profesional, soy una persona muy proactiva y dinámica, con gran sentido de responsabilidad. B1 en inglés, buen manejo de la ofimática, redacto textos a gran velocidad, enseño matemáticas,
No puso nada más, creyó que eso era suficiente por el momento, ya luego se adaptaría a lo que tuviera que hacer.
Subió una foto de perfil en la que se viera más profesional que nunca y quedó contenta con el resultado.
Llamó a su mejor amiga pero no me respondió, quería salir a beber un poco y olvidarse de su mala racha en ese momento, sin mejor amiga sin la cual salir, mejor se quedó en casa para evitar momentos amargos por sí sola en otro lugar.
Siguió viendo la serie y luego se acostó a dormir para comenzar un mejor día, o eso esperaba..