TORBELLINO DE AMOR

20.

Pov. Blake Harrington.

Durante años, siempre creímos que Eleonor no era más que una simple aficionada por eso del mundo esotérico y místico, mi tía la apoyaba porque pensaba que seria solo una etapa, mientras que mi abuelo aborrecía por eso, la hacia de lado por miedo a que fuese a practicarle algún encantamiento, lo cual era gracioso puesto que, si no creía en nada de eso, ¿Por qué temerle? Sin embargo, siempre la mantuvo lejos, a diferencia de Molly y Ashley a quienes, si quiso, presentaba en sociedad y todos sus eventos. Todo empeoro cuando pasaron los años y todos crecimos, ella siguió con su particular gusto y estudio muchísimo sobre el tema, viajando a países más dotados en sabiduría de su medio, vistiendo diferente y complementándose. Desde siempre lograba adivinar, predecir el futuro y algunas cosas que pasarían, no siempre eran como las decía, pero de cierta manera tenían similitud. La juzgábamos porque acepto que también fui parte, hasta que un día comprendí que era cierto, que realmente mi prima era especial y mágica, por así decirlo. Claro que, a mi parecer cada persona es dueña de su destino, no hay algo fijo o predicho que no se pueda cambiar, o al menos eso me gustaba creer.

Mientras Will conducía de camino a la universidad, mi mente no dejaba de repetir una y otra vez las palabras de Eleonor. Por rubia, ¿se refería a Amanda? Esperaba que no fuese así, quizá estaba confundida y malinterpreto lo que vio en esas cartas. No podría tratarse de Amanda, ella era sincera, dulce y amable, no era como la describía mi prima, estaba seguro de que todo era una confusión, me negaba a creerle, esta vez, se había equivocado y de una manera de muy mal gusto. Al llegar a la universidad, espere paciente, hasta que saliera de su ultima clase, Ashley me esperaría y tendría que comprobar que ese idiota de Ashton la dejaría en paz, de lo contrario se enfrentaría a mí, lo cual no seria nada agradable para él. La vi salir, mientras bajaba los escalones de la entrada principal, apareció ese idiota y empezó a decirle algo, la tomo del brazo y empezaron a forcejear, me baje del auto como alma que lleva el diablo y lo empuje apartándolo de ella, me miro asustado. Entonces sin pensarlo dos veces le propine un buen puñetazo en la nariz, haciéndolo caer de trasero al pavimento, le hice una señal a Ashley con mi cabeza de que subiera al auto, mientras seguía golpeando al imbécil del cara bonita de Ashton, quien se levanto e intento dar pelea, pero era tan débil como un puto muñeco de trapos. Will me hizo señas de que lo dejara encargarse, pero negué con mi cabeza, se apartó esperando que hiciera de las mías. De una patada volví hacerlo caer, estrello su cabeza con los escalones provocando que sangrara de más. Estaba aturdido por el golpe en su cabeza y lo agarre con fuerza del cuello de su camisa.

—Escúchame bien maldito imbécil, si vuelvo a saber que estas amenazando a mi prima, esto será poco para lo que te hare. —le advertí, me miraba asustado y no parpadeaba de lo mucho que tenia abiertos sus ojos. —, ¿Sabes quién es Sídney Brown? —inquiero y niega con su cabeza, tiene la cara toda manchada de sangre y sus ojos ya se ven bastantes magullados. —, Es el oficial de la policía del estado y adivina que, es uno de mis mas grandes amigos. ¿Sabes lo que pasaría si mueres accidentalmente por mi culpa? —inquiero nuevamente y me mira aterrorizado. —, Bien, no tendría cargos en mi contra, sería como si jamás hubieses existido, ya que él personalmente se encargaría de todo. ¿No queremos eso? ¿verdad?

—¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No quería subir nada de lo que le dije! Solo era un chantaje para que volviese conmigo. ¡Es todo! ¡Lo juro! —exclamo con desesperación, mientras limpiaba su rostro. Respire profundo, era un total idiota.

—Te quiero lejos de mi prima, recuerda que ella no está sola, tendré a uno de mis hombres vigilándote. Cualquier cosa que hagas me avisaran y créeme que no habrá otra advertencia, ¿No quisieras que tu madre te encuentre tirado y sin vida en un basurero? ¿O sí? ¿O quizá encuentren tu cuerpo ahogado en la playa? No lo sé, se me ocurren tantas ideas…—alargue fingiendo que lo pensaba.

—¡No por favor! Mi madre… ella no puede lidiar con otro hijo muerto… por favor, Blake. Dejare tranquila a Ashley, lo juro. —dice rápidamente, siento un poco de pena cuando menciona que perdió un hermano, pero sacudo mi cabeza y trago saliva para evitar que me afecte.

—Eso espero, Ashton. Porque créeme soy capaz de todo por mi familia y no querrás corroborarlo… —le advierto y lo dejo ahí tirado, me doy media vuelta y subo al auto, Ashley esta temblando y muy pálida.

— ¿Adónde señor? —inquiere Will.

—A la mansión. —respondo y él asiente. —, ¿Cómo te encuentras? ¿Te hizo algo? —inquiero y ella me mira despavorida, pero niega, esta asustada, quien diría que la fría y dura Ashley tenia sentimientos después de todo.

— ¿Por qué lo golpeaste? No era la manera, Blake. —inquiere y ruedo mis ojos.

—¿Qué querías? ¿Qué le pidiese que por favor no subiera a las redes tu contenido? ¿Qué le invitara un café mientras charlábamos como mejores amigos? —inquiero y ella baja su cabeza. —, Los de su estilo, solo entienden a los golpes, Ashley, un gracias bastaba. —digo mirando por la ventana, ella asiente y me abraza con fuerza, me sorprendo, pero decido devolvérselo, lo necesita.

—Gracias, actuaste como todo un hermano mayor. —divierte con una sonrisa triste. —, Creo que serás un gran heredero, te importa mucho la familia y como diría el abuelo. “La familia y la empresa…

—Son lo mismo”. —interrumpí siguiendo la frase, el abuelo siempre considero que la empresa y la familia eran lo mismo, bajo ningún término se podía fallar en ninguna de las dos, ambas se defendían hasta con los dientes como también solía decir. —, Gracias por confiar en mí, créeme que siempre estaré para ti. Pero por favor ya no salgas con idiotas. —divierto y ella asiente con una sonrisa pequeña, me veo la mano y mis nudillos están llenos de sangre y rotos, los limpio con una toalla que me tiende Will.

—¿Te lastimaste? ¿Quieres pasar por el doctor antes de irnos a la mansión? —inquiere con preocupación, niego y le resto importancia. —, ¿Qué le dirás a tu madre o al abuelo cuando te vean la mano así?

—Lo de siempre, que me pelee con algún idiota. —respondo encogiendo mis hombros, ella niega y se ríe.

Al llegar a la mansión todos se encuentran reunidos en el gran comedor, al parecer decidieron almorzar todos juntos, al ver los puestos de mi tía y de Eleonor vacíos, siento una especie de pinchazo en el corazón. Después de todo también son familia y deberían estar en sus puestos. Hice un gesto de disgusto, pero saludando a todos me senté al lado de mi abuelo, quien para variar parecía contento.

— Mi muchacho, que bueno que llegaste. —dice y lo miro esperando que diga el porqué. —, Hoy es un gran día, como saben o bueno no creo que estén al tanto, estaba en negociaciones con un gran titan del imperio hotelero. Y hoy finalmente después de tanto tramite, somos parte de la cadena de hoteles mas lujosos y costosos de América. —dijo con felicidad, todas celebraban chocando sus copas y mostrando alegría, mientras que yo me encontraba sorprendido, bastante, a decir verdad, puesto que nunca demostró un interés particular en ese ámbito, claro que teníamos negocios de todo un poco, pero su fuerte era energético, industrial, nada que ver con el turismo. ¿A que se debía su reciente interés? Algo había detrás de todo esto, por lo visto.

— ¿Y a que se debe el gran cambio? Los hoteles no son de tu área. —inquiero dándole un sorbo a la champan que había mandado a traer antes de la gran noticia.

—¿Por qué tendría que darte explicaciones de lo que hago? —inquiere con su audacia, no quiere admitirlo, lo cual es aún más sospechoso. Mi madre me da una mirada de advertencia, mientras que mi tía Michelle disfruta la reprenda de mi abuelo, pero como me educo tan bien, respondería.

—Porque soy el responsable de tus acciones, te salve anteriormente de una gran estafa, ¿Y ahora de la nada compraste inversiones de una cadena hotelera? —inquiero dejándolo en evidencia delante de todas, quienes lo miran sorprendido. —, Quisiera creer abuelo, que aun no pierdes la astucia para los negocios. No me dejes creer lo equivocado.

—¡Que insolencia! ¿Cómo te atreves a hablarle así? —sale al ruedo mi querida tía. Mi abuelo me mira con una sonrisa, sabia que le gustaba enfrentarme a ella.

—Silencio, Michelle. Esto es entre el futuro heredero de mi apellido y yo. —ordena dejándola atónita, pues a él le gustan los retos, no que lo defiendan sin tener la más mínima idea de lo que se habla, mi abuelo es conocido por amar la petulancia. —, No esperaba menos de ti, hijo. Como ellas carecen de conocimiento, no les importa en que invierto el dinero con tal de tener su beneficio mensual. En cambio, tú, sabes muy bien que jamás invertiría un centavo en un negocio que no sea a fin de lo nuestro, el área industrial y comercial. —dice con orgullo, mi tía abre su boa indignada y mis primas bajan su cabeza. —, ¿Cómo es que tan siquiera pensé en dejar todo en manos de Molly? Es claro que siempre serás mi primera opción, Blake.

Mi madre sonrío con orgullo, sabia muy bien que el abuelo cambiaria de opinión. Lo que no entendía es porque había hecho esa escena, ¿Qué quería? ¿Poner en evidencia que mis primas no tienen la menor idea del negocio familiar? Lo había logrado, era claro que todas estaban celebrando porque creían que al abuelo comprar esas inversiones recibirían mas dinero de su mensual, pero lo que el quería era algo más, estaba seguro.

—¿Cómo pretender que estemos enteradas si nos mantienes al margen? ¡Solo por ser mujeres! ¡Estoy harta de esto! ¡él no es tu hijo! ¡Nosotras si! —defendió mi tía, esto se pondría peor de lo que imagine. Mi abuelo se enfureció, apretó tanto su mandíbula que podía sentir que se dañaría sus dientes.

—Tiene razón, abuelo. Siempre has llevado a Blake a tus reuniones, a la oficina, lo educaste siempre para ser tu heredero, mientras nosotras por mas que nos esforzamos, no nos tomas en cuenta. Y no me malentiendas, no quiero ser tu heredera, porque se que Blake ha luchado toda su vida para convertirse en eso, pero estoy harta de que mi madre nos obligue a mi hermana y a mí, a estudiar algo que detestamos solo para que nos tomes en cuenta en algún momento para la empresa. ¡Estoy harta! ¡Odio las finanzas! ¡Odio la contabilidad! ¡Odio todo esto! —exclamo alterada Molly, el abuelo negaba en su dirección y la miraba con decepción y desaprobatoriamente. La mire perplejo, el ambiente se torno mas tenso que de costumbre cuando pasaba esto, las típicas peleas, tenían razón, amaba a mi abuelo, pero no a sus medidas extremas y machistas. Mi abuelo miro a Ashley, esperando que ella también hablase, pero esta mantenía la vista baja, observando su plato.

—¿Alguien mas tiene algo que decir? —inquiere mi abuelo, mi madre niega con su cabeza y todos mantenemos el silencio, resopla y alza su mentón, nada bueno dirá. —, ¿Cómo carajos quieren que las tenga en cuenta? Sino son capaces de entender este negocio, ¿De que me sirve que estudien sino les importa el negocio familiar? ¿Tienen idea de lo mucho que Blake se ha esforzado en cerrar tratos importantes? ¿En salvar la empresa de estafadores? ¿Tan siquiera se han preguntado como funciona el negocio? ¿Si no les gusta las finanzas como pretenden que las involucre? ¡No son serviciales! ¡Solo les importa recibir mi dinero mensual! ¿Por qué no se detienen un minuto y se interesan en saber como hago para generar tanto dinero como para pagarles sus costosas vidas? ¿No las tomo en cuenta? Eso parece no importarles cuando van a los eventos y dicen altísimo su apellido, nos le interesa cuando van a las fiestas de sociedad y usan vestidos exclusivos y costosos. No les interesa nada de eso verdad…— alargo dejándonos aturdidos a todos, tenía razón también, ambas partes eran razonables en sus quejas y demandas, estábamos por tener otra típica discusión por la preferencia de mi abuelo hacia mí, cuando él se desmayó alertándonos a todos y llamando rápidamente a uno de los choferes para llevarlo al hospital.