Pov. Blake Harrington.
Los días pasaban con tanta rapidez que finalmente había sanado y estaba fuera del hospital. Regrese a la mansión y mi abuelo no se ha dado cuenta de la vil mentira, estaba mejor, pero aún no podía hacer ningún esfuerzo físico muy grande. Seguíamos en las investigaciones para dar con los culpables y cómplices de ese atentado, movíamos nuestras influencias con la ayuda de la familia de Antonie, pero hasta ahora no se había encontrado nada. Eran profesionales y de los mejores al parecer, no habían dejado la más mínima pista o huella. Nos manteníamos alejados un poco del descontrol, evitando ser blancos fáciles nuevamente, intercedí por Will, puesto que mi madre quería echarlo y no lo permitiría. Después de todo había sido mi culpa no suya, yo le di la orden de irse, no desistió. Las cosas en la mansión estaban un poco tensas, el abuelo había echado a la tía Mary junto a su hija, Eleonora. Todo porque mi tía tenia un romance con el hijo de un antiguo enemigo del abuelo. Al descubrirlo se sintió traicionado y las dejo fuera, mi prima lo sabia desde un comienzo por eso también corrió con la misma suerte que su madre. Me sentía mal por ambas, a pesar de que siempre he sido mas unido a mi tía Michelle y mis primas Ashley y Molly, también las quería mucho. Según sabia estaban quedándose en el hotel Wilbur, de un amigo de la familia, en su mejor suite presidencial. Pero al ser desterradas, estaba seguro de que el abuelo haría todo por joderles la vida, empezando por su prestigio y la tonta sociedad de ricos.
El abuelo se había ido muy temprano acompañado por mi madre al hospital, tenia que hacerse sus controles y extensos exámenes, era el momento perfecto para irme en su contra y ayudar a mi prima y tía. Después de todo él mismo consideraba que la familia siempre estaría primero, ante cualquier adversidad. ¿Qué mas daba si mi tía estaba enamorada de un enemigo suyo? Después de todo el amor era así. O eso era al menos lo que se decía, que no se sabía cómo funcionaba. Baje al comedor donde estaban mi tía Michell y sus dos hijas, desayunaban juntas mientras hablaban de lo que harían hoy, cosas de chicas, claro, como compras y mas compras. Me senté en el puesto de mi abuelo, como era costumbre cuando no estaba.
—Buenos días, mujeres. —salude a todas mientras tomaba una manzana del frutero y le daba un buen mordisco. Una del servicio se acerco con mi desayuno, le agradecí y proseguí a comer.
—Buenos días, sobrino. ¿Qué haces sentado en el puesto de mi padre? —inquiere con molestia mi tía, en ocasiones su envidia es evidente, aun no acepta que el abuelo me considera su legitimo heredero.
—Al abuelo no le molesta que su heredero lo ocupe, ¿Por qué debería importarte a ti? —respondo tajante, como suelo ser cuando ella tiene esa actitud hacia mí. Resopla y me rueda los ojos.
—Pareces estar muy seguro de ser el heredero, pero te olvidas que también consideró a mi Molly. ¿Acaso? —inquiere y le doy una sonrisa burlona. Se como hacerla salir de sus casillas y disfruto hacerlo.
—Y tu pareces que olvidas un grandísimo detalle—repongo y ella me mira con interés. —, Que es mujer y el abuelo jamás dejaría su imperio en manos de una fémina. ¿O acaso lo hizo contigo, tía? —inquiero con una sonrisa triunfal, dándole en el clavo, mi tía Michell es la mayor de las tres hermanas, luego viene mi tía Mary y por último mi madre, quien me tuvo a mi primero pese a ser la menor. Mi abuelo adora a sus hijas eso es obvio, pero siempre se sintió decepcionado pues quería tener un hijo varón, uno que seria el heredero de todos sus hijos. Y pese a que nunca lo tuvo, se suponía que, por edades, mi tía Michell seria la heredera, pero no fue así luego de que nací, mi abuelo vio en mi a su heredero ideal.
—¡Insolente! —exclama golpeando la mesa con fuerza, mis primas se sobresaltan, pero Molly me da una risa divertida negando con su cabeza, ama que moleste a su madre, después de todo ella siempre las culpa a ellas por no ser herederas como si fuera culpa de mis primas y no del machismo de mi abuelo.
— No te enfurezcas, no es tu culpa haber sido mujer y no un varón, querida tía. —digo para salir triunfal del comedor, dejándola enfurecida y con su sangre hirviendo. Estaba por irme con Will, cuando escuche pasos detrás de mí.
—Buen teatro el que armaste dentro. —felicita Ashley quien también se divierte por hacer molestar a su estricta madre. —, Necesito que me ayudes con algo, Blake. —pide y la miro confundido, es tan orgullosa que siempre se sentía celosa de mi amistad con Molly, de lo apegados que somos, nunca me pedía nada, tan siquiera me dirigía la palabra.
—¿Qué tan grave es? —inquiero al entender que es un asunto serio, de lo contrario, ella no estaría pidiéndomelo.
—Se que ayudaste a Molly… con eso. —menciona evitando decirlo, asiento entendiendo que se refiere al embarazo. Entonces abro mucho mis ojos. ¿Ella también estaba…? —, Antes de que pienses tonterías, no, no estoy embarazada. —dice rodando sus ojos y suspiro con tranquilidad. —, La cosa es que hay alguien que está amenazándome con… algo y no se que hacer. —cuenta y la miro confundido. ¿A que se refiere? ¿Con que la están amenazando? Veo que su rostro se torna rojo y la vergüenza la hace bajar la cabeza.
—Sino me dices con que quieren amenazarte, no podre ayudarte, Ashley. —digo resoplando. Ella asiente cabizbaja y siento que tendré que matar a alguien.
—Es que… me muero de vergüenza, Blake. —dice y su voz se quiebra. —, Es Ashton, él… me amenazó dijo que, si no seguía con él, publicaría unas fotografías y videos íntimos que tiene de los dos…—alarga y aprieto mis manos como puños. ¿Cómo carajo se atreve a amenazarla con algo así? ¿Acaso su madre no le enseño a respetar a las chicas? Ella había confiado en él y quería aprovecharse de eso. Jamás había visto de esta manera a mi prima, siempre se mantenía distante y muy fría, a diferencia de Molly, ella era muy asocial con nosotros. La abrace con fuerza, pues sabia que necesitaba sentirse protegida, no era su hermano, pero si su primo y estaba dispuesto a todo por ellas.
—Tranquila Ash, me encargare de ese idiota. —le dije al oído, ella asintió mientras lloraba en mi pecho. —, Tengo que resolver algunas cosas, pero te prometo que ese idiota pagara muy caro el haberte amenazado. Eres una Harrington, no olvides eso nunca.
Ella asintió y se separó de mí, limpio su rostro y subió corriendo las escaleras hasta el segundo piso. Fui al jardín y busqué a Will, me abrió la puerta del coche y al subir me dio una mirada por el retrovisor.
—¿Se encuentra bien? —inquiere mirándome por el espejo, niego en corto. —, Encontré esto de la chica que me pidió. —dice tendiéndome un sobre amarillo, asiento y le agradezco, reviso el interior y encuentro hojas y fotografías. Es latina, tiene 26 años, trabaja como niñera y eso es todo, no hay ningún dato más. Las fotografías son de ella llevando a dos niños a la escuela y de regreso a la casa, luego a un edificio. Eso es todo.
—¿Solo esto? —inquiero insatisfecho, es poca información, quería saber mas de la mujer que me salvo la vida, tenia que retribuirle de alguna forma.
—Me temo que sí señor, lleva poco tiempo en el país. No hay mas rastros de ella. —responde Will, asiento en su dirección no es su culpa, quizá ella no quiere que la encuentre. —, Me acaban de confirmar que el numero de contacto que le dio a su doctor es falso…—alarga y lo miro sorprendido. Confirmando lo que tenia en mente, no quiere que le agradezca. Pero no entendía, ¿Por qué no quiere que la encuentre? Se esta perdiendo de la mejor recompensa de su vida.
—¿Y esta foto? ¿Es su departamento? ¿Vive allí? —inquiero mostrándole la fotografía en la que sale entrando a un edificio.
—Aun no me lo confirman, creería que sí. —responde Will, asiento entendiendo. Por alguna extraña razón me intriga esa chica, sus ojos me miraban con tanta expresión, niego para mis adentros, no podía tener esa especie de interés, después de todo me gustaba Amanda y la quería para algo formal. Estaba seguro, ¿verdad?
—Investiga más a fondo, quisiera saber más de esa chica. —le pido y él asiente en seguida. —, Vamos al hotel Wilbur. —le indico y me lleva en silencio hasta el lugar que le pedí.
Al llegar me bajo y le doy indicaciones de que se contacte con Robin, también le doy la dirección y datos de Ashton el estúpido ex de Ashley, le digo que le den un primer aviso para que se retrate y piense muy bien lo que hará pues dependiendo de eso, actuare yo. Luego de eso voy al lobby y pido ver a mi tía y prima, me dan una tarjeta y subo en el ascensor hasta el ultimo piso. Al llegar el elevador se abre y gracias a la tarjeta de acceso que me dieron puedo entrar directamente. Las veo a ambas comiendo en la mesa del salón.
—¡Blake! —saluda mi tía, le doy una sonrisa y camino hasta ellas.
—¿Qué haces aquí? ¿Te envió el abuelo? —inquiere mi calidosa prima, Eleonor. Le ruedo los ojos y le sonrío, su humor es tan acido como un limón.
—Hola tía y hola bruja. —saludo a ambas, la ultima se ríe al mencionarla como hacia de niños. Siempre sintió un gran gusto por las energías, la adivinación y esas cosas, según decían tenia un don, por eso le decía bruja y ella nunca se ofendía, al contrario, siempre le agrado.
—¿Qué te trae a nuestro nuevo hogar? —inquiere con sarcasmo mi tía.
—Justamente por eso vine, conoces a mi abuelo, no las dejara en paz. —dije y ellas asintieron suspirando. —, Cuando cumplí dieciocho el abuelo me obsequio un departamento a las orillas del mar, ahí pueden vivir hasta que sepan que harán con sus vidas. —menciono y ambas se sorprenden. —, Pero hay una condición. —digo y me miran como si esperasen eso.
—Contigo es como con mi padre, siempre hay una condición. —responde mi tía, ruedo mis ojos.
—Solo quiero verte feliz tía, esa es mi condición. Que no canceles tu matrimonio con ese sujeto solo por capricho de mi abuelo…—alargo y ella abre su boca sorprendida, Eleonor me mira agradecida y asiente guiñándome un ojo. —, ¿Qué? ¿Un sobrino no puede preocuparse por la felicidad de su tía y prima? —inquiero divirtiendo y entonces ellas se ríen, mientras lagrimas bajan por el rostro de mi tía.
—¿Por qué haces esto? Pensé que mi padre había envenenado tu mente y corazón…—musita mi tía sorprendida limpiando su rostro. —, No es que no lo quiera, pero tu sabes cuanto sufrimiento siempre nos ha causado…
—El abuelo es estricto, lo se. Pero eso no lo convierte en un monstruo, tía. Él te ama, solo quiere lo mejor para ti, para todos. —defiendo, pero ella niega.
—Querrás decir para ti, querido sobrino. No hace falta que digas más, siempre me quedo claro que cuando naciste te volviste su adoración, solo a ti te ama realmente, a nosotras nos aprecia y es suficiente. —dijo con rencor, no podía culparla, mi abuelo ha vivido equivocado por años y les ha hecho cosas muy feas a mis tías y hasta a mi propia madre… —, Gracias Blake, esto habla muy bien de ti y de como te educo mi hermana. No tengo como agradecerte, pero me conformo con saber que no serás como él. —dice abrazándome, asiento y le entrego un juego de llaves y la dirección de la propiedad.
—Una cosa más, las cuentas de ambas serán congeladas… —avise y ambas se miraron con terror, ninguna trabajaba, por lo que sus ingresos eran exclusivos de la pensión Harrington. —, No se preocupen, me encargare de darles un jugoso cheque cada mes.
—Gracias de nuevo, Blake. Aprecio mucho que nos ayudes en estos momentos, será solo por un tiempo, aceptare casarme y todo gracias a tu apoyo…—alarga contenta mi tía, le guiño el ojo y me despido de ambas. Cuando estoy por irme Eleonor me llama.
—Espera Blake, quiero agradecerte con algo…—menciona alargando, me giro hacia ella y la miro confundido.
—¿Con que? Claro que no tienes porque hacerlo, la familia siempre es primero, bruja. —digo y ella asiente complacida, pero me indica sus cartas, las mismas que usaba cuando éramos niños para predecir algunas cosas que extrañamente siempre terminaban sucediendo. —, No, no hace falta, enserio…
—Quiero hacerlo…por favor—insiste y termino dándome por vencido. Me lleva a uno de los dormitorios y me siento en su cama, ella trae una manta y la tiende en el colchón, pone sus cartas boca abajo y me mira. —, ¿Quieres hacer preguntas? ¿O solo quieres que te adivine tu futuro? —inquiere con una sonrisa. Lo pienso y no tengo preguntas.
—Adivíname el futuro, bruja. —divierto y ella asiente. Me pide que elija tres cartas y eso hago, se sorprende mucho y me asusta un poco lo que dirá.
— Debes alejarte de esa mujer rubia que te acecha…—advierte y niego con mi cabeza.
—¿Mi madre te dijo que dijeras eso? ¿No es así? —inquiero con rabia.
—¡No, Blake! Las cartas lo dicen, ella quiere hacerte daño, mucho, quiere vengarse de ti…—alarga y la miro con indiferencia, esto era un complot con mi madre, estaba seguro. —, Tu… ella solo finge quererte, Blake. No debes creerle… tu verdadero amor espera por ti, sus ojos te atraparan apenas la veas…—con eso terminó dejándome un sinsabor en la boca y totalmente sorprendido. De todas las veces que había hecho eso, nunca fallo. Quizá fue simple casualidad, pero sus predicciones siempre se cumplían. ¿Ahora seria la excepción? ¿O tal vez tenia la razón?