16.

2284 Words
Pov. Blake Harrington. Busque a la persona que me sostenía del brazo y tal como mi instinto lo había previsto, se trataba de un robo o en su defecto de un secuestro. El hombre llevaba un pasamontaña n***o que cubría todo su rostro, además de vestir de n***o. Usaba guantes y a su vez me apuntaba con un arma, de un movimiento logre liberarme, forcejee con el sujeto hasta quitarle el arma y usarla en su contra, le dispare dos veces, más hombres venían, podía escuchar sus pasos, usaban botas tácticas, lo que me hacia pensar que eran profesionales, no novatos. ¿Qué era lo que buscaban? ¿O querían? Me carcomía la inquietud pues necesitaba descubrir quien andaba detrás de todo esto, mi familia tenía muchos enemigos, pero la familia de Antonie también. ¿A cuál de los dos nos querían? Era otra duda, otro sujeto entro al camarote y al ver que su compañero yacía muerto en el suelo, me disparo como maniático, logre esquivar algunas al esconderme detrás de un sofá. Estaba atrapado, tenia que salir de aquí a como diese lugar, intenté dispararle nuevamente y él lo hizo también, sentí un ardor en mi abdomen y mucha sangre comenzó a brotar manchando mi ropa, me había herido. Como pude y con bastante desesperación lo enfrenté nuevamente, dándole un disparo justo en el pecho. Agradecía enormemente a mi abuelo por obligarme tantas veces a ir a esas clases de defensa personal, por enseñarme a disparar armas y sobre todo a defenderme, había logrado salvar a Antonie y Amanda, esperaba que ya estuviesen en la orilla. Evitando que viniesen los demás hombres, salte por la ventana del camarote y al caer en el mar, sentí como me ardía con intensidad la herida, nade como si vida dependiese de ellos, aunque si era literal después de todo. Estaba agotado, deje de sentir mi cuerpo y el ardor se marchó, al quedar totalmente inconsciente. Desperté sintiendo una desesperación enorme por vomitar, mi cuerpo estaba sobresaltado, escupí toda el agua que retenía mi cuerpo y busqué alguna referencia de donde me encontraba. Estaba en la orilla, tirado en la arena, una chica de cabello castaño, ojos claros y hermosa sonrisa, me miraba con preocupación, me había salvado la vida, de eso estaba seguro, quizá me hubiese ahogado, pero ella lo había detenido. Era increíble que una completa extraña haya hecho eso por mí. El dolor y ardor de la herida en mi abdomen volvió, estaba cansado y mi cuerpo exigía un descanso. ―¿Qué ocurrió? ¿Dónde estoy? ―inquiero con rapidez. La chica me ayuda a sentarme, me ofrece una botella de agua que traía en su bolso y la acepto. ―, Muchas gracias, parece que me has salvado la vida. —digo en agradecimiento, tenía que compensarla, quise preguntarle su nombre, pero mi garganta esta reseca y mi voz parecía no querer salir. ―No te preocupes. ―responde. ―, No sé qué te ocurrió, solo te encontré aquí, la marea te trajo hasta la orilla. ¿Estabas nadando? ¿En algún bote? ―Yo…―intente responderle, pero la oscuridad volvió a mí, apartándome de la realidad. Al despertar me encontraba en una camilla, en una clínica probablemente, estaba conectado a muchas maquinas y cables. ¿Cómo es que había llegado hasta aquí? ¿Dónde estaban Antonie y Amanda? ¿Estaban bien? ¿Los habían alcanzado? Mi cabeza dolía y daba vueltas, intentando recordar, la puerta se abre y entra un doctor, me mira con alegría al ver que estoy despierto. —Blake… ¿Cómo te sientes? —inquiere, intento enfocar mi vista que esta un poco borrosa y entonces lo reconozco, es Dave, el amigo de mi abuelo y doctor de la familia en algunas ocasiones. —Dave… ¿Cómo carajo llegue hasta aquí? —inquiero confuso. — Te trajo una chica, tuviste suerte, sino hubiese sido por ella, no estaríamos teniendo esta conversación—intento divertir y le hice una mueca tratando de sonreírle de lado. —¿Una castaña de bonitos ojos? —inquiero recordando a la chica que me dio respiración boca a boca. Él asiente. —Si, tengo su numero de contacto y nombre…—alarga guiñándome un ojo, le asiento con una sonrisa. —, Se llama Ada, Ada Flores. —dice revisando su tablero, bien, una duda menos. —Necesito que llames a mi abuelo y le preguntes por Antonie y Amanda—pido con confianza, Dave asiente. —¿Te sientes bien como para hacerlo tú mismo? —inquiere y asiento, mi abuelo no debe saber de esto, esta intentando superar su enfermedad y no puede preocuparse mucho o le afectaría su corazón. Entonces pienso en llamar a mi madre. Me tiende su teléfono y marco el numero de mi madre. Me contesta al tercer pitido. —¿Hola? ¿Quién es? ¿Cómo tiene mi número privado? —inquiere con rapidez. Me rio al ver lo desconfiada que es mi madre. —Madre, soy yo. —respondo y puedo jurar que se sobresaltó. —, Escúchame, estoy en la clínica de Dave. Necesito que llames a la familia de Antonie. —¿Qué? ¿Qué rayos sucedió? ¿estas bien? —inquiere desesperada. —Nos atacaron en el yate, me hirieron, pero estoy bien. Necesito saber cómo están Antonie y Amanda, por favor— respondo. —Bien, salgo en este instante para allá. En el camino llamare a la familia de Antonie. —responde apresurada. —No le digas nada al abuelo, por favor. Recuerda que sigue delicado de su corazón…—alargo antes de que me cuelgue. Me colgó y me quede esperando alguna noticia, el tiempo pasaba lento y yo intentaba pensar en quienes habían podido ser los que enviaron a esos hombres. Pero no venia nadie a mi mente, teníamos muchas familias enemigas, claramente por todos los negocios que tenemos y hemos hecho usando artimañas, pero la familia de Antonie también era reconocida y su padre era un zorro viejo como mi abuelo, al que muchos querían cazar. Y claramente los blancos mas fáciles, éramos Antonie y yo. Suspire con frustración, necesitaba averiguarlo, fracasaron por suerte, pero aun así podríamos estar en peligro. No quería ni podía permitir que mi abuelo se enterase de ese atentado, estaba débil y una preocupación de esa talla podría costarle la vida. Mi teléfono lo había perdido en todo el ajetreo de la situación, tendría que recuperar mis contactos y usar influencias para investigar. La puerta de la habitación se abre y mi madre entra como alma que lleva el diablo, al verme se acerca y me abraza con tanta fuerza que me deja sin aire. —Antes de que me hagas mil preguntas. ¿Averiguaste algo de Antonie y Amanda? —inquiero cuando me suelta y el aire nuevamente inunda a mis pulmones. —Logre hablar con la madre de Anto, dice que él llegó mojado y asustado, pero que esta en perfectas condiciones. Dice que le salvaste la vida, están super agradecidos contigo hijo. Y esa muchacha, también se encuentra bien, ya esta en su hogar. Ahora, ¿Por qué eres el único que fue herido? ¿Qué carajos sucedió? Quiero la verdad y la quiero ahora. Tu abuelo piensa que te fuiste de viaje por negocios…—alarga con tranquilidad, asiento tranquilo, tomo aire y le cuento todo a detalle. —Amanda y Antonie lograron saltar y salvarse, yo me enfrente a dos de esos sujetos. Por eso me hirieron, madre, pero tranquilízate que estoy bien. —termino por contarle y ella asiente con una sonrisa. —Siempre heroico, hijo mío. Pero fuiste imprudente, pudieron haberte matado. —acusa y ruedo mis ojos, ella sabe perfectamente que siempre he sabido defenderme, pero tenia razón, me arriesgue mucho y pude haber estado a salvo si tan solo Will hubiese estado a mi lado. —, ¿Y Will? ¿Dónde estaba? ¿Por qué no estaba contigo? —Le di el día libre, madre. —respondo y ella suspira negando con su cabeza. —, Tiene hijos que también necesitan de su padre, pensé que solo seria un paseo en el mar normal, como siempre solemos hacer. —¡Es su trabajo cuidarte! —reprocha y la miro con fastidio. —, Pues ya ves las consecuencias de tus malas decisiones hijo, pudo haber ocurrido una desgracia, imagínate lo que le hubiese sucedido a la familia si te pasaba algo. Tu abuelo pudo haber sufrido un infarto por tu culpa…—alargo sin darse cuenta, sentí una presión en mi pecho, me culpaba de lo que no había sucedido, no tenía sentido alguno. —¡Basta! Madre, no sucedió nada. Estoy bien y es lo único que debería importarte. —respondo indignado, ella agacha su cabeza. —, No pasó nada grave, nos salve a los tres de cualquier desgracia. Además, mi abuelo estará bien porque no sabrá lo que sucedió, encárgate de hablar con el padre de Antonie y ruégale que no le mencione absolutamente nada. —pido y ella asiente entendiendo, odiaba hablarle de esa forma, pero sus sentimientos nublaban tanto su juicio que por esa razón no pensaba con cabeza fría. —Eres igualito a él…— dijo con orgullo refiriéndose a mi abuelo. —, Siempre calculando tus palabras, tus movimientos y tu actuar, te educo tan bien, que siento que eres mas su hijo que mío propio. —dice y la miro de lado. —, No me observes así, hare lo que me pides porque se que es lo correcto para la familia. —termina y asiento repetidas veces, mi abuelo es lo más importante y él necesita estar tranquilo y sereno. —, Aunque, él podría decirte su lista de enemigos, de esa forma podrías saber quien envió a esos hombres al yate. —¿Acaso enloqueciste, madre? —inquiero negando rotundamente. —, Se alteraría, podría sufrir otro daño a su corazón, imagínate la preocupación que le generaríamos, sería un estrés que claramente su corazón no podría soportar. Por supuesto que no le diremos, ni siquiera por pistas, cuando salga de aquí me encargare de todo, solo. —indico y ella asiente, después de todo sabia que tenia la razón, una sola preocupación o alteración podría quitarle la vida a mi abuelo y yo jamar permitiría nada de eso. La puerta se abre nuevamente y por ella entran Antonie y Amanda, me sorprendo al verlos, pero sonrió al verlos sanos y salvos, ambos lucen preocupados y mi madre sale dejándonos a solas. Amanda me abraza con fuerza y Antonie también, les pido que me dejen respirar. —Lo siento, es que estaba tan preocupada por ti. Cuando saltamos, inmediatamente empezamos a nadar a toda velocidad, pero al buscarte no te encontraba y sentí mucho miedo…—alarga con susto Amanda, le doy una sonrisa, es tan tierna por preocuparse por mí. —¡Estaba por volverme loco! Pensé que te había sucedido algo…—alarga con exageración Antonie, le doy una risa y él me la devuelve con nervios, es claro que vivimos adrenalina pura en ese momento. —, ¿Cómo carajos te hirieron? —inquiere al ver la venda en mi abdomen, les cuento lo que sucedió y por qué no logre saltar detrás de ellos. Se sorprenden mucho y me miran con preocupación. —Tranquilos, eh. Estoy bien, solo fue un rasguño. —divierto guiñándoles mi ojo. Ambos niegan con su cabeza. —, ¿Cómo hicieron para llegar a sus casas? —Pues… llegamos nadando a la orilla, una mujer nos prestó su teléfono y llame a mi casa, enviaron a un chofer y a la policía por nosotros. Les explicamos todo lo sucedido y en seguida la policía de la costa se fue en dirección al yate. Creería que atraparon a esos sujetos. —cuenta Antonie y asiento. —, Mis padres estaban como locos cuando les conté todo lo que sucedió, están muy agradecidos contigo, tenias razón, mas importaba nuestra vida que ese yate. —Lo importante es que logramos escapar, tenemos que investigar. —dije en dirección a Antonie quien asintió comprendiendo que es lo que haríamos para llegar al fondo de todo esto. —, Mi madre hablara con tu padre, pero se que te escucha mas a ti, necesito que tu padre no le diga absolutamente nada a mi abuelo sobre esto, él está muy débil del corazón y cualquier noticia de este tipo podría ocasionarle la muerte súbita. —dije exagerando, pero era la realidad de su estado de salud. —Cuenta con eso, viejo. Tu abuelo no se enterará de absolutamente nada—aseguro y respire con tranquilidad. —, bueno ahora que comprobé que sigues vivo, tengo que marcharme, intentare averiguar algunas cosas…— dijo divertido y entendí a lo que se refería, buscaría pistas de quienes fueron los causantes de ese atentado. Nos despedimos chocando puños y se fue, me quede a solas con Amanda, quien permanecía en silencio, me miraba con preocupación y sus ojos estaban cristalizados. Le extendí mis brazos y la abracé, recostó su cabeza en mi pecho, me lastimaba un poco el abdomen, pero ignoraba el dolor, su corazón seguía acelerado y entendía que estaba en una especie de shock aún. —¿Qué ocurre? ¿Te sientes bien? —inquiero con suavidad, ella niega con su cabeza con lentitud. —Sentí mucho miedo, Blake. No quería imaginarme que te había sucedido algo…—responde quebrandose, beso su cabello y la miro con dulzura. —, Solo es que… siento que te estoy queriendo mucho…—alargo dejándome totalmente perplejo, sin saber que responderle.
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