Capitulo Sexto
El éxtasis de la lectura se apodera de las mentes
¡Muy emocionadas de los acontecimientos que sucederían y descubrirían esa primer noche!
Se prepararon para la aventura que llevarían a cabo esa noche, en el tenebroso bosque donde no solo habitan criaturas extrañas, sino también extraños animales que ¡Aun no eran descubiertos!
Blaire en su interior se sentía muy emocionada al respecto, pero Effie ¡Sí que estaba más que emocionada! No podía ocultar esa felicidad que emanaba de su interior al saber que podría darle algo de acción a su vida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
En cuanto a Bethia y Aila, a pesar que no estaban completamente decididas, de igual forma irían al bosque y así no perderse lo que ¿Posiblemente? Sería el mejor momento de su vida.
¡Aunque también podría ser el día que marcara el final de su vida! ¡Todo era posible y a la vez no podría serlo!
¿Guiarse solo por unas visiones de Blaire, en verdad podría ser posible? No era suficiente solo con eso, pero Effie confiaba en la intuición que le hacía sentir Blaire en la seguridad al hablar de ese tema en común. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La tarde estaba cayendo y las telas amarradas con cuerdas de árbol, estaban listas para ser llevadas a los hombros de las cuatro chicas.
Llenas de curiosidad y estremecidas por el miedo que de alguna manera no se alejaba de ellas.
Al pensar por breves instantes que podrían ser vistos por algunos aldeanos y fuesen tras ellas, para ser cautivadas o violadas, ¡Las posibilidades eran muy altas! Encontrar ese tipo de personas que ¡No precisamente Vivian o eran de la aldea! Pero el riesgo a pesar que era alto, ¡Ellas decidieron continuar! poniendo su plan en marcha. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
En el momento que las chicas se percataron que los aldeanos estaban cerrando sus negocios y al ver que ya no habían personas merodeando los linderos de los caminos que las conducirían al bosque. . . . . . . . . .
Salieron de prisa, Blaire dejo bien asegurada su entrada principal, para que en su ausencia ¡Nadie pudiera entrar! Saliendo por la parte de atrás que era casi invisible a cualquier ojo que no conociera los secretos de esa choza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Salieron las cuatro chicas en búsqueda de respuestas, dos de ellas en búsqueda de algo que no se les había perdido, mientras que las otras dos, iban tras el destino que la vida les había marcado el día de su nacimiento y que solo estaban arrastrando a dos más al mismo destino.
Destino que de alguna manera no sería el más grato para todas y en general para ninguna de las cuatro, pero que lo inevitable tendría que suceder de la manera que se presentaran los hechos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Al alejarse de la aldea y ver hacia el frente, ahí estaba la entrada al bosque tenebroso y encantado del que todos hacían mención en sus relatos. . . .
Effie queriendo darle un toque diferente al camino, comenzó a lanzar las historias que había escuchado de algunos aldeanos y familiares respecto al bosque. . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Chicas! ¿Ustedes sabían que aquí en este bosque se dio la batalla final entre Abaddon y un rey Vampiro?—
Bethia llena de miedo respondió casi que temblando del miedo y no del frio que las acompañaba esa noche del viaje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡No Effie! No cuentes nada de eso por favor, es escalofriante que comentes ese tipo de cosas cuando vamos en medio de la oscuridad y con el miedo metido entre las piernas, ¡Blaire dile por favor que no cuente nada al respecto!—
Blaire no pudo evitar reírse de la situación, respondiendo de inmediato. . . . . . . . . . . . .
-¡No te preocupes Bethia! Eso no es cierto, solo lo cuentan las personas para que mujeres y niños no entremos al bosque y descubramos otra clase de secretos que los adultos esconden en casa—
Intrigada por lo que había dicho Blaire, Aila pregunto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¿Por qué dices eso Blaire? ¿Acaso hay secretos que sean más perturbadores que los mitos de los fantasmas y batallas de los Dioses aquí en el bosque?—
-¡Lo que sucede es que, aquí en este bosque! “Dicen” que vienen a hacer rituales para que los niños se vuelvan hombres con las mujeres de otras aldeas, por esa razón es que no dejan que se metan con las mujeres de nuestra aldea sin antes haberse iniciado con otras mujeres de diferentes aldeas.
Así como también cuentan que las brujas y brujos de las aldeas se reúnen en este lugar para enterrar sus cuerpos y re encarnar en animales.
¡Pero la verdad no creo nada de eso!—
-¡Bueno si es lo que dices y piensas! Está bien, ¿Entonces? Sigamos adelante, porque no quiero que nos agarre la madrugada y nosotras aun estando muy lejos de casa de regreso, ¿Por qué si regresaremos hoy verdad?—
-¿Eso lo dudo? Por eso mismo empacamos carne y abrigos para pasar la noche en el bosque en algún refugio que podamos encontrar por ahí, ¡Si es que no hemos encontrado la cueva aun! De mañana muy temprano saldremos de regreso a casa, pero no os asustéis ¡Estaremos bien, se los aseguro!—
Conforme iban avanzando las 4 chicas, todo iba siendo más tenebroso, el cielo oscuro y lleno de misterios, daba escalofrió solo de ver hacia las estrellas que se movían en forma circular conforme ellas iban caminando.
Hasta que Bethia se percató de algo en específico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Chicas! ¿Creo que estamos haciendo algo mal, eso creo?—
-¿Qué sucede Bethia, porque lo dices?-
-¡Lo que sucede chicas es que he estado viendo al cielo y las estrellas parecen estar dando vueltas con nosotras! Eso solo puede significar que estamos caminando en círculos—
-¡No puede ser Bethia! Aila, ¿Has dejado las señales que te dije que hicieras para no perdernos?-
-¡No chicas lo siento! Del miedo que me pegaron se me ha olvidado por completo—
-¡Pues con razón! Entonces Bethia hazte cargo de eso porque no podemos seguir perdiendo el tiempo—
¡En verdad habían avanzado bastante dentro del bosque! ¿Pero? Los espíritus que flotaban en el bosque las estaban persuadiendo de no continuar.
Sin embargo las cuatro chicas continuaron su travesía, en esta ocasión Bethia comenzó a amarrar pequeñas cintas rojas en cada árbol que pasaban para dejar huella que ahí habían pasado antes, solo siguieron una línea recta sin detenerse.
¡El problema era que Blaire debía de encontrar el lugar en donde acampaba con su padre! Para posteriormente dirigirse al norte y así ir directo a donde ¿Creía? que estaba la cueva perdida de la vez anterior y de la que Forges le había comentado.
Habían avanzado alrededor de unos 3 kilómetros desde la entrada al bosque, fue cuando Blaire se recordó del lugar en donde frecuentemente acampaban con su padre en época de cacería grande. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Ahí chicas! Ese es el lugar en donde acampábamos con mi padre, desde ese punto podremos dirigirnos al norte y de ese lugar comenzar la búsqueda de la cueva—
-¡Si Blaire! ¿Pero no crees que es demasiado tarde? Cada vez veo que esta mas oscuro el lugar en donde estamos caminando—
Exclamo Aila, llena de miedo, al sentir el frio corriendo por su piel y el temor a ver o escuchar algo que le hiciera pegar de gritos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Lo que sucede es que el bosque es más espeso y por esa causa se ve más oscuro acá abajo! Pero les aseguro que si subimos a un lugar alto, de seguro verán mucha luz—
Effie que estaba más familiarizada con todo lo que tenía que ver con magia y hechicería, saco de su tela envuelta unas candelas.
Al sacarlas exclamo en general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Chicas! Hemos llegado hasta aquí, no es momento de atemorizarnos y hacernos atrás a esto, traje conmigo estas velas para que podamos protegernos de todo mal espíritu que pueda o quiera hacernos daño, ¡No os asustéis! Porque esto os dará protección y tranquilidad, así que os pido que os acerquéis y hagamos un circulo en el cual solo llamemos a los buenos espíritus para que nos protejan de toda adversidad –
Las tres amigas se acercaron, se tomaron de las manos con las velas encendidas y Effie comenzó a rezarle en lengua extraña a los espíritus que “Según ella” los protegerían.
Al comenzar el rezo, comenzaron a escuchar como el viento soplaba con más fuerza pero sin llegar a las velas.
Los arboles rechinaban al momento de agitarse por el viento, unos ruidos de lobos se escuchó a kilómetros de donde se encontraban.
La atmosfera era lo más escalofriante que cualquiera de las que estaban ahí presentes hubiera experimentado anteriormente.
Cuando termino Effie de rezar, a Blaire se le ilumino el pensamiento y les dijo con certeza y fuerza en su voz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Acabo de recordar en donde es que esta esa cueva desgraciada que estamos buscando! Seguidme que no está muy lejos de aquí, se los puedo asegurar—
Las tres salieron tras ella, dejando las velas en el suelo prendidas, pero que al retirarse se apagaron de inmediato, lo que daba a entender que la presencia de las cuatro alrededor de las velas no había permitido que se apagaran, por lo que suponía pensar que eso significa poder de alguna de ellas o de las cuatro en general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Al llegar al lugar en donde estaba exactamente a la cueva que había dicho Blaire, ingresaron de inmediato.
¡Blaire no podía creer que habían encontrado la cueva! Lo que la lleno de alegría y entusiasmo a proseguir con esa búsqueda y descubrir ¿Qué era? lo que había dentro de esa cueva sin remedio alguno.
Blaire sin temor alguno ingreso de inmediato. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡Chicas veo algo! Solo que no puedo alcanzarlo, ayúdenme por favor, solo sujétenme de la cuerda mientras me estiro para alcanzarlo, no quiero caer a la cueva que está por debajo de la entrada—
A lo que Effie respondió. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¡No tengas miedo! Solo déjate caer a la cueva y nosotras te regresaremos con la cuerda, ¡De eso puedes estar segura!—
-¡Esta bien pero no vayan a soltarla la cuerda estaré halando para ver si esta estirada!—
En ese momento Blaire se dejó caer de lleno a la cueva que estaba por debajo de la entrada.
Con una vela encendida en ese momento, ¡Creyó haber visto a alguien caminar por el lugar! Pero al volver a ver con cautela, se fijó que no había nadie más en el lugar, aparte que la cueva no tenía grietas ni otra aparente entrada en el lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-¿Qué es lo que ves Blaire?-
Pregunto Effie emocionada que encontrara oro o cualquier otro objeto de valor que según ella, ese era el motivo por el cual no era tan sencillo encontrar esa cueva. . . . . . . . . . . . . . .
-¡No hay nada a excepción de un libro sobre una roca!—
-¡No lo toques Blaire! Puede ser peligroso, bajare contigo para ver de qué se trata ese libro—
-¿Pero ya seremos dos aquí adentro y Bethia y Aila son muy temerosas?—
-¡Entonces iremos las tres! Solo dejaremos amarrada la cuerda para que podamos salir después de ahí sin problema, haremos doble cuerda para que no sea fácil romperse—
Las tres se amarraron una cuerda a la cintura y descendieron a la cueva, para ver lo mismo que Blaire estaba viendo.
¿Cuándo de pronto se escuchó antes que bajasen?
-¡Has venido a sacarme de este lugar!—
Blaire se quedó en silencio y no dijo nada al respecto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .