Aukan.
Lorena—. Hola... ¿Cómo estas?.
Aukan—. ¡Hola! ¿Bien y tú?.
Lorena—. Bien... ¿Estás ocupado?.
Aukan—. No, De hecho aún estoy en la cama.
Aukan—. ¿Necesitabas algo?.
Lorena—. No, nada.
Aukan—. Bien.
Quedo ahí, mirando los mensajes que nos mandamos y que al final no me responde más, miro el teléfono preguntándome cuando me va a responder ¿o es que se enojó?, o tal vez está ocupada, pero si me escribió es por algo no para que quede ahí, pensando en eso me levanto, mientras desayuno miro a la nada, ni siquiera escucho el quilombo que tienen mis primos en la casa sino que mi vista está fija en la nada misma, pienso y pienso en como se le responde a una mujer para seguir la charla, no tengo la menor idea porque nunca me escribí con una, chicas del colegio me han escrito pero jamás respondí porque no me interesaban, pero Lore si me interesa, así que me quedo con la duda en si yo fui el problema pero a la vez me digo que le respondí a lo que me preguntó, no me dio indicios claros de seguir con la charla.
—Si sigues pensando te va a salir humo de la cabeza. —miro a Sergio alzando las cejas—. Vamos a un lugar más tranquilo así hablamos.
—Si, —me paro suspirando—. Lo necesito.
—Bien. —lavo la taza mientras escucho que habla con More—. Ya vengo... Voy a dar una vuelta con Aukan.
—Lleva a Quimey que está medio denso.
—Dale. —me giro justo cuando lo agarra que iba corriendo como loco—. Vamos amigo... No grites así.
—Una paliza te voy a dar. —se ríe por las palabras de Meli que le hace el amague de darle un golpe.
—Nooo tía.
—Que no... Una paliza y una bañada de agua fría vas a ver. —la mira sacando trompa y medio dudando porque ya lo agarró así—. Hola Aukan.
—Hola tía.
—¿Vas de salida?.
—Vamos a ir a ver los corrales con Sergio y volvemos... ¿Van a cocinar algo?.
—Unas rosquitas decíamos con tu mamá. —hago fuerza para sonreír donde me recuerda a Lore—. Me dijo que hace unos días le estabas pidiendo pero que no te pudo hacer.
—Mmmm que rico... ¿Con glacé de naranja?.
—Mucho glacé.
—Eeee buena. —me río de mi tío que hace caras y More se tapa la boca para no reir—. Con chocolate también... Mire que todas iguales todo porque este las quiere así.
—Vamos a hacer de todas clases, ¿puedes dejar de ser un maricon? Sabemos que tu mamá te hace los gustos bebito, no hace falta que haga berrinche.
—Soy un bebito ¿viste More? Porque para dormir tengo que tomar la lec... —More le da un sopapo challandolo.
—Deja de decir eso tonto.
—Pero si es la verdad. —le da otro golpe y así sale corriendo o le van a dar una paliza por bocón.
—Yo ya te dije More... Ahogalo con la almohada cuando duerme.
—¿A quién?.
—A Sergio. —mi abuela la mira negando ya que dice todo sin problemas—. Es un idiota bocón.
—¿Otra vez diciendo que es un bebé?.
—Vieron... Es un bocón el idiota.
—Yo mejor me voy afuera, tenemos cosas que hacer.
Salgo escuchando como sigue jodiendo y las otras le dan de sopapos que parece que le gustara, me voy hacia la leña, no tengo idea que hacer y sinceramente estoy cansado, como entro a las dos de la tarde muchas veces no me dan trabajos duros o lejos de la casa sino que me dejan todo lo que este cerca y lo que las mujeres necesiten que a veces es peor que estar en medio del campo con cuarenta grados de calor, porque se les ocurre de todo, y como me dejan esa tarea no me puedo negar, pico leña en cantidad, siempre debe haber leña, en todo momento del año no importa si hace calor o no, debe haber leña cortada, si mi abuelo llega a ver a mi abuela picando leña o simplemente llevándola hacia la casa porque no repusimos nos azota a todos juntos, siempre nos dijo que debemos picarla y llevarla hasta la reserva que tenemos al lado de la gran estufa así todas ellas sólo la cargan dos metros que es la distancia que tienen.
—Pero amigo... —miro a mi tío que tiene la cara roja, se ve que le dieron unas cachetadas—. Deja de pensar que ya siento que voy a ver lo que piensas.
—Estaba pensando en llevar la leña.
—Vamos acercándola y ahí charlamos.
—Dale. —nos ponemos a llenar las carretillas así no hacemos tantos viajes.
—Bien... Dime que es lo que te está pasando.
—Una mujer. —vamos hacia la casa—. Ya sé todo lo que pensaban tío no quieran ocultarlo... Hasta mi papá piensa que soy gay pero no lo soy. —me mira alzando las cejas—. Me gustan las mujeres y que no me hallan visto con una no quiere decir otra cosa.
—Bien... ¿Y qué pasa con esta mujer?.
—No sé... Me mandó mensaje a la mañana pero no me respondió más.
—¿Y qué te puso?. —acomoda la leña bien apiladita.
—Como andaba y le puse que bien y después si necesitaba algo.
—¿Eh?. —agachado me mira fijo.
—¿Por qué me miras así?.
—Muéstrame los mensajes. —le paso el celular y niega mientras los lee—. ¿Pero ere tonto Aukan? Te estaba buscando charla y tú re cortante hombre ¿así cuando la vas a conquistar?.
—Es que nunca encaré a una mujer y ella me intimida. —volvemos por más leña y la voy recordando—. Al principio me pareció linda y me daba mucha pena que está sola con su hija entonces quise ser su amigo.
—¿Tiene una hija?.
—Si... Tres añitos creo que tiene... El temas es que cada vez que la veo no siento deseos de ser su amigo sino algo más. —me pongo en cuclillas de espaldas al sol mirando a la nada—. Me dan ganas de besarla y abrazarla diciéndole que todo va a estar bien... Yo creo que donde es más grande me intimida.
—¿Cuánto más grande?.
—Tiene veintisiete casi veintiocho. —se gana a mi lado asintiendo—. No sé como se conquista a una mujer porque nunca estuve con una. —no me avergüenza nada decirlo, menos a él que es mi tío—. Siempre pensé en sólo estar con una sola mujer y casarme con ella y todo lo demás.
—¿Y está mujer no es la indicada? Me dijiste que te gusta.
—Si... Me re gusta, el tema es que viene de un matrimonio fallido y no sé si ella quiere algo serio... Tal vez sólo necesita un compañero, alguien que la proteja, que le haga los arreglos de casa... Tal vez eso necesita, no un tipo ahí atrás de ella más caliente que una paba.
—¿Eres tímido Aukan?.
—No. —lo miro alzando los hombros.
—Entonces dile que te gusta... Que si ella al menos te ve lindo y si te dice que si dile que prueben en ver si pueden llegar a tener algo.
—¿Y si me dice que no?.
—Tragate el orgullo y retirate hermano. —sonrío porque siempre nos dice eso, si la chica no quiere nada retirate sin darle a entender que es su obligación porque no está obligada a nada que no quiera—. Piénsalo hijo... No te quedes con la duda y el que hubiera pasado si lo hubieran hablado... Se más valiente porque cobardes abundan.
No le digo nada de que está en juicio por maltrato pero tiene razón, ya se topó con un cobarde y no quiere otro, quiere alguien que le dé seguridad de estar tranquila y dormir tranquila, quiere llegar del trabajo y encontrar un beso no un golpe, y yo le daría toda la ternura del mundo de ser necesario, así tenga que romperme en mil pedazos y sacar ese hombre que no soy pero por ella lo haría.
Después de comer y no emitir bocado alguno por estar pensando en lo que Sergio me dijo, me cambio para ir a trabajar, me queda hoy y después entro en la mañana, lo mas difícil de las mañana es levantarme a las cinco ya que entro a las seis, si pudiera levantarme más tarde lo haría pero tengo que estar espabilado para manejar o puedo tener un accidente o peor, provocarlo.
—Au esperame tengo que ir a gimnasia.
—Bueno dale. —miro a mis abuelos analizándolos, tienen sesenta años y más de cuarenta años de estar juntos y aún así están como ahora, mi abuela sentada arriba de él diciéndole algo al oído que los hace reír y mi abuelo metiéndole mano creyendo que no lo vemos.
—Ya estoy. —Elu va donde mis abuelos a despedirse—. Chao mami... Chao papi.
—Chao amor cuidate.
—¿Quién va por tí?.
—El tío Fede me dijo que me traía. —va donde mi mamá y con mi papá que están igual que mis abuelos, calientes todo el tiempo.
—Mandale mensaje al tío que te confirme y avisame o no me quedo tranquilo. —decido salir o no nos vamos más, mi papá aún se altera y no capta que si mis tíos dicen que ellos van por nosotros es porque van.
—Ey esperame. —ya había arrancado o no sale más, freno viéndola venir corriendo—. Loco me haces correr.
—No te apuras más Eluney y yo tengo un horario nena.
—Bueno perdón. —manejo un poco intentando de sacarme la charla que tuve con Sergio.
—Escríbele al tío y mandale enseguida al papá así se queda tranquilo. —agarra el celu y llama.
—Hola amor.
—Hola tío... Mi papá dice que le confirmes si vas por mi.
—Que pesado loco.
—Bueno, pero viste como es.
—Bueno, yo ahí le escribo que voy por ti.
—Dale gracias.
—Nos vemos después mami... Besitos.
—Besos.
*****
Lorena.
Freno de golpe cuando veo la camioneta de Aukan frenar fuera del colegio, baja la chica con la que lo vi, está por entrar cuando él le pega un grito asiendo que ella vuelva para atrás y desde el lado del conductor meta la cabeza hacia adentro, bajo la mirada porque no es necesario que los vea besarse, ya con eso me es más que suficiente.
—Hola seño.
—Hola. —me agacho a darle un beso a mi alumnito—. ¿Cómo estas?.
—Me huele a pancita.
—Eso te quería decir... No puedo dejarlo en la casa porque trabajamos los dos y no puedo pagar para que lo cuiden.
—No te hagas drama... ¿Le trajiste ropa por las dudas?.
—Si, acá traje ropa. —le doy un beso en la frente y lo insto a que pase—. Chao hijo.
—Chao mami.
—En un mes termina la temporada para las mujeres así que ahí voy a tener más tiempo para él.
—¿En las mañanas lo llevas contigo?.
—Queda con mi hermana sólo que en las tardes ella va al colegio también, así que no puede cuidarlo, sólo lo viene a retirar.
—Dale, ve tranquila yo me encargo.
—Dale gracias.
Me quedo ahí esperando a que vengan los seis nenes más que me faltan, no son muchos, son re poquitos pero me sienta mejor porque puedo estar más pendiente de ellos a tener veinte nenes y no poder darles nada de atención porque vamos a la realidad, te ponen tantos chicos pretendiendo que estés pendientes a todos y no se puede, sinceramente no se puede y después vienen los reclamos diciendo que somos unas irresponsables pero no toman noción de si me traen a un chico como Albertito con diarrea no puedo estar en el baño y con los demás al mismo tiempo, bueno, mucho no hablo porque sólo trabajé dos meses y como maestra suplente y ya después no trabajé más hasta ahora, pero la verdad que esa experiencia me marcó para decir que ahora estoy acá y es la gloria de trabajo.
A la tarde salimos al patio y me rio por como Tisci juega con todos, los nenes creen que es una compañerita más y me encanta esa inocencia que tienen para incluir a los demás, mientras estudiaba entendí que los nenes que discriminan es porque sus padres les enseñan eso porque son absorbentes como una esponja seca, lo que le dices o muestras lo absorben porque no sale de su naturaleza hablar racialmente o burlones.
—VAMOS TODOS... FILITA ASÍ YA NOS VAMOS A LA CASA. —todos agarran sus mochilas y hace una sola filita, Tisci se gana en medio más o menos.
—Seño Lore ya puede salir.
—Bien. —de la mano salgo y ahí los voy besando a medida que se van—. Tu hermana me dijo que andaba mal de la panza.
—Si, me avisó.
—El la tarde estuvo bien pero dale algo que lo seque un poco.
—¿Como qué? No tengo idea yo solo lo cuido.
—Mmmm queso... Si le das otra merienda no le des leche dale un té y si tienes queso dale pan con queso.
—A dale buenísimo. —una vez que se van todos nos vamos a la casa a descansar un poco, bueno, a limpiar sería porque donde tengo los dos turnos se me junta la mugre donde no hago casi nada, es más, ni los platos lavo así que llego a hacer todo.
—Lore. —freno sólo porque Tisci lo ama, corre hacia él riendo y feliz de volver a verlo—. ¿Cómo están?.
—Bien gracias... Nos tenemos que ir, tengo cosas que hacer.
—¿Necesitas ayuda?.
—Estas trabajando. —lo apunto entero que está con la ropa de la policía—. Y puedo sola de verdad.
—Bien... Las acompaño a la casa entonces. —empieza a caminar sin esperar respuesta—. ¿Tienes algo que hacer el finde?.
—No... ¿Por?.
—Las quiero invitar a salir. —paro agarrándolo del brazo.
—¿Tú me estás tomando el pelo?.
—Si es por el mensaje hay una explicación y quiero que lo hablemos... Tengo que aclararte unas cosas.
—No... No es por el mensaje es porque no entiendo porque me... Nos invitas a salir teniendo novia.
—¿Novia?. —me mira de frente con cara de no entender—. Yo no tengo novia... ¿De donde sacaste eso?.
—Te vi... Varias veces te vi con la misma chica y hoy los vi besarse. —frunce las cejas tirando la cabeza hacia atrás—. ¿Tienes novia o no? Te estoy dando la oportunidad de que seas sincero.
—No tengo novia... Y nunca la tuve y si me viste hoy era mi hermana. —ahora yo estoy dudando—. Y no la besé... Bueno un beso en la mejilla nada más, y las otras veces debe ser ella o alguna de mis primas pero novia no.
—Oh... Que vergüenza y mil disculpas si sone como celosa.
—De hecho me gustó. —temblando de la vergüenza me rio—. Volviendo al tema... ¿Aceptas un cita conmigo?.
—Si... ¿Cuándo?.
—Este sábado... Nunca tuve una cita pero quiero decirte que yo p**o todo... Y las paso a buscar y todo lo que se deba hacer. —me da ternura que sea tan sincero en decir que no sabe que se hace—. ¿Aceptas?.
—Si... Si obvio.
—Bien... Ufff que alivio. —empezamos a caminar otra vez hacia mi casa y va con Tisci en brazos.
—¿Comiste algo? ¿Te puedes quedar unos minutos así te hago algo?.
—Si, puedo quedarme unos minutos.
—Dale, te hago un sanguche o algo parecido. —vamos con calma y debes en cuando lo miro que va mirando todo al rededor.
—Guarda preciosa. —la cambia de brazo y ella se agarra enseguida del cuello.
—Dejala abajo si yo la ando trayendo caminando.
—Bueno, probemos. —hace el amague de bajarla y no, se agarra de su cuello desesperada y alza las piernas queriendo envolverlo con ellas—. Debes caminar.
—No no no. —me mira alzando las cejas y suspiro.
—Ahi tienes tu respuesta. —la carga de nuevo y sé ríe la mala sabiendo que gana siempre con él.
—Pero si serás compradora Tisciana.
—Papi mío. —quedo de pie mirándolo y él como si nada, es como si fuera normal que lo llame así.
—Si... Soy tuyo y de tu mami. —lo dijo bien bajito pero lo oí clarito—. No te quedes atrás hermosa que tengo hambre.
—Si... Ya voy.
En la casa se sienta en el suelo con Tisci que no lo deja y le preparo un sanguche de pan con lechuga, tomate, queso y jamón, lo enfilmo bien apretadito, lo parto al medio y ahí lo pongo en un taper así se lo lleva y se lo toma con un té, en un térmito le preparo un té y lo pongo todo en una bolsa de tela así no va con las cosas en las manos.
—Listo... Ya esta listo.
—Wouuu gracias. —se para aprovechando que mi hija corre a buscar un juguete o no lo deja pararse.
—Es mejor que vayas antes de que no te deje ir.
—Esta bien... A la noche vengo a cenar.
—Te esperamos entonces.
—Yo traigo. —vamos a la puerta y sale casi corriendo cuando Tisci se da cuenta que se va y viene corriendo a los gritos.
—No no... Pashial pashial a mi. —la agarro y ahí trabo la puerta.
—Ahora viene fue a comprar papa y viene. —grita tirando la cabeza hacía atras como si fuera un sufrimiento lo que está pasando y creo que es así, no tiene papá y cuando lo tuvo no fue precisamente amoroso—. No llores hija ya viene y te va a abrazar.
—Papi... Queo il papi.
La llevo al baño a lavarle la cara y no deja de gritar llamándolo, hago de todo para calmarla o le va a subir fiebre y no quiero eso, no ahora que estoy muy cansada y cuando tiene fiebre no puedo dormir, me la paso despierta muy asustada de que le pueda pasar algo.
Cuando ya se calma me pongo a limpiar porque me dijo que a la noche venía y quiero que la casa huela rico, me esmero bastante en limpiar todo, bueno, mucho no tardo porque no tengo ningún mueble sólo un colchón en la habitación y la cocina con la heladera en la cocina, más una manta que usamos de mesa así que nada más, pero con la ayuda de Dios pronto voy a tener mis muebles y decorar como yo quiera.
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