— Hola Abril — saludó la castaña mientras abría la puerta de su hogar. — Hola Cami. Aquí traigo las tartas, son de chocolate y, según lo que me dijeron, tus favoritas — dijo mientras caminaba hacia la cocina. — ¿Manuel sabe que son mis favoritas? — preguntó extrañada porque su hermano jamás notaría aquello, menos que hablar de Javier que, con suerte, conocía algo de sus gustos. — ¡Ja! Manuel… tan tierna — respondió ella. Camila la miró confundida por lo que decidió explicarse —. Jeremías, él me dijo — Esta última frase la dijo en un tono casi susurrado mientras acercaba su cara a la de Camila. La dueña de casa no pudo evitar sonrojarse un poco y esa actitud llevó a que Abril abriera muy grande sus ojos —. ¿Qué sucedió? — preguntó. — Nada… — Vamos, algo pasó — presionó la castaña. — B