Al día siguiente la castaña leyó un mensaje en su teléfono por parte de su novio en donde le indicaba que esa noche la tenía libre, ya que era su día de descanso, por lo que la invitaba a cenar a un restaurante que ella quería conocer desde hace bastante tiempo. Muy entusiasmada preparó un bolso con cambio de ropa y salió de casa a su trabajo. El turno fue igual que siempre, salió en su horario habitual junto a Manuel y ambos llegaron al departamento de los hermanos.
— Bueno, les informo que me cambio y vuelvo a salir — Manuel caminaba a su cuarto mientras les hablaba —. Pueden hacer todo el ruido que quieran esta noche.
Ellos rieron pero realmente contar con esa información no era tan malo. El morocho salió de su cuarto con una mochila colgada a su hombro, se despidió de la pareja y dej
