Antes de ir al bar debía pasar por la cafetería para una reunión que tendría junto a su hermano y el contador. Al llegar saludó a todos y se dirigió a Manuel, quien se encontraba en su puesto junto a la caja. El morocho lo miró y rápidamente desvió la mirada hacia la cocina, en señal de que algo no andaba bien allí. Javier hizo una señal a su hermano a modo de haber comprendido el mensaje y entró directo por las puertas que separaban ese lugar del salón. Al ingresar un silencio, para nada acostumbrado, le dio una mala señal. De espalda la castaña se encontraba terminando de verter alguna mezcla en un molde. Se acercó a ella bajo la atenta mirada de los otros dos trabajadores, y una vez a su lado aclaró la garganta. — Raro verte en tu horario — trató de provocarla pero ella solo sonrío a m