Contrato de amor y venganza

29 Barner

Marianella

Bajamos de su auto tan en silencio como llegamos. Tal parece que estamos rodeados por mentiras de todos lados.

Gastón, esposo de Jessenia ¿Quién creería esa locura? Lógicamente la pobre doctora lo hizo en su momento.

Por alguna razón, tanto silencio es molesto, por lo que enciendo la televisión encontrándome con algo que me deja impactada.

-Gastón, ven a ver esto.

-En otras noticias, en la madrugada de hoy ocurrió un grave accidente automovilístico en el puente sobre el canal Islais Creek.

Las imágenes muestran el borde del puente destruido y las máquinas a lo lejos tratando de sacar el auto del agua y un cartel con el aviso de 'repetición'.

-Aparentemente, el vehículo perteneciente a Gaston Lucks, el hijo del fallecido empresario de Security LGL Lucks, colisionó sin razones aparentes en el borde del puente, provocando que este caiga sobre uno de los pilares que lo sostienen y posteriormente, directo al agua del canal. Aún se desconoce la identidad de el o los ocupantes.

Se muestra el estudio donde un encargado de las noticias recuerda que es la repetición de la noticia del noticiero de media mañana.

-Siendo las catorce horas, nuestra colega Julia, se encuentra en el lugar de los hechos para ampliar la información. Adelante Julia, te escuchamos desde el estudio.

-Gracias, Isaías. Como lo mencionaste, aun nos encontramos en el lugar donde la policía técnica encontró un cuerpo perteneciente a R.C, oficial activo del FBI, quien presuntamente estaba a cargo de la conducción del vehículo y los documentos de Marianella Gerard y Gastón Lucks en el asiento trasero.

Mientras habla, vemos como recuperan el auto y nuestros documentos en la pantalla, omitiendo cuando sacan el cuerpo de Roger, pero no cuando la forense se lo lleva.

-Aún no se encuentran cuerpos de los restantes dos ocupantes ni indicios de lo que provocó el accidente que tiene un fallecido confirmado, Isaias- habla mostrando botes de rescate en el canal trabajando por dar con nosotros- Quedo a la espera de los avances de los rescatistas para informarte a ti y a la audiencia sobre lo que está sucediendo a lo largo y ancho del Canal Islais Creek

-Muchas gracias, Julia. En otras noticias deportivas- muteo el aparato.

-Nos están buscando. ¿Qué vamos a hacer Gastón?

-Fingir que no sabemos nada, Nella. Es demasiado conveniente que nos crean muertos para poder estar tranquilos.

-Tienes razón. Si nos creen muertos, podemos averiguar quién es el abogado de Jessenia, porque claramente, estuvieron juntos en el hospital.

-Voy a hablar con Turner a ver que posibilidades hay de que consiga las cámaras del hospital.- menciona tomando su celular para teclear a toda velocidad- Si estuvieron allí, están grabados.

-Cierto. Yo me voy a hacer un licuado. ¿Quieres?

-No gracias- niega prestando atención al intercambio de mensajes.

Hago lo que dije que haría pensando en que tal vez, sea una egoísta de primera. Mis amigas van a decepcionarse si saben que estoy viva y no les avisé.

La empresa debe de ser un completo caos justo ahora y Miguel debe de estar a sus anchas, convencido de que nadie puede meterse en su camino hacia ser el dueño de Security.

-Nella ¿tienes hambre?- indaga abriendo su heladera- Yo muero de hambre.

-No mucha- reconozco- pero si cocinas, te acompaño a comer algo.

-Está bien. Haré una ensalada y carne a la plancha. Necesito ejercitarme un poco.

-Yo también y no podemos salir a correr ¿o si?

-Afuera es mejor que no- niega con sutileza- pero lo tengo cubierto.

-No me digas. Tienes un super gimnasio con aparatos y todo eso- adivino divertida.

-Al fondo- señala las escaleras detrás de nosotros- Puedes usar lo que quieras.

-No tienes que repetirlo.

Gastón ríe de mi comentario, aunque parece que ambos tenemos la misma forma de descargar el estrés.

Ingreso a un gimnasio insonorizado con ventanales que dan a un bosque espeso. Tiene máquinas de pesa para brazos y piernas, bicicleta y caminadora con velocidad y temporizador controlados. A un lado, hay un parlante para poner música y un refrigerador con muchos gatorade de sabores y aguas sin gas.

Pongo rock y me concentro en los instrumentos para subir a la caminadora.

Justo en este momento, pagaría lo que fuera por tener mis calzas cómodas y un ben sostén, pero hay que conformarse con lo que tengo.

Una hora después estoy completamente desestresada esperando por lo que se venga, porque tengo ese presentimiento de que las cosas van a cambiar de la noche a la mañana, que hay más de lo que hemos visto, así que con ese pensamiento, me dirijo a su dormitorio para bañarme y almorzar con él.

Encima de su cama encuentro una bolsa con ropa y una pequeña nota.

'Salí a comprar fruta para tus licuados. Amo como te queda mi ropa, pero creo que me gustan más tus tantas de encaje ;)

Tu esposo'

Saco todo riendo de sus ocurrencias. Todavía no me la creo que no se halla dejado atrapar por nadie si siempre es tan atento y tiene esa personalidad juguetona que vuelve la rutina más entretenida.

Claramente escuche cuando dijo que me quería y me quedé callada ¿Qué le puedo contestar cuando estamos en algo que tiene fecha de caducidad pactada? Absolutamente nada.

Me baño ligeramente y bajo para encontrarlo con otra chica.

Es una mujer de su altura con el cabello rapado a los lados y un poco más largo en medio, cayendo sobre su frente, un aro en la nariz y un cuerpo delicado y proporcionado.

-Si que es linda- comenta mirándome, supongo que para Gastón.

-Turner- advierte entre dientes- Te recuerdo que es hetereo y mi esposa.

-Yo también lo fuí- suspira pasando la punta de su lengua sobre su labio superior, dejando ver un pircing en la lengua.

-¿Su esposa o hetero?- indago acercándome a saludar- Marianella, un gusto.

-Celia Turner, pero el gusto es todo mío- sus cejas se elevan y silva suavemente repasandome con la mirada nuevamente- Si que es un gusto.

-Cállate, Turner- le repite mi esposo empujando su hombro.

-Que humor, jefe. Solo admiro la vista.

-Mucho mirar y poco responder- le reto- No contestaste que es lo que si fuiste.

-Hetero, por supuesto- me guiña el ojo- Luego probé de todo y me gusta de todo. ¿Tu?

-Casada- le muestro mi mano izquierda- y muy hetero.

-Ya dejen eso y muéstrame lo que tenía Roger, Celia.

-Si jefe- responde tomando un portafolio- No había mucho que digamos. Solo un par de fotos colgadas así- nos muestra una imagen en el celular- y unos cuantos pendrive que honestamente, no me interesó revisar.

-OK. Entonces Roger relacionó a los testigos con estos tipos y este- señalo a uno que se me hace conocido de algún lado- ¿Quién es?

-Puedo tratar de investigar en las bases del FBI o de la DEA donde trabaja un cuerpo conocido, pero no prometo nada- dice ella.

-¿Un cuerpo conocido?- indago.

-Un saliente- dicen a la vez.

-Yo se donde lo he visto- Gastón saca su celular para mostrar la foto que me tomó en el café cerca de la empresa- es el mismo tipo, Nella. ¿Lo recuerdas?

-Por supuesto, pero ya te había dicho que lo había visto en otro lado y no sabía donde.

-Tu foto está más clara, Lucks. Envíala a mi celular que trataré de averiguar todo lo que sea posible.

-Esta bien- accede con pocas ganas- Trata de no involucrar a demasiadas personas Celia. No sabemos con quienes tratamos y no queremos seguir arriesgando vidas.

-Es posible que las cosas se calmen ahora que los creen desaparecidos por completo. Incluso Emerson cree que murieron ahogados en ese canal.

-Es mejor así, entonces.- concuerdo- Aunque no creo que mis amigas sean muy felices al saber que mentimos.

-Si en verdad te quieren, deberían comprender que lo hicieron porque están en peligro, Marianella. Si no, no lo son en verdad.

-¿Algo más, Turner?- le apremia seco.

-Andre salió a México hace una horas. Tiene un localizador oculto en su placa, así que será fácil de mantener rastreado.

-Bien echo ¿Me enviaste el enlace?

-Si, Gastón. Esta todo enlazado en tu computadora porque lo instalé desde allí para que no sospeche sobre mí, como lo pediste.- levanta un dedo para que él no la interrumpa- y lo hice en la oficina que compartimos en investigaciones internas. No hay modo en que lo descubra.

-A menos que allí también hayan infiltrados- le recuerdo- porque como lo veo, ningún lugar es suficientemente seguro para nadie ¿o si?

-Tenemos que correr el riesgo, nena- su mirada indica que se está jugando todas las cartas en esto.

-Comprendo.

Luego de otro par de indicaciones, finalmente Celia Turner se retira tan astutamente como llegó.

Comemos en silencio y enciendo la tele para ver otro Barner sobre nosotros.

-Aún continúa el intenso rastrillaje de los arenosos suelos del canal y los alrededores en búsqueda de los jóvenes desaparecidos, esperanzados de encontrarlos con vida- menciona la reportera señalando la multitud que rodea el bosque bajo la leyenda 'Llamar al número en pantalla si tiene datos'