Mi corazón te pertenece y eso nadie lo podrá cambiar. Soy siempre tuyo y tu siempre mía…. W.P. Esas palabras han rondado en mi cabeza por las últimas dos semanas. Sí; hace dos semanas que leí su carta donde me explicaba absolutamente todo su plan. Aquella mañana lloré como nunca, pero no de tristeza, sino porque al fin sentí paz, al fin sentí que todo lo que me tenía con miles de preguntas fueron respondidas en esa carta. Lloré porque un gran peso fue quitado de mis hombros, mi mente y mi corazón. Ya sé toda la verdad, ya sé que fue lo que ocurrió, ya por fin supe sus intenciones. ¿Qué fueron egoístas? Totalmente, pero lo comprendí, lo entendí. Hasta ahora no he tenido el valor de buscarlo, de hablar con él, de mirarlo. Todo porque lo amo con locura y sé que al verlo tengo que estar muy