Capitulo 2

2051 Words
-Isabella, ¿Dónde estás?- la voz de Wendy mi cuñada alterada retumba en la habitación. Una vez que llegue y me encerré a llorar la llame por teléfono mientras le decía muchas palabras sin sentido -¡Dios, Isa!- se agacha en donde estoy y me abraza -¿¡Qué ocurre?!- yo niego varias veces mientras trato de responderle, pero simplemente no puedo ¿Cómo se supone que le diga que acaba de ver a su hermano, el cual estaba muerto? ¿Si yo me encuentro así, cómo se podría sentir ella? -¡Isabella, dime algo!- me estremece y me armo de valor. -Está vivo- ella me ve extrañada -¡Él está vivo, Wendy!- lloro sin detenerme. -¿Quién está vivo, Isabella? No comprendo lo que me estás diciendo, me llamas, me dices muchas cosas sin sentido y vengo acá lo más rápido que puedo y te encuentro así- -¡Lo vi Wendy!- no siquiera puedo decir su nombre. -¡¿A quién viste?!- me grita. -¡A Will, mi Will! ¡Está vivo, lo vi, lo encontré mirando la lápida de su tumba! ¡Lo enfrenté, pero no me recuerda! ¡Era él, era él! ¡No estoy loca, yo lo vi, yo lo vi!- lloro sin parar y ella se queda estática sin decir palabra alguna, procesando lo que le acaba de decir. -Eso es imposible- susurra -¿Estás segura?- me levanta el rostro -Esto no es juego Isabella ¡¿Estás segura?!- levanta su tono de voz y yo asiento llorando. Le cuento todo de principio a fin y ella se queda perpleja y consternada por lo que yo acabo de decirle. Me niega una y otra vez, deja salir lágrimas de sus ojos y me abraza buscando consuelo en mí, y yo en ella. -Creo que debe de haber una explicación para que mi hermano hiciese semejante locura- dice después de un momento de forma pensativa -Conozco a mi hermano Isa, y si fingió su muerte fue por algo- la veo con desdén. -Fingió su muerte para no enfrentarse a la realidad. Simplemente no nos quería en su vida- me colocó de pie y ella me sigue. -¿Te estás escuchando?- habla molesta -¡Mi hermano te amaba Isa! Algo tuvo que haberle salido mal- -¡¿Y si me amaba tanto porque no confío en mí?! ¡¿Por qué prefirió dejarnos a las dos si tanto decía amarme?!- grito histérica y ella se queda de pie mirándome. Nunca le había hablado así. Sé que no debería de pagar mi dolor e ira con ella, y reconozco que es su hermano y no dejará de amarlo por eso, pero el simple echo de que lo defienda así sin más me duele, me hiere y me molesta muchísimo -¡TÚ MÁS QUE NADIE SABES TODO LO QUE VIVÍ DESPUÉS DE SU SUPUESTA MUERTE! PASE POR UNA DEPRESIÓN TERRIBLE, ATAQUES DE ANSIEDAD Y TODO ESO ESTANDO EMBARAZADA DE NUESTRA HIJA, SU HIJA A LA CUAL TUVE QUE LLEVAR HOY A CONOCER DONDE SU PADRE SUPUESTAMENTE DESCANSA EN PAZ ¿QUÉ SE SUPONE QUE LE DIGA A ELLA AHORA WENDY?- Jamás le había gritado a la joven que se ha vuelto más que mi cuñada, mi hermana y confidente, pero necesito que comprenda como me siento con todo esto. -No dirás nada. Ni a ella, ni a nadie- sentencia con autoridad -Lo que ambas sabemos hora, nadie lo sabrá hasta que estemos realmente seguras. No me mires así, no es que no te crea Isa, pero necesito comprarlo con mis propios ojos- su postura es firme y eso me recuerda mucho a él -Necesitamos saber el motivo por el cual hizo tal cosa- la corto de inmediato levantando mi mano. -Yo no necesito saber nada más, sus intenciones para mí fueron muy claras. Nos abandonó de la manera más cobarde posible, eso es suficiente para mí- -Si lo necesitas Isabella. Acepta la realidad. Eres su esposa te guste o no, eres la madre de su hija, y así decidas mandarlo a volar luego, no perdonarlo nunca y seguir con tu vida, ambas aquí sabemos que necesitas respuestas, respuestas que él solo puede darte- nos retamos con la mirada. Ella tiene mucha razón, pero no se lo demostraré, mi orgullo y dolor no me dejarán jamás permitir que ella me vea frágil, o que siquiera él vuelva a burlarse de mí. -Si es lo que crees, bien- me río sin ganas. -Isabella, recuerda quien eres y quien has sido siempre. No permitas que tu corazón se vuelva frío y rencoroso por algo que aún no sabes exactamente- me advierte y yo la veo sin emoción alguna. -Mi corazón se volvió frío desde el día en que él murió Wendy. Y si crees que él estando vivo volverá a dejar de ser así, estás muy equivocada, Williams Parker murió en mi corazón hace tres años, y el que hoy vi, no se le parece en nada- me hago a aún lado para entrar al baño y lavar mi rostro -Y si han creído que he mejorado, no se equivocan, pero no por las terapias, sino por la hermosa hija que tengo allá afuera que me ilumina el día cada vez que la veo. ¿Quieres pruebas? Bien, ambas iremos nuevamente al cementerio, puede que allí esté como puede que no, pero es un buen lugar para comenzar con su búsqueda- entro cerrando la puerta sin siquiera dejar que me responda. No le mentí al decir que las terapias no me ayudaron, por supuesto que no, pero era algo que no podía decirles, ya que se pondrían muy alarmista conmigo. Fue ella, mi hija, mi bella y hermosa pequeña Wanda de casi tres años quien una vez que nació, su bello rostro lleno de vida, de ilusión y esperanza me hizo salir de la oscuridad donde estaba sumergida. Es gracias a ella por quien sonrío, por quien me esfuerzo cada día en ser una mejor versión de mí, en darle todo mi amor y de alguna forma por ser tan parecida a su padre me alegraba de estar para ella. Y jamás la menospreciaré por ser idéntica a él, ya que ella representa el amor que le di a un hombre con toda mi alma y estuve con él en sus peores momentos de vida. Ella es el fruto de ese amor que entregue echo tangible y siempre la cuidaré como mi tesoro más preciado. Salgo del baño y la encuentro recostada en la ventana mirando hacia la nada -¿Vamos?- ella se voltea y me mira con sus ojos inyectados de dolor, solo asiente y toma su bolso para así salir hacia el auto -Penny, saldré un momento con Wendy ¿Crees poder hacerte cargo de mi bebé mientras regresamos?- le hablo de manera dulce y educada. No es la primera vez que Penny se queda sola con mi hija, ella es quien ha estado cuidándola desde que era una recién nacida, para eso fue contratada. La cuidaba cada que yo tenía que ir a sesiones de terapia y eso la hizo crear un vínculo especial con mi hija, la ama y la adora muchísimo, y a pesar de que solo hace su trabajo, no lo parece, porque trata a mi hija como si fuese suya. -No te preocupes Isa, ve tranquila- me sonríe y yo a ella. Mi bebé está emocionada viendo sus dibujos animados mientras come de lo que hizo junto a Penny al llegar. Me acerco y le dejo un beso en su pequeña cabeza, pero tanto es la concentración que no voltea a decirme nada. Me despido de Penny y salgo para montarme en el auto donde Wendy me espera. -¿Alguien más vio lo que tú viste?- es lo primero que me pregunta una vez me subo al auto y cierro la puerta. -Jack estaba conmigo, fue quien nos llevó, pero él no vio nada, fui yo la que le solté todo bastante alterada- mi cuñada resopla y me mira con molestia -No me mires así, él realmente se ha portado bien conmigo- -Sabes perfectamente que hay algo en él que no me cuadra- comienza a conducir. -Solo no te cae porque se enamoró de mí- digo en respuesta. -¡Por supuesto Isa!- habla con ironía -¿Cómo es posible que apenas mi hermano es enterrado, él de la nada comienza a amarte? Él ya te deseaba mucho antes de que Will muriese. ¿Qué clase de amigo hace eso?- no digo nada, me quedo callada porque por una parte ella tiene razón. Cuando Will fue enterrado, o bueno, la urna, Jack se me declaró, ella lo sabe porque oyó todo y desde ese día lo trata bien solo por cortesía. -Él solo ha sido bueno conmigo- digo muy bajo. Aun cuando tiene razón, por algún motivo sigo defendiéndolo. -No digo que sea malo, Isa. Sé que se ha portado a la altura, nunca te dejo sola y te ha brindado su apoyo. Créeme cuando te digo que estoy agradecida con él, todos lo estamos. Solo que no perdono el hecho de que haya codiciado la mujer de su amigo- suelta con calma y suspira. No respondo, es mejor dejar el tema de Jack por hoy. Ambas nos sumergimos en nuestros pensamientos mientras nos acercamos cada vez más al lugar donde se supone descansa el cuerpo de mi esposo, cuerpo que yo vi muy vivo y sano. Ambas nos bajamos del auto y comenzamos a caminar hacia donde está la tumba de Will. Mi corazón se altera de inmediato y me siento ansiosa una vez más. Tenía unos dos años que no me sentía así hasta hoy. -Aquí lo vi- me pongo de pie junto a la lápida mirándola con odio -Lo alcancé hasta allá- señalo unos metros más con mi mano. Wendy camina hasta esa distancia y yo la sigo -Cuando lo enfrente aquí, justo aquí, él huyo hacia aquella dirección, corrió muy rápido, y yo estaba tan perpleja que no corrí a detenerlo o por lo menos ver hacia donde se fue- ella asiente pensativa. -Vamos- dice sin más y comienza a correr hacía esa dirección, a mala gana la sigo pero un poco más de espacio. Llegamos al límite del lugar y no hay rastros de él -Tuvo que salir de aquí saltando el muro Isa, de haber salido por la entrada Jack lo hubiese visto ¿no crees?- voltea a mirarme y yo solo me quedo callada -Al menos que lo haya visto y se haya quedado callado- ruedo mis ojos y respiro profundo. -No digas tonterías, todo fue muy rápido. Una vez él se fue, Jack llegó a mí- ella asiente y comienza a buscar en el suelo y luego ver el muro nuevamente. -Aquí- señala una parte del muro y yo la veo extrañada -Ayúdame a elevarme un poco- hago lo que me pide de forma recelosa porque no sé que vio o que pretende hacer, lo último que quiero es jugar a la detective -Lo tengo- dice y yo la ayudo a bajar con mis brazos. Lo que me entrega en mis manos es un pedazo de tela rasgada de un suéter, es el mismo color del que él tenía puesto. Eso quiere decir que si fue real todo lo que vi. Era él, y huyó saltando el muro, uno que tiene finas púas las cuales rasgaron su ropa. -Si era él- digo con un nudo en la garganta mientras Wendy respira muy profundo tratando de calmar su dolor. Ella sabe de qué color y forma estaba vestido, se lo describí con detalles. -Aunque esto no nos dice nada, por lo menos nos hace saber que huyo cruzando este muro- se limpia las lágrimas que le salen de sus ojos -Solo tenemos que averiguar donde se encuentra. Debe de tener un lugar donde dormir, comer, estar. Por la descripción que me diste, dudo que ande de vagabundo en las calles Isa- comienza a caminar hacia la salida del lugar y yo la sigo. -¿Cómo se supone que buscas a alguien que está muerto?- pregunto con odio y me adelanto a su paso. Porque así se siente mi corazón con todo esto.
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