Dueño de su destino

3472 Words

Amaneció y Peyton no había logrado volver a pegar los ojos en toda la noche. No pudo, tampoco Orestes se lo permitió, y ella ante tanto sentir, lo vio por temor a que si lo hacía se esfumara ese momento que veía tan efímero como había sido todo lo que vivió con él meses atrás, no quiso hacerlo. Ahí estaba acostada en la silla de extensión, cubierta por una cobija que el mismo Orestes se encargó de ir a buscar para proteger sus cuerpos de la brisa fría del amanecer. Tanta era la pasión que los envolvió que de la isla terminaron yéndose a la calidez del agua de la piscina, donde él la hizo suya una vez más y tantas veces como el cuerpo de ambos reclamó, —Tomate esto —escuchó ella su voz detrás de ella. Estaba de espalda a las puertas corredizas, por lo que no supo qué estaba haciendo Or

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD