Después del recibimiento, sabiendo que debían bajar la guardia, su madre y Audris decidieron irse a descansar unas horas antes de la cena. No insistieron en ver a Hannah, el humor de Orestes no estaba siendo el más apacible, ni dio muestras de estar cerca de ello.
—Ya viene Dilia a ayudarte con las niñas —anunció Orestes al volver a la habitación—. Lo pensé mejor y creo que es mejor que te vayas a uno de mis departamentos en el centro de la ciudad —le dijo resuelto a evitar que su familia invada la privacidad que necesita con Peyton—, no es conveniente que mi familia sepa de la existencia de Saanvi, no ahora, esperemos los resultados —adujo sin detenerse a pensar en ese detalle, dejando escapar de su boca lo que para él era un secreto.
Eso llamó la atención de Peyton.
—¿Resultado? ¿De q
