A la mañana siguiente, Orestes, tal como lo había dicho, iba con Peyton de su mano hacia el avión que los esperaba en la pista de aterrizaje. Diferente a como llegaron, no solo la esperó a que descendiera del automóvil sino que cuidó que subiera bajo su supervisión al avión. Todo parecía perfecto.
—Mamiii —gritó Saanvi cuando la vio ingresar al salón de entretenimiento donde se encontraba con Hannah y Annie.
—Ya va amor, espe… —gritó Peyton al sentir que Saanvi casi la tumba al piso, se sobresaltó, porque quería agarrarla pero no caer al piso.
Unas fuertes manos la sostuvieron.
—Hey —la voz de Orestes detrás de ella paralizó a Saanvi que si bien había chocado en contra de su madre emocionada, al escucharlo se inmovilizó.
Peyton sintió que su pequeño cuerpo se mostró inseguro.
—Hola,
