Aiden lo miró, sus ojos mostraban una mezcla de ira y dolor. —¡Porque le juré a Edward que jamás volvería a tu lado! —gritó con fuerza. Liam se quedó inmóvil por un momento, sintiendo el peso de sus palabras. Pero no estaba dispuesto a rendirse. Dio un paso adelante, su mirada intensa y decidida se clavó en los ojos de ella. —Aiden, no puedes vivir solo por una promesa. Sé que hice cosas terribles, pero quiero que te des cuenta de que estás frente al mismo hombre que te pidió ser su novia años atrás —murmuró, acercándose más. Aiden intentó retroceder, pero Liam la tomó por los brazos, con sus ojos suplicantes. —No sigas —balbuceó ella, sintiendo que su pecho subía y bajaba agitado. —Déjame mostrarte cuánto te amo —murmuró, con su voz llena de pasión. Antes de que Aiden pudiera re