—¡Estás loco! — Exclamó, tratando de tapar un poco su desnudes con las manos, como si el nunca hubiera visto su piel expuesta. — Claro, loco de pasión por ti, ¡mí Alexa! — Estupefacta, así se sentía al ver en la situación riesgosa que estaba. Se puso peor cuando esté con agilidad entro invadiendo aun más su espacio, empezó a ducharse con toda naturalidad, se sintió excitada, comenzó a ignorar la sombra del peligro cuando vio su erección, trago en seco al poder ver con claridad su magnitud, en las otras dos ocasiones la luz había sido escasa. El en cambio disfrutaba ver su mirada golosa, su deseo ante la contemplación de su virilidad palpitante. — ¿Se te antoja?, ¡es todo tuyo!. — Ese hombre la estaba volviendo loca, ignoraria el peligro, que más daba ya todo estaba perdido. Sus brazos