“Nada más doloroso que enfrentarse a la verdad, pero nada más sano que aceptarla”
A.K.M
Harris subió al auto, sentía como si todo se escapara de sus manos, esa horrible sensación de no poder controlar todo a su alrededor le provocaba ansiedad y angustia.
Media hora después, entró al geriátrico. La enfermera al verlo, se aproximó hacia él.
—Que bueno que llegó Sr Geller, su madre está muy angustiada, nunca la había visto así.
—¿Dónde está? ¿La vio el médico?
—Sí, está en el área de emergencia.
Harris apresuró el paso. Llegó antes que la enfermera, pudo ver desde el vidrio de la puerta a su madre. El médico lo reconoció y le dijo a la enfermera que lo dejara entrar.
—Puede pasar, pero no haga ruido, apenas logramos controlarla hace unos segundos.
Harris se acercó silenciosament
