Para desviar la atención la tomo de las manos y en silencio la condujo Al otro lado del galpón — Tengo un obsequio para ti — señaló. —¡¿Ah sí?! ¿De qué se trata?— preguntó con picardía. Caminaron a la luz de las velas, hasta llegar a una mesa redonda, cubierta con un hermoso mantel blanco de bordes dorado; sobre la que estaba una caja blanca con un moño azul. —¡Adelante, ábrelo! Es para ti — dice entusiasmado. Intrigado por saber la razón de tanto misterio, no dudo en hacerle caso con cuidado retiro la cinta y levantó la tapa, lo que encontró la dejo extrañada. —¿Una carpeta?— dijo con cara de duda. —¡Vamos no te quedes ahí! Revísala — Motivada por su insistencia, revisó la misteriosa carpeta — ¡¿Esto es real?!— preguntó con lágrimas en los ojos. —Si, es totalmente cierto— as