Perpleja, me quedo observando la pequeña tarjeta con la inscripción por largo rato, — ¡No entiendo, ¿Qué significa esto?! — Levanto la vista y me fijo que el reloj de pared marca las 7:10 a.m. — ¡Rayo! — exclamo al darme cuenta lo rápido que ha pasado la hora. Me apresuro a buscar que ponerme dentro del closet. Bastante apurada termino de arreglarme, de hecho, no apenas alcance a degustar el café. Parece increíble el tiempo que perdí absorta en mis pensamientos, buscando una explicación a ese obsequio. Sé que en la “dedicatoria”, León afirma que es un “premio”, pero a mi parecer, nada de lo que está haciendo tiene sentido. Una vez lista, me doy cuenta que me queda tiempo suficiente para llegar puntual a la oficina — ¡Creo que los nervios me traicionaron! — pienso, estirando mi ropa fre