Varios días han pasado, el plazo que me dio León está a punto de cumplirse y no he tenido avance significativo, sino todo lo contrario, la cantidad de retrasos y contratiempos parecen multiplicarse. Que sea buena en el trabajo, me ha llenado de responsabilidades y pendientes que no me dejan tiempo para mis objetivos ocultos. — ¡Tiene que ser una broma! — exclamo cuando mi compañera deja sobre mi escritorio una enorme pila de carpetas nuevas. — Lo necesitan con urgencia — Exclama, compasiva. — ¿En serio? — aprieto los ojos saturada. — Lo siento, pero eres la mejor procesando patrones de mercadeo — tuerzo los ojos. Tal vez mi reacción sea un poco brusca, después de todo ella no tiene la culpa de mis problemas, pero, los niveles que de estrés que manejo me tienen al límite. — Tranq