Capítulo 10

1529 Words
La chica me observaba con una gran sonrisa en su rostro. Mirándola detenidamente si tiene algunos rasgos iguales a los de Damian aunque su rostro es las refinado. Le sonrió y me doy la media vuelta para huir de allí lo más pronto. —Aguarda —Me detengo y me giro mirándola —. No me he presentado, soy Fara. Me extiende su mano, se la acepto y me sonríe de manera amable. —Lucrecia, pero mis amigos me dicen Lulú. —¿Y qué haces aquí en la hacienda? —Ella pasará una temporada aquí. —¿Vienes de paseo? —No, mi padre me ha enviado aquí a trabajar . —¿Qué? —Mira a su hermano incrédula —. ¿Por qué? —Larga historia —Sonrió apenada —. Debo ir a ducharme, lo necesito urgente. —Está bien, te veo en la cena Lulú, fue un placer. —Lo mismo digo Fara. Le sonrió y subo las escaleras rápidamente en búsqueda de mi habitación. Al llegar voy directamente al cuarto de baño deshaciéndome de mi ropa y entrando a la ducha. Allí pasó un largo rato, al salir enrollo la toalla sobre mi cuerpo y uso otra para secar mi cabello, salgo del cuarto de baño y me detengo abruptamente al ver a Damian sentado a la orilla de mi cama. —¿Qué haces aquí? —Observó en su mano un pequeño sobre y un vaso de agua. Se levanta acercándose a mi, toma mi mano colocando una pastilla sobre ella y me extiende el vaso de agua. —¿Qué es esto? —Preguntó observando la pastilla. —Una Post Day, anoche no usamos preservativo y prefiero que no tengamos sustos. "Empiezo a entender" Meto la pastilla a mi boca, tomo el vaso de agua tomando un trago de él y se lo entrego caminado hacia el closet buscando que colocarme. Se queda en silencio allí viéndome y yo aprovecho para colocarme mi ropa interior y vestirme; me acerco al tocador mirándome en el espejo viendo cómo peinar mi cabello ignorando su presencia por completo. —¿No pretendes decir nada? —¿Sobre que? —Respondo confundida. —Sobre lo que ha pasado anoche —Me mira fijamente —. ¿No tienes nada que decir? —No —Respondo sincera —. ¿Tenía algo que decir respecto a que tuviéramos sexo aquí mientras tu novia te esperaba en tu habitación? —Ya no es mi novia —Responde demandante —. Creo que también te ha quedado claro esta mañana al escuchar nuestra conversación. —No lo sé —Lo miro fijamente —. Y tampoco me importa, en tal caso es tu problema. Retomo mi posición recogiendo mi cabello para peinarlo, observo mi rostro y empiezo a maquillarme. Observo a través del espejo como camina hacia la puerta y termina saliendo cerrando con un portazo. Suspiro tratando de recuperar la respiración, retomo mi posición y sigo con lo que hacía. Llega la hora de la cena y Rosario me avisa que me esperan en el comedor,bajo acompañada de ella y al entrar al comedor veo a Damian junto a su hermana conversando. Al verme ambos guardan silencio y Fara me sonríe. Tomó asiento en la mesa, Rosario trae la cena y empezamos a comer en silencio hasta que Fara decide romperlo. —Lulú, ¿De donde eres? —Ciudad de Mexico —Le sonrió —. Mi padre es mexicano y mi madre norteamericana. —He visitado Mexico y es una chulada —Reímos —. ¿Qué me cuentas de ti? —Pues, tengo una hermana —Sonrió con ternura al recordarla —. mi pequeña Brianna y tiene 6 años. —A mi me hubiera gustado tener una hermana, pero mis padres solo me dieron a este imbécil —Señala a Damian quien la mira serio —. Hubiera preferido un perro o un gato. Río por lo bajo de su comentario, seguimos cenando entre platicas y al terminar me levanto de la mesa yendo a la sala para seguir conversando. —Ahora entiendo a tu padre —Ríe burlona —. Eres bastante inquieta y decidida Lulú. —Ahora que pienso bien todo lo que hecho siento cierto remordimiento —Me sincero —. Solo le he dado dolores de cabeza a mis padres y eso me ha costado estar lejos de ellos estos días. —¿Ya los extrañas? —Un poco y a mis amigos —Musito pensativa —. Bueno, a mi única amiga. —¿No tienes mas amigas? —Pregunta curiosa. —Las tenía, pero a resulta que sabían que una de ellas estaba saliendo con mi novio a escondidas y nunca me lo dijeron. —¡Malditas perras! —Espeta molesta —. Yo las hubiera dejado calvas por traicioneras. —Bueno, eso ya no importa porque ya no estoy con ese imbécil. —Oye...¿te puedo preguntar algo? —Asiento —. ¿Mi hermano te parece atractivo? Su pregunta hace que me congele por completo, me mira fijamente como si inspeccionara cautelosamente lo que voy a contestar. Garraspeo, me levantó del sofá y la miro con una sonrisa burlesca. —¿Porque piensas eso? —No lo sé, siento curiosidad —Se levanta y se cruza de brazos —. ¿Me responderás? —Por supues... —Piensa muy bien lo que contestaras—Me señala achicando sus ojos —. Porque donde me mientas me sentiré traicionada y pensaré que no valoras la amistad que te ofrezco. —No te mentiré, tú hermano es atractivo —Me sincero —. Cualquier mujer opinaría lo mismo que yo. —¿Pero...? —Es un gran amigo de mi padre, además no creo que le gusten las chiquillas como yo siendo él un hombre muy serio. —Pienso lo mismo —Sonríe —. Pero he visto como te miraba hoy y puedo jurar que llamas su atención. —¿Cómo me miraba? —Asiente —. ¿A qué te refieres? —Le gusta mirarte en cada segundo y puedo notar cierta sonrisa en su rostro cuando lo hace. —¡Estás demente! Suelto una carcajada resonando en toda la habitación, ella me sigue y golpea de manera juguetona mi brazo. —Yo se lo que he visto, además es mi hermano y conozco cuando le gusta una chica. —Pues si hubieras llegado unas horas antes, hubieras conocido a tu flamante cuñada. —¿A quién te refieres? —A una castaña de cuerpo exageradamente operado, labios gruesos y vestimenta atrevida. —No la conozco, pero Jose me hablo de ella —Musita con mal gesto —. Pensé que mi hermano había cortado con ella hace meses atrás,¿Estuvo aquí? —Si, pero tu hermano la corrió esta mañana y creo que se fue porque no la he visto. —No la conozco personalmente, solo la he visto un par de veces en revistas y lo que se dice de ella en páginas de chismes —Rueda los ojos —. Vaya mierda con Damian, sigue siendo un cabeza hueca a la hora de escoger mujeres. —¿Porque lo dices? —Una historia larga de contar. Escucho unos tacones resonar en el piso acercarse, Fara me mira confundida y sujeto el puente de mi nariz imaginándome quién es . Aquella mujer que ya hacía a kilómetros de distancia se encontraba frente a nosotros mirando con curiosidad a Fara. —Solo desaparecí unas horas y resulta que en vez de una mocosa, ahora me encuentro dos —Blasfema —. ¿Y ahora tú quien eres? Damian esta volviendo esta Hacienda una guardería de jovencitas. —¿Está es la descerebrada con tetas de la que me hablas? —Pregunta mirándome incrédula y luego la mira —. Sabía que Damian tenía malos ratos, pero no horrendos gustos. —¿Tú quién diablos eres estúpida? —Espeta rabiosa —. Te voy a enseñar a respetar. Veo como alza su mano y antes de que pueda bajarla Fara la detiene y con su otra mano le suelta tremenda cachetada haciendo que su rostro literalmente de vuelta. —¡A mi me respetas zorra igualada! —Exclama Fara —. No se te ocurra levantarme la mano mas nunca en tu puta vida. Tapó mi boca con asombro; jamás imagine que Fara tuviera tanto carácter. "Vaya que me cae bien" —¿Qué está pasando aquí? —Damian aparece y observa a Dayana —. ¿Qué haces aún aquí? —¿Quién diablos es esta tipa Damian? —Rechina Dayana —. Me ha agredido como una salvaje. —Y puedo ser peor si se te ocurre de nuevo levantarme la mano —Inquiere Fara —. Es mejor que la saques de mi hacienda antes que lo haga yo por las malas. —¿Tú hacienda? —Balbucea —. ¿Tú, eres... Fara no le responde, me toma de la mano y me lleva con ella escaleras arriba rumbo a su habitación dejando allí a Damian con su enorme problema...
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