Capítulo 5LA velada de aquella noche, a la que asistieron varios hombres jóvenes y sólo una mujer más, resultó muy amena. Josina se sentía especialmente feliz, ya que la señora Meadows le había conseguido un precioso vestido de noche. —Era de los que formaban el ajuar de su madre— le explicó—, pero en aquel tiempo se usaba la crinolina. Josina la miró, preocupada, mas el ama de llaves la tranquilizó: —La costurera es muy hábil y recogió hacia atrás la falda, para formar el polisón que ahora está de moda. Al ver el resultado, Josina emitió una exclamación de alegría. —¡Qué bien lo hizo! ¡Y qué bello color tiene! —Sabía que le gustaría, señorita Josina— dijo la señora Meadows—. Su madre, que en paz descanse, se habría visto preciosa con él. —¿No se llevó nada con ella cuando abandonó