Capitulo XIII

1289 Words
No sabía cuánto tiempo había transcurrido aun asi no me preocupaba en volver. Debido a lo sucedido de alguna manera restaba importancia a lo que Zayn pudiese decir o hacer. Compenetrada en observar esa maravillosa naturaleza que rodeaba el lugar meditaba sobre los actos de Zayn, de pronto escuchaba su voz resonar. —Evannia, me parece que debes volver… —Me gusta estar aquí, no deseo volver por los momentos. —¿Es por lo que hice con tu padre? Se lo merecía, arruino la vida de tu madre y quería hacer lo mismo contigo. —Aunque lo haya hecho me duele lo que hiciste. Zayn, tu… Sin siquiera poder terminar la frase él se marchaba, dejándome sin poder manifestar todo lo que me pasaba en esos momentos. Minutos después decidí regresar, caía la tarde y no quería preocuparlo. Pese a que desconocía donde podría estar pregunte al servicio el cual me condujo a un fantástico lugar que parecía sacado de una fotografía, allí se encontraba tumbado sobre un mobiliario leyendo muy concentrado. A pesar de lo que había dicho quería remediar lo que estaba ocurriendo por ello me aproxime hasta donde estaba. —Zayn… yo… —Mañana a primera hora volvemos asi que no desempaques. —¿Porque? El lugar esta hermoso, quisiera…—su acentuada cercanía tras dejar a un lado la lectura me callaba de inmediato. —De que sirve el lugar. Arruine las cosas, ¿no? Volví a herirte con mis acciones ¿cierto? —Zayn, todo esto que sucedió y el estar sola sin ni siquiera saber de mis hermanos me está torturando. Además, nunca espere que estuvieses detrás de la muerte de mi padre. —¿Me odias por eso? ¿Lamentas estar conmigo, el propiciador de que tu padre pereciera? Su silencio mientras me miraba de esa forma que me cautivo me lastimaba como jamás lo espere. Ante el hecho de no recibir respuesta decidí retirarme del lugar, todo iba de mal en peor. Verlo alejarse sabiendo que todo esto lo incomodaba al igual que a mí me generaba malestar. A la hora de la cena no bajo, teniendo que comer sola en ese amplio lugar que albergaba el comedor. Pese a la soledad en la que estaba fue poco lo que comí, por ello al haber terminado procure subir en compañía de la domestica la cual me indicaba que por órdenes de Zayn dormiría esa noche en otra habitación. Negándome a esa orden me dirigí al dormitorio donde aparentemente se encontraba. Al haber accedido no lo veía por los alrededores por ello me adentre aún más. Escuchando la caída de agua supuse que estaba en el baño por tal motivo seguí sin temor de que pudiese enfadarlo al punto de propiciar un castigo, mismo que hace mucho no tenia y que curiosamente ahora no temía en que lo cometiera. Tal como lo había pensado asi sucedía, se encontraba bajo la caída de agua de la ducha con los ojos cerrados. Ante ello de una manera impulsiva quitaba el atuendo que portaba para entrar al espacio. Estando en su cercanía de repente abría los ojos como si supiese de mi existencia. —No me agrada que estés aquí, por favor retírate. —No lo hare. —Es una orden, Evannia. —Ya dije que no me iré, quiero que resol… —No resolveré nada, asi que vete, de lo contrario… —¿Qué harás? ¿Qué planeas hacerme si no obedezco? —¿Estas retándome? Lo que sucedía me desconcertaba, ¿realmente deseaba desobedecerme? Pensando ignorarla procuraba salir, sin embargo, ella lo evitaba al interponerse. Verla totalmente expuesta ante una actitud que no había visto en ella me llevo a sacar ese lado de mí que se encontraba hibernando. Tras haberla tomado en brazos la lleve a la cama, lugar donde imposibilite sus extremidades con las cadenas que había dispuesto en el mobiliario previamente. En vista de que la idea principal era de que pasáramos unos días allí había acoplado la habitación de acuerdo a mis gustos. Debido a lo ocurrido y su desobediencia venían a mi mente algunos castigos, no obstante me decidí por uno que en una ocasión había llevado a cabo, sin embargo quise indagar si eso realmente era lo que deseaba. Ante la posición en la que estaba no diría que estaba nerviosa aun asi la curiosidad me invadía. ¿Que se proponía esta vez? Con esa interrogante al poco tiempo lo descubría. —En una oportunidad te comente que no me agrada que me desobedezcas y hoy lo has hecho dos veces. ¿Acaso deseas un castigo por ello? —¿Tendría algo de malo si lo deseo, amo?—escuchar esa manera de llamarme la cual todavía usábamos en la intimidad me llevo a acercarme. —¿Estas segura de lo que deseas? No se cómo lo tomaras después de lo sucedido. —No debo odiarte por lo que hiciste, además, no me porte de forma correcta. Tras esas palabras en las que aparentemente aceptaba el castigo cubrí sus ojos para empezar con lo que haría. Sin saber cómo actuaria de pronto sentía como su lengua empezaba a abrasar mi piel de una forma inquietante, aunado a eso ligeras succiones se hacían presentes, mismas que permitían que los gemidos surgieran de mí. Aunque tenía presente que no podía zafarme de las cadenas donde me encontraba imposibilitada deseaba liberarme y hacer lo mismo con su cuerpo, sin embargo, esto se me impedía para seguidamente percibir como estimulaba mi sexo con sus dedos a su vez que también lo hacía con su lengua, misma que no paraba de hacer presión en mi clítoris de una forma en la que demostraba su experiencia. Enloquecida por esas sensaciones que producía al mismo tiempo que continuaban mis gemidos corroboraba que estaba a poco de llegar al éxtasis, en ello me percataba que se detenía, acción que una vez había hecho y que nuevamente me desilusionaba. Como usar el sexo para castigarme cuando era un lazo que me hacía adicta a su ser. Posteriormente era liberada y con ello quitaba el antifaz que tenía sobre los ojos. Sin siquiera proferir palabra notaba que de nuevo se dirigía al baño acción que detuve para saber porque justo ese castigo, porque el que más detestaba. —¿Porque lo hiciste? hubiese preferido que me azotaras. —Basta Evannia, no pretendo lastimarte, sabes… —Pues acabas de hacerlo. No puedes toquetear mi cuerpo y dejarme asi. —Puedo y lo hare si me place. Ahora cúbrete y ve a la otra habitación, no dormiremos juntos. —¿Porque? ¿Cuál es la razón de rechazarme? Notando que desviaba la mirada e insistía en seguir me abstuve de apartarme, acción que lo llevo a tomarme de las muñecas para de esa manera apoyarme contra la pared. —Lo que siento por ti podría asociarlo con el efecto a un estupefaciente. Más alla de lo que tu sangre genera en mi toda tu me llenas como jamás llegue a pensarlo y el hecho de que sientas enojo por lo que hice me lastima. —Lamento si te lastima, pero debes comprenderme, él era… —¡No puedo hacerlo, tenía ideas perversas y llego a lastimarte. No era un padre! —Zayn, no puedo dejar de sentir afecto por mi padre a pesar de todo lo que hizo. A parte, tu también llegaste a lastimarme y aunque eso fue… —Márchate, quiero estar solo. —Zayn… —Comprende, todo esto es nuevo para mí, no puedes pretender que todo cambie de la noche a la mañana. Como lo mencionaste también llegue a lastimarte… Me agrada ejercer control, dominancia... y eso es algo que no se si podre cambiarlo.
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